Y aquí está el nuevo capítulo xD espero que os guste ^^
Vigésimo segundo capítulo
Tres bestias hambrientas
Bastante confundido y sin saber bien que fue lo que ocurrió, despertó el joven de ojos color rubí. La habitación en la que se encontraba no le resultaba conocida pero haciendo un gran esfuerzo podía recordar algo. Recordaba que se encontraban buscando a Mutsu y que había un fantasma, pero de repente todo estaba blanco, no era capaz de recordar nada más.
Lo único que creía recordar pero no le parecía más que un sueño, era una luz blanca al final de un túnel, incluso creyó escuchar la voz de sus padres pero eso era imposible, por lo que descartó la idea rápidamente creyendo que fue un mal sueño.
El chico no tenía muchas ganas de levantarse, pero su estómago parecía pedir comida a gritos, por lo que se vio obligado a escucharlo e ir en busca de algo comestible. Pero lo que no se imaginó es que al salir de la habitación, se encontraría con las chicas abriendo la habitación contigua mientras llevaban una vasija aparentemente llena de algo. Cualquier persona normal se hubiese preocupado por la travesura que estaban planeando, pero como Sougo nunca fue normal no sólo no le importó aquello, sino que quiso unirse a lo que sea que estuviesen planeando.
- ¿A quien vamos a matar? - preguntó Sougo mientras hacía sonar sus nudillos
- Nada de matar al cocinero, de lo contrario nos moriremos de hambre - explicó Mutsu
- ¿Y que fue del fantasma? - preguntó el chico con curiosidad
- Eso fue el capítulo pasado, eres muy lento - añadió Kagura molesta porque el chico no paraba de hablar y molestar en su plan maestro para poder desayunar
- Nunca hubo ningún fantasma y todo fue parte de la locura de los dos idiotas - explicó Mutsu
- Ya sabía yo que estaba loca, si quieres conozco un buen lugar donde encerrarla - dijo Sougo con una sonrisa maliciosa
Kagura no tardó en intentar golpear al chico, pero Mutsu se interpuso entre ambos, arruinándole así la diversión a uno y tranquilizando al otro.
- Primero desayunamos y después os podéis intentar matar todo lo que queráis - añadió Mutsu importándole poco lo que sucediera hasta que consiguiera comida
El trío infernal se adentró en la habitación que ocupaba Sakamoto y con sonrisas que podrían asustar al mismísimo demonio, se acercaron a la cama del chico y vaciaron el contenido de la vasija sobre él.
Como era de esperarse, ante el agua fría, el chico despertó nervioso pero al ver las tres sonrisas saltó corriendo de la cama y llegó hasta el pasillo.
- Fantasmas - gritó el hombre horrorizado y asustado
- Deja las tonterías y haz el desayuno de una vez - ordenó Mutsu de mal humor
- ¿Porque están enfadados cuando no hice nada malo? - preguntó Sakamoto con miedo
Sin tener otra opción, el chico fue obligado a cocinar mientras que los tres observaban todo como si fuesen bestias salvajes y hambrientas, lo cual parecía encajar perfectamente con las dos chicas del grupo.
Cuando todos acabaron de desayunar, Sakamoto reunió finalmente el valor para preguntar, porque ni siquiera él era tan tonto como para preguntar a tres bestias con mal humor, por eso mismo esperó pacientemente hasta que estuviesen llenos.
- ¿Qué fue lo que sucedió ayer? ¿Hubo algún fantasma? - preguntó con miedo el hombre
- Los fantasmas no existen y todo fue un gran malentendido por culpa de Kagura - explicó Mutsu intentando reunir paciencia
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Perlas del mar
Fiksi PenggemarKagura y Mutsu son sirenas bastante curiosas ¿Lograran ver todas las maravillas de la superficie? ¿Que tienen que ver Sakamoto y Sougo en todo esto? ¿Es solo una versión cutre de la sirenita? Todo esto y mas en la historia.