Recuerdos del pasado

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Hola *w* aquí esta el capítulo de esta semana espero que os guste, esta vez esta basado en la perspectiva de Sougo y sus sentimientos.

Décimoquinto capítulo

Recuerdos del pasado

El joven se encontraba observando el desastre que había en la habitación, las cortinas se encontraban desgarradas, había cristales en el suelo que en su momento formaron parte de una vasija, en los muebles de madera había un sinfín de arañazos gracias al filo de la espada del joven. Los pocos cuadros que se encontraban colgados en la pared hace unas horas, se encontraban ahora despedazados sobre el suelo, no es como si le gustaran desde el principio, solo los dejo allí por su hermana y que ella aseguraba que le daba vida y alegría a la habitación, deseaba poder reírse de ello. ¿Vida y alegría? ¿En su habitación?

A veces le sorprendía como su hermana podía ser tan inocente a su edad, todos dudaban que fueran hermanos, ella parecía ser tan angelical, la luz personificada, ella era justa y reinaba preocupándose por todo y todos, evitaba las guerras e intentaba respetar a todos los seres vivientes, Sougo no recuerda que ella se enfadara realmente.

Mientras tanto estaba él, que parecía la oscuridad en persona, muchos lo apodaron "hijo del diablo" o "rey sádico" a pesar de que no era el rey. Aquellos apodos no le molestaban, es más creía que le quedaban bastante bien, pero a veces le molestaban las miradas de miedo de los ciudadanos o de los sirvientes de castillo, quizás por eso siempre hacía lo que quería, total nadie tendría el valor para llevarle la contraria.

Sougo tomaba lo que quería y lo hacía suyo, al igual que la joven del mercado, recordaba como la conoció, la chica parecía estar loca por confundir el brócoli pero eso era lo de menos, lo que realmente le molestó fue que lo golpeó y no se disculpó por ello ni le rogó por su vida, es más, lo miró desafiante y eso era algo que nadie hacía.

Por un momento le pareció gracioso, hasta curioso que alguien tuviera el valor para desafiarlo y no temblar de miedo en el intento, incluso después de saber quien era.

Quizás fue por eso que decidió llevarla al castillo, sería un nuevo juguete contra su aburrimiento, seguro que torturarla sería divertido, más Sakamoto no se lo permitió, como siempre estaba arruinando su diversión o como el diría "intentando llevarlo de vuelta al buen camino", pero eso no es lo que quería, a los buenos nunca les pasa nada bueno, sus padres eran el ejemplo de ello, además de que ser malo era más divertido, así que usaría a la joven para ello.

La mayor intentó ofrecerse para salvar a su hermana, pero no tenía interés en ella, era demasiado seria y aburrida así que se llevaría a ambas, solo para asegurarse de que no hacían nada estúpido. Quizás amenazarlas con hacerle algo a la otra sería divertido.

Pero no tuvo tiempo de nada, las chicas eran bastante inteligentes y no se parecían en nada a algo que hubiese visto antes, sin saber cómo narices, escaparon de la celda, las encontró junto a su hermana y ella con su manera de ser tan inocente, las nombró sus amigas. Mataría a esas cabronas a como diera lugar.

Sin darse cuenta como, Sakamoto desapareció con la menor, parecía bastante interesado en esa salvaje y no lograba entender el porque, estaba acostumbrado a que Sakamoto estuviese detrás suya como un perrito faldero, pero por primera vez fue ignorado y abandonado y no estaba seguro de si le gustaba aquella libertad.

Pelear con la chica brócoli era divertido, no tenía que preocuparse por herirla ni contenerse puesto que no parecía para nada una mujer, seguro que podría considerarse como un gorila, pero ella parecía no tomarlo del todo en serio o se preocupó más por la desaparición de su hermana, Sougo no pudo evitar maldecir a Sakamoto que incluso cuando no estaba presente le arruinaba sus planes.

Perlas del marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora