A solas

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No habrá Okikagu en este capítulo, pero vi esta imagen hermosa en fb y no pued evitar subirla aquí *w* dicho esto os dejo continuar 😊

No diré nada sobre el capítulo, pero al final dejaré mi gran nota xD

Septuagésimo noveno capítulo

A solas

Sakamoto veía que no podía razonar con ella, por lo que suspiró nuevamente y se hizo a un lado, dejando la entrada libre. Mutsu entendió este gesto y entró sin dudarlo a la habitación a oscuras. Sakamoto siguió a Mutsu y cerró la puerta tras de sí, quedando ambos a solas.

La luz de la luna iluminaba levemente la habitación, lo mínimo para poder reconocer los objetos que allí se encontraban. Mutsu echó un vistazo en silencio a la habitación de su pareja. Al contrario de lo que esperaba, Sakamoto no tenía todo organizado, lo cual no encajaba con la imagen que tenía Mutsu de él en su cabeza.

En la habitación había pocas cosas, una estantería con varios libros de todo tipo, un escritorio con diferentes documentos desparramados y otros libros más, una silla para el escritorio y la cama. Al fijar la visita en lo último, Mutsu sintió un escalofrío y se vio obligada a desviar la mirada por su propia salud mental.

Sakamoto estaba muy callado y eso le daba miedo a la chica. ¿Estaba enfadado? Ella había insistido en entrar a la habitación, pero de pronto ya no se sentía tan valiente ¿Qué tenía planeado hacer allí de todas maneras? No es como si fuesen a jugar a las cartas o tener conversaciones profundas ¿No?

El silencio era incómodo y Mutsu intentaba pensar en cualquier cosa para comenzar una conversación, casi hasta prefería discutir con Sakamoto, pero el silencio era demasiado, se sentía extraño y como si hubiesen llegado a un nivel al que no debían acceder, uno donde su relación cambiaría para siempre.

Harta de todo, de sentirse débil, inútil e insegura, la joven decidió ser directa, después de todo siempre había funcionado con Sakamoto.

- ¿Qué sucede entre nosotros? Ahora estamos saliendo y todo debería ir a mejor, pero estás muy raro y no sé qué hice mal - explicó Mutsu

Sakamoto suspiró y miró a Mutsu a los ojos por primera vez desde que entraron a la habitación.

- Ese es el problema Mutsu, estamos saliendo y estar en la misma habitación de noche está mal - explicó armándose de paciencia el hombre

Mutsu estaba cada vez más confundida.

- En tu casa nos quedamos dormidos en la misma cama y no tuviste problema alguno - recriminó ella

Sakamoto solo podía sentirse cada vez más culpable, no era lo mismo, ni siquiera era parecido, en aquel entonces tenía suficiente con tener a Mutsu de vuelta a su lado, pero ahora se había vuelto egoísta, eso ya no le bastaba y tenía miedo de asustar a Mutsu o acabar obligándola a algo que ella no desease.

- En ese momento estaba falto de sueño, no había peligro alguno, ahora es diferente y estoy en todos mis sentidos, esto podría acabar mal - regañó Sakamoto perdiendo la paciencia y revolviendo sus cabellos para tener sus manos ocupadas y evitar así poner una de ellas sobre la mujer

Mutsu se acercó un paso a Sakamoto, decidida a llevar la situación más lejos, completamente inconsciente de las consecuencias que podían traer sus actos.

- Si estoy contigo no tengo miedo de nada - continuó hablando la chica mientras daba otro paso hacia Sakamoto

El chico retrocedía cada vez más, pero sin darse cuenta acabó chocando con la cama y cayendo sentado sobre ella. Mutsu aprovechó para sentarse a horcajadas sobre él, evitando así cualquier huida posible.

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