Perlas del mar

Enfermedad y cura

Y aquí hay un nuevo capítulo :) me gustaría explicar un poco las cosas primero, mi tiempo se verá reducido en las próximas dos semanas y no podré subir capítulos, por eso mismo acabé subiendo tres capítulos esta semana, el anterior es de este sábado, mientras que este es el que corresponde al 4 de agosto :( no pienso irme a hiatsu por falta de tiempo o dejar sin capítulos por tiempo indefinido, pero por ello puede ser que suba a veces los capítulos correspondientes antes de tiempo, espero que no os moleste e intentaré volver a actualizar como antes, pero de momento lo veo complicado.

Quincuagésimo segundo capítulo

Enfermedad y cura

- Cásate conmigo -

- No - gruñó nuevamente Ikumatsu, ya que Katsura se había tomado su promesa muy en serio y no paraba de preguntarle

- Venga, vaaaaaamos, solo quiero que seas mi esposa - pidió el hechicero como si se tratase de un niño que quería un juguete

- Y yo quiero que me dejes tranquila, pero parece que ninguno conseguirá lo que quiere - añadió la mujer perdiendo la paciencia

- Me molesta tu respiración - se quejó Kagura al notar a Sougo demasiado cerca al estar tomados de la mano

- ¿Y que quieres que haga? - preguntó Sougo cansado de la chica

- Morirte, por ejemplo - sugirió la chica

Sougo intentó golpearla, pero al estar tomados de las manos todo era más difícil, por lo que optaron por la opción más fácil. Un pulso para ver quien era más fuerte, lo cual no estaba destinado a acabar bien.

Mientras tanto, Mutsu aprovechó que los jóvenes estaban distraídos, para informarse más sobre la enfermedad que tenía a su hermana en tan extraña situación.

- No sabía que tenías conocimientos de medicina - dijo la joven

- Hay mucho que no sabes sobre mi, pero yo puedo asegurarte que no soy un yeti, pez de colores o alquimista de la llama - dijo Sakamoto recriminando todavía por lo ocurrido

Mutsu tendría que acostumbrarse a ello.

- ¿Es una enfermedad grave, señor alquimista? - preguntó la mujer burlándose un poco de Sakamoto en venganza

- Muy graciosa, pero igualmente compartiré mis conocimientos contigo - añadió Sakamoto de buen humor -

- Ilumíname - exigió ella

- No es una enfermedad, al menos no una como tal, es algo que les ocurre a todos tarde o temprano y estoy seguro de que sabes de lo que trata - explicó el hombre

- No lo entiendo - respondió Mutsu cada vez más confundida

- ¿Nunca sentiste esos síntomas? No es una mala sensación, al menos normalmente - explicó Sakamoto

- ¿Tú sufriste de lo mismo? - preguntó ella con miedo por la salud del chico

Sakamoto quería negarlo, todo sería más fácil de esa manera, pero llevaba demasiado tiempo mintiéndose a sí mismo.

- Los sufro, pero en mi caso es diferente, no habrá cura alguna - añadió el chico mientras no apartaba los ojos de Mutsu

- ¿Vas a morir? - preguntó ella con miedo y la voz temblorosa

- Nadie muere de amor, al menos no normalmente - explicó Sakamoto

- ¿Amor? - preguntó Mutsu

- El amor es así, la única enfermedad que tienen esos dos es que están enamorados -