Perlas del mar

Peligro

Os traigo el capítulo de esta semana ^^

Quincuagésimo cuarto capítulo

Peligro

- ¡Te voy a arrancar la cabeza! - amenazó Kagura

- Ni siquiera sabes lo que es eso - se burló Sougo

- Cásate conmigo - rogó Katsura

- Déjame en paz - respondió Ikumatsu

- Quiero volver al mar - añadió Mutsu ante tal escándalo

- AHAHA yo también querría, pero es bonito ver como el amor está en el aire, todos están luchando por el amor a su propia manera - explicó Sakamoto mientras se divertía con la extraña escena

Desde que se habían reunido, parecía que cada vez se formaban grupos, Katsura rogaba a Ikumatsu, perdiendo lo poco que le quedaba de dignidad, mientras que Sougo y Kagura intentaban asesinarse pero sin soltarse de las manos. Hasta ahí era todo dos parejas en modo romántico y coqueteando a su muy retorcida y pervertida manera, pero si se observaba su conversación, parecía funcionar de alguna manera bizarra.

Los únicos que tenían sus problemas, con todo esto eran Sakamoto y Mutsu, aunque la segunda era a quien más le molestaba.

- Esto es muy incómodo - añadió Mutsu

- Todos son felices, deberíamos permitirles continuar así - explicó Sakamoto aunque sentía celos de sus amigos, pues ellos podían disfrutar de la atención de sus personas amadas, mientras que él... pues tenía salud

Y como si fuese el karma, Sakamoto estornudó, quizás porque estaban hablando sobre él o quizás porque no era tan idiota como creía.

- Lo que me faltaba - se quejó Sakamoto de mal humor

- Hay una cosa que me estaba preguntando, ¿Cómo continuará esto? - preguntó Mutsu

- ¿A que te refieres? - preguntó Sakamoto confundido

- Katsura nos dio un mes para que pudiésemos conocer cosas nuevas en la tierra, mientras que encontrásemos a la bestia - comenzó a explicar la chica - Ya encontramos a Ikumatsu y no estoy segura de cuanto tiempo nos queda, pero no sé qué deberíamos hacer -

Sakamoto sabía cómo acabaría eso, con la chica desapareciendo nuevamente.

- ¿Vas a irte otra vez? - preguntó Sakamoto, aunque no deseaba oír la respuesta

- Tengo que irme, pero gracias a tu ayuda pude aprender muchas cosas y gracias a las maravillosas personas que conocí pude descubrir que los humanos no son tan crueles como en las historias de mi padre - explicó Mutsu mientras sonreía a Sakamoto, agradecida por todo

- ¿No puedes venir de visita? - preguntó el hombre, negándose a dejar ir a la joven en un futuro próximo

- Mi padre odia a los humanos, nos odiaría si se entera de que subimos a la superficie - dijo la sirena mientras veía como Sakamoto parecía deprimirse con cada palabra - Pero puedes enviarme cartas en una botella -

Sakamoto notó las buenas intenciones de la joven, pero sabía que aquello sería una promesa vacía, además de que no le sería de ayuda alguna, pues la mujer que amaba se iría de su lado.

- ¿Y como me responderás? No hay papel en el océano - explicó él

Pequeño fallo en el plan, pero Mutsu no se dejaría derrotar tan fácilmente.