Camino sin retorno

212 32 28
                                    


Hola aquí os traigo el nuevo capítulo y espero que os guste, aviso que muchas gritarán :)

Quincuagésimo sexto capítulo

Camino sin retorno

La lluvia seguía cayendo con fuerza, por eso mismo la joven se aferró con más fuerza a la chaqueta roja que se encontraba sobre sus hombros, como si esta le diese fuerza.

Su cabeza llevaba bastante hecha un lío, al principio por la preocupación por su familia y la responsabilidad de cuidar de Kagura en la tierra, pero últimamente su hermana no la necesitaba y ella estaba disfrutando demasiado la compañía de Sakamoto, de una manera en la que no le gustaba admitir.

Por eso tenía miedo, se sentía incómoda y no sabía cómo manejar la situación, pronto debían volver al mar y nunca más volvería a ver al chico de ojos azules como el océano, de sólo pensarlo le dolía el pecho, eran demasiadas sensaciones que no conocía, tantas cosas que le quedaban por aprender y tampoco podía olvidar la conversación con el joven de cabellos rebeldes, le había dicho que estaba enamorado, aunque sus sentimientos no fuesen recíprocos. Eso la tenía desanimada, deseaba que él fuese feliz, pero por otra parte se alegraba de su desgracia, era egoísta, demasiado.

- ¿Qué demonios me pasa? - murmuró Mutsu, intentando llamar a la poca cordura que quedaba en su cuerpo

Sentía frío y ya no sabía si se debía a la lluvia que estaba empapando su ropa por completo o todos esos sentimientos que deseaban salir.

Estaba debatiendo sobre lo que debía hacer, cuando sintió que alguien tocaba su hombro, algo en su cabeza le dijo que sería Sakamoto, así que se giró, pero nada podría haberla preparado para la persona que se encontraba frente a ella.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó sorprendida Mutsu y sin saber cómo reaccionar

- ¿Ya no saludas a tu querido hermano? - preguntó el joven que poseía el mismo cabello llamativo que Kagura

Mutsu no sabía cómo reaccionar, ¿Qué hacía el problemático de su hermano allí? ¿Las estaba buscando?.

- Tienes piernas - fue lo único que logró pronunciar la mayor

- Eres todo un genio, deberías ser detective - se burló el chico

- Kamui, yo tengo tantas preguntas ¿Cómo llegaste aquí? ¿Sabe Umibozu donde te encuentras? - comenzó a preguntar Mutsu

- Tranquila enana, el viejo no sabe nada - explicó Kamui

Al menos eso era algo bueno, si Umibozu no estaba al tanto de lo que sucedía sería un problema menos, aunque ahora debía ocuparse de su hermano.

- No soy una enana y soy mayor que tú - regañó Mutsu

- ¿El pequeño demonio está con el calvo? - preguntó Kamui con curiosidad

- Ella te matará por el mote, pero ambas estamos aquí - explicó Mutsu

- Déjame adivinar, Kagura tuvo una de sus brillantes ideas y te acabó arrastrando hasta aquí - dijo Kamui, conociendo a su hermana pequeña

- La verdad... es que la idea fue mía - confesó Mutsu

- No te creo - murmuró el chico sorprendido

- Es la verdad, yo fui irresponsable y egoísta, así que acabé arrastrándola a todo esto - se sinceró la chica

- Felicidades - dijo Kamui, logrando que Mutsu lo viese sin comprender y casi creyendo haberse vuelto loca - Cometer fallos forma parte de madurar y reconocerlos de volverse inteligente, además de que por esa sonrisa en tu cara, algo me dice que habéis tenido mucha diversión ¿Me equivoco? -

Perlas del marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora