Y aquí está el capítulo de esta semana *w* espero que os guste :)
Septuagésimo sexto capítulo
Un beso es la cura
Lágrimas corrían por las mejillas de la mujer, esta sería una despedida difícil, de una de las que no olvidaría.
- Ya suelta la pierna de Mutsu y deja de ser dramática - ordenó Tatsuma a su madre
Nanami se encontraba en el suelo, mientras abrazaba la pierna de su nuera, sin intención alguna de dejarla ir.
- Me niego, si la dejo sola contigo seguro que harás algo para estropearlo y ella huirá de ti - explicó sus miedos la mujer - Y nunca encontraré otra nuera tan buena, además de que los años se están pasando y ya estás viejo y feo, además de que esa risa tuya no ayuda nada -
- ¿De quién te crees que lo heredé? - recriminó el hombre - Además de que no soy feo ni viejo y soy bastante inteligente, ¿Verdad Mutsu? -
La joven sirena desvío la mirada, deseando por una vez no tener que lidiar con dos Sakamotos juntos, encima de que Nanami quería nietos, definitivamente no, ya había demasiado gen Sakamoto por todos lados como para necesitar más.
- Señora - dijo la chica con toda la paciencia que pudo reunir - Si me fuese a asustar ante la estupidez de su hijo, no hubiese esperado hasta ahora y créame que no lo hubiese venido a buscar, además de que tengo total confianza en que puedo ocuparme yo sola de él -
Nanami pareció dudar, pero acabó aceptando aquellas palabras, soltando a Mutsu y dándole un abrazo.
- Si te molesta, puedo decirte como le castigaba de pequeño o cosas vergonzosas de su juventud - propuso la mujer
Tatsuma sintió escalofríos, debía sacar a Mutsu de ahí antes de que fuese demasiado tarde.
- Tenemos que irnos - añadió el chico mientras separaba del abrazo a las dos mujeres, tomaba la mano de Mutsu y la arrastraba fuera de la casa
- No os olvidéis de que- quiso repetir la mujer, pero la pareja se adelantó
- Quieres nietos, lo sabemos - dijeron ambos al unísono y bastante sonrojados
- Así me gusta, esperaré noticias pronto y puse en vuestra maleta un par de cosas útiles para que podáis hacerme abuela - añadió la mujer mientras guiñaba un ojo
Mutsu se encargaría de prenderle fuego a la maleta en cuanto llegasen a palacio, mientras que Tatsuma tenía planeado dejar la maleta en medio del bosque.
Una vez en la carroza, cuando perdieron finalmente a la mujer de vista, Tatsuma se decidió a hablar.
- Siento todos los problemas que da mi madre - se disculpó
- No te preocupes, es una mujer encantadora, al menos cuando no intenta obligarnos a tener hijos - explicó la menor con una sonrisa
- Si, es bastante molesto, quiero decir, apenas tuvimos una cita recorriendo mi casa y ella ya nos quería en la misma cama - añadió Sakamoto bastante avergonzado
- Es verdad, tampoco es como si necesitásemos hacer ese tipo de cosas para hacer nuestra relación firme - añadió Mutsu
En ese momento ninguno era capaz de mirar al otro a la cara, pues estaban completamente rojos y avergonzados, además de que sus cabezas no ayudaban mucho proyectando imágenes de cómo sería tal encuentro entre sus cuerpos.
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Perlas del mar
FanfictionKagura y Mutsu son sirenas bastante curiosas ¿Lograran ver todas las maravillas de la superficie? ¿Que tienen que ver Sakamoto y Sougo en todo esto? ¿Es solo una versión cutre de la sirenita? Todo esto y mas en la historia.