Caos

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El otro día leí un hermoso fanfic de setenta capítulos... me pareció demasiado largo y no quiero ni pensar en lo que os parecerá a vosotros esta historia xD y encima que todos son bien lentos. Por eso intentaré ir pensando el final adecuado para escribir algo que todos merecéis (al final acabaré como el gorila xD)

Nonagésimo capítulo

Caos

Katsura aprovechó su recién adquirida libertad temporal y comenzó a buscar a su amada entre los invitados, allí se encontraba casi todo el reino, por lo que sus posibilidades eran buenas.

Él estaba seguro de que todo sucedería como en un libro romántico de esos que tanto leía a escondidas. Seguro que entre la gran multitud lograría divisar una cabellera rubia conocida, así que sin dudarlo correría a través de los invitados, quedándose sin palabras cuando la tuviese de frente, pues se vería más hermosa que cuando la dejó. Ambos se mirarían a los ojos, viendo su alma reflejada en los contrarios. Ambos susurrarían palabras de amor y acabarían abrazándose, sin desear volver a separarse nunca más. Y finalmente, se demostrarían su amor en un beso de amor verdadero.

El hechicero casi podía sentir las lágrimas bajar por sus mejillas al imaginarse tal hermoso encuentro.

- ¿Necesitas pañuelos? - preguntó un humano

Katsura no dudó en asentir y limpiarse sus lágrimas con el pañuelo que le fue ofrecido. Decidido a agradecer al extraño, se giró a ver a aquella persona, más no podía estar más confundido sobre ello.

- ¿Ikumatsu?! - gritó el hombre sorprendido

Para cualquier otra persona, hubiese sido obvio de que se trataría de ella, después de todo era una situación bastante cliché, pero Katsura nunca fue conocido por sus neuronas.

- Pareces muy sorprendido de verme, creí que me estabas buscando - explicó ella sin alterarse

- Yo... si, quería... yo... ¿boda? -

Katsura parecía haber perdido capacidad alguna de comunicarse, por eso mismo, Ikumatsu acabó riéndose de él y de su estupidez.

- Yo pensé que querrías pedirme matrimonio nuevamente, pero parece que no es el caso - dijo la mujer mientras se daba la vuelta, fingiendo que dejaría al hombre solo

- No es eso - añadió Katsura con prisa, mientras sujetaba a Ikumatsu por el brazo - Yo te quiero, aún más, te amo, pero me di cuenta en este tiempo que llevamos separados, que eso no es lo más importante, una boda no es nada más que una forma de demostrarle a los demás la fuerza de una relación y las intenciones de que esta sea duradera, pero ahora mismo eso no podría importarme menos, yo te amo y confío en que estaremos juntos el resto de nuestras vidas si así lo deseas, no debemos demostrarle nada a nadie y solo nos basta con nuestro amor -

Katsura no estaba seguro de donde había salido aquel discurso romántico, pero esperaba que no le arruinase las pocas posibilidades que tenía con la rubia.

Ikumatsu no estaba segura de que debía decir, estaba más que segura de que recibiría nuevamente la misma confesión de siempre y que Katsura le pediría matrimonio, pero no esperaba que este desistiese en ello. Ahora tendría que ser ella la que diese su brazo a torcer, pero al menos lo intentaría dejando su orgullo intacto.

- ¿Así que esa es tu excusa para poder abandonarme nuevamente sin problemas de conciencia? - preguntó ella

- No pienso volver a abandonarte - explicó el hombre

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