Y aquí está el nuevo capítulo xD espero que os guste y me alegra que os sorprendiese el gran avance de Mutsu y Sakamoto ^^
Octogésimo capítulo
AHAHAHA
Mutsu se despertó gracias a la molesta luz del sol, que la obligó a abrir los ojos con gran molestia.
Al principio contempló la habitación bastante confundida, pero algunas imágenes bastantes explícitas le recordaron lo que sucedió la noche anterior, haciendo que sus mejillas se pintasen de rojo natural ante la vergüenza. La joven sirena aun no podía creer lo que había hecho, o mejor dicho con quién. Pero no se arrepentía de ello y probablemente no lo haría en lo que le quedaba de vida, pues amaba a Sakamoto de todo corazón.
La joven quiso intentar levantarse, pero un fuerte brazo abrazaba su cintura con fuerza y no parecía tener intenciones de dejarla ir fácilmente ni siquiera en sueños. La joven se dio la vuelta para encontrar el rostro durmiente de su amado. No era el típico rostro hermoso y tranquilo que había imaginado, pero con cara de idiota y todo le parecía hermoso y ese pensamiento le gustaba mucho, casi sentía que podría acostumbrarse perfectamente a despertar cada día a su lado.
- ¿Qué miras tanto? ¿Soy tan hermoso? - preguntó Sakamoto todavía con los ojos cerrados
Mutsu se asustó y su cuerpo se tensó, no se esperaba que el chico estuviese despierto.
- Diría que prefiero tu personalidad - añadió la chica intentando no quedar como una acosadora al observarlo tanto
- ¿Me estás llamando feo? Es muy temprano para empezar a hacerme bullying - se burló el hombre mientras la observaba con sus ojos azules brillando por la diversión
- Siempre hay tiempo para eso - sonrió Mutsu
- Me encanta tu sonrisa, preciosa - añadió Sakamoto mientras depositaba un dulce y casto beso en los labios ajenos
Mutsu se sonrojó, pero frunció el ceño.
- ¿Un mote estúpido? Creí que tenías más estilo que eso - recriminó ella
- Pensé que te gustaría - explicó el mayor sorprendido por la reacción
- Somos muy jóvenes para actuar como pareja anciana, así que en los próximos veinte años queda prohibido - ordenó la joven sirena
Sakamoto debería tomar aquellas palabras como una advertencia, pero no podía tomar las palabras de la joven como algo serio, no cuando le acababa de decir de manera discreta que estarían juntos como mínimo veinte años.
- Cómo tú digas pequeña - se burló el chico
Mutsu lo miró con odio fingido, quitando el brazo ajeno de encima e intentando levantarse de la cama.
Lo cual casi acabó mal, pues tuvo que sentarse unos segundos antes de poder levantarse. Sus piernas estaban entumecidas por la noche anterior y era una sensación demasiado extraña que era incapaz de describir, no estaba segura de sí era algo normal para los humanos, pero tenía demasiada vergüenza como para preguntarle a Sakamoto por ello.
Sakamoto por otra parte, besó el hombro de la joven mientras le hablaba con cariño.
- Tómate el tiempo que necesites, es normal que se sienta extraño la primera vez, al igual que anoche - explicó el hombre, intentando ayudar con las dudas de la sirena
Cuando Mutsu pudo levantarse nuevamente, tomó su ropa interior que se encontraba tirada por todas partes en el suelo de la habitación y se dio cuenta de su nuevo problema, los botones de su vestido estaban rotos y este no cerraría como debería, además de que estaba bastante arrugado.
La joven no podía salir desnuda al pasillo a plena luz del día y mandar a Sakamoto a recoger algo de ropa de su habitación estaba fuera de cuestión, por lo que la joven se estaba quedando sin opciones.
Nuevamente, Sakamoto la sorprendió, pues parecía pensar más en las consecuencias de la noche anterior de lo que la joven hubiese esperado. El chico le puso su chaqueta roja sobre los hombros.
- Tapará tu espalda y cuando llegues a la habitación puedes cambiarte, es mejor que nada - explicó Sakamoto
Mutsu asintió, las ganas de recriminarle por su vestido habían desaparecido e incluso estaba agradecida de que fuese tan comprensivo por su situación.
- ¿Debería acompañarte a tu habitación? - preguntó Sakamoto preocupado
A Mutsu sólo le pareció más adorable todavía.
- Mejor que no - explicó la joven mientras le daba un beso en la mejilla a su pareja - Prefiero que nadie se entere de lo que sucedió anoche -
Sakamoto comprendía que podía ser vergonzoso y tampoco tenía ganas de dar explicaciones o escuchar comentarios estúpidos por parte de su amigo, por lo que asintió, despidiéndose así de su pareja.
Mutsu abrió la puerta y cuál fue su sorpresa al encontrar a su hermana y a Sougo parados frente a ella.
- Te dije que encontraría a tu hermana - explicó Sougo antes de observar los nervios de la pareja mayor y la ropa arrugada de ambos
Sougo no necesitaba ser un genio para notar lo que había sucedido. Ambos estaban juntos en la misma habitación con ropa que demostraba que habían pasado la noche juntos en el sentido literal de la palabra. Su sonrisa se agrandó, podría callarse y utilizar la situación como chantaje en un futuro, lo cual sería realmente gracioso, eso o...
- ¿Así que ya follasteis? - preguntó Sougo con interés
Preguntar de la manera menos delicada posible y haciendo avergonzar aún más a la pareja era una manera mucho más graciosa de hacer las cosas.
Mutsu se quería morir y estaba dispuesta a hacer cualquier cosa por desaparecer de allí, incluso le parecía una buena idea volver al mar, esconderse detrás de algún coral y no volver a ser vista por humano o sirena alguna.
Pero Sakamoto tampoco estaba tan lejos de ese mismo pensamiento, él mayor sabía que vendría ese tipo de comentarios por parte de Sougo, por eso había querido mantenerlo en secreto, pero como siempre todo acabó arruinado. Ahora solo le quedaba una oportunidad, matar al traidor que tenía por amigo.
- ¿Qué es fo- quiso preguntar Kagura, pero Mutsu tapó su boca, la hermana mayor no sería capaz de soportar otra vez esa vergonzosa palabra
- Todo esto tiene una explicación muy buena, una completamente normal y que no tiene nada que ver con esa palabra con f, así que Sakamoto os la contará, pues él sabe mejor lo que sucedió - mintió Mutsu intentando salvar su pellejo
Sakamoto se sentía nuevamente traicionado, pero podía notar como Mutsu parecía estar igual de avergonzada, por lo que decidió seguir el ritmo.
- La historia es muy graciosa, la verdad es que yo estaba en el pasillo y AHAHAHA, cuando entonces Mutsu AHAHAHA y después AHAHAHA - explicó Sakamoto en un ataque de risa por los nervios
Aquello acabó salvando el pellejo de ambos, pues Kagura perdió el interés en escucharlos gracias a la risa estúpida de Sakamoto, mientras que Sougo los miraba con ojos desafiantes, prometiendo con la mirada que acabaría arruinando todo, pero que primero se tomaría su tiempo.
- ¿Pensaste en la adopción? - preguntó Mutsu mientras observaba a Sougo discutir con Kagura
Sakamoto tragó saliva, no entendía como salió de un tema incómodo para entrar en otro, además de que no creía que Mutsu sacaría ese tema justo después de lo ocurrido.
- La verdad es que no - añadió Sakamoto con miedo
- Yo si, por eso creo que es hora de que lo demos en adopción, seguro que alguna estúpida familia lo adopta y así podremos ser felices - explicó Mutsu mientras señalaba a Sougo como si fuese un demonio, la raíz de todos sus males
Sakamoto comenzó a reír a carcajadas, realmente nunca sabía con qué locura saldría Mutsu, pero eso le encantaba y debía admitir que esa idea de la adopción que acababa de proponer era de lo más tentadora.
Continuará
Y los pillaron infraganti xD lamento el vocabulario de Sougo, pero quedaba perfecto xD
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Perlas del mar
FanfictionKagura y Mutsu son sirenas bastante curiosas ¿Lograran ver todas las maravillas de la superficie? ¿Que tienen que ver Sakamoto y Sougo en todo esto? ¿Es solo una versión cutre de la sirenita? Todo esto y mas en la historia.