Fantasmas a medianoche

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Hola *w* este es el primer capítulo del año :) espero que os guste

Vigésimo primer capítulo

Fantasmas a medianoche

Después de abandonar la escena del crimen, o antes conocida por cocina, Mutsu decidió ir en busca de su hermana. Pero al ver que se encontraba peleando con el príncipe, decidió ir a conocer la mansión.

Aquello era un poco emocionante para la joven que todavía no tuvo la oportunidad de poder apreciar y aprender de las costumbres de los humanos.

A Mutsu le llamaba la atención que los humanos decorasen todo con estatuas y cuadros, pero suponía que era algo normal para ellos, de la misma manera que era para las sirenas el decorar todo con estrellas de mar o caracolas.

El suelo de la casa parecía gritar a cada paso que daba, la madera se veía bastante vieja y por eso crujía dándole a la casa un casi aspecto fantasmal.

En lugar de volver junto al resto de personas en la casa, decidió ignorar aquellos ruidos y seguir mirando con curiosidad todo lo que encontrase.

Como si algo la estuviese llamando, en la primera planta se encontró una gran puerta de madera bastante antigua, que tenía una gran marca a la altura de los ojos. Mutsu no sabía porque, pero esa puerta le pareció bastante interesante y la curiosidad por saber lo que se encontraría tras de ella, comenzó a crecer. Sin pensarlo dos veces, se decidió a abrir aquella puerta y atravesar aquel umbral, ¿El único problema? La puerta estaba cerrada a cal y canto.

Aún así la joven no pensaba darse por vencida, por lo que intentando contenerse y no usar toda su fuerza, trató de golpear la puerta, más como era de esperarse acabó derrumbándola.

La sirena tuvo miedo de que por el estruendo viniesen todos para saber cual fue la causa, pero nadie apareció. Seguro que todos estaban ocupados con sus propios problemas.

Mutsu levantó la puerta del suelo, usando su fuerza sobrenatural y la colocó tapando la entrada o mejor dicho su salida de escape por si las cosas se ponían mal. Estaba anocheciendo a pasos agigantados y ya no se podía ver con claridad lo que había en la habitación, por eso mismo Mutsu optó por encender una vela, más al ver el interior de la habitación está cayó al suelo.

Mientras tanto en el exterior había comenzado a llover, logrando así que los más jóvenes del grupo dejaran de pelear.

Buscando refugio entraron de nuevo a la mansión.

- Qué tiempo más horrible, creí que aquí siempre hacía calor y había sol - se quejó Kagura

La chica estaba de mal humor por aquella extraña lluvia que decidió caer de golpe y sin aviso alguno, ella creía que el tiempo en aquellas tierras siempre era soleado pero aun le quedaba mucho por aprender.

- El cielo vio lo fea que eres y seguro que por eso comenzó a llover - explicó Sougo como si los golpes de hacía unos minutos no hubiesen sido suficiente

- ¿Qué tiene que ver la lluvia con mi hermosura? - preguntó la joven ignorando el comentario anterior

Sougo suspiró, parecía que la chica ya no tenía más ganas de pelear, por lo que debería dejar sus comentarios agresivos por lo que quedaba de día.

Como si alguien lo hubiese llamado de golpe, Sakamoto se despertó de golpe y asomó la cabeza a donde estaban los jóvenes.

- ¿Ya estáis de vuelta?, ¿Habéis jugado hasta hartaros? - preguntó el mayor con una sonrisa

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