Nuevamente subiré dos capítulos y encima dos días antes de plazo xD
Nonagésimo sexto capítulo
Sentimientos encontrados
La joven sirena se encontraba huyendo, pues era perseguida por un montón de criaturas negras salidas de entre las sombras y que sólo tenían uno en mente, robar su corazón.
Nadando con todas sus fuerzas, la joven deseaba escapar y llegar a algún lugar seguro, pero no había tal cosa en este lugar, el mundo entero había caído bajo las sombras, el mar ya no era un lugar seguro.
Las sombras la tenían acorralada y ya no había salida, pero cuando la joven había perdido toda esperanza, fue salvada por tres extraños, probablemente las criaturas más raras que había conocido. Un sireno delfín que portaba una rara llave, un perro tortuga y un pato pulpo.
Pero lo más extraño no fue eso, lo peor fue ver como una bruja llamada Úrsula intentaba acabar con ellos gracias a su caldero que cambiaba de color y sus dos anguilas. La bruja que no era como cierto hechicero travesti, se volvió gigante y gracias a ello logró vencerlos mientras sonreía con malicia antes de robar sus corazones.
La joven de cabellos naranjas despertó asustada después de semejante pesadilla.
- No más dulces antes de dormir - murmuró la menor mientras intentaba olvidar tal sueño bizarro y salido del videojuego más extraño
Pero la joven no tuvo mucho tiempo para descansar, pues su hermana ya estaba tocando su puerta y acercándose con una bandeja de desayuno.
- Buenos días, ¿Cómo te encuentras? - preguntó Mutsu
Kagura no estaba acostumbrada a que su hermana fuese tan dulce con ella, es decir, ambas se llevaban muy bien y todo, pero Mutsu se había convertido en los últimos días en una especie de madre sobreprotectora y eso le daba algo de miedo, Kagura prefería a la loca y algo seria Mutsu.
Pero desde que vomitó, todos la trataban como si fuese de porcelana, incluso Sougo se negaba a pelear con ella y eso solo hacía que la joven se aburriese cada vez más. Mutsu intentó ayudar y le dio un libro sobre bebés lleno de dibujos para que pudiese entender sin necesidad de leerlo. Pero para Kagura era algo poco interesante, además de que nadie quería decirle donde aparcaría la cigüeña, solo se limitaban a sonreírle como si fuese estúpida.
Que ella hubiese perdido el juego con Sougo no significaba que no entendiese las reglas y estaba dispuesta a demostrarlo, pero el chico la ignoraba cuando le hacía ese tipo de peticiones. Definitivamente todos estaban muy raros.
Al final Mitsuba consiguió un hermoso vestido blanco para Kagura, con el cual la menor se sentía más o menos cómoda y la reina no paraba de hacer comentarios de que no debía preocuparse de nada, pues era imposible que su barriga se notase ya, Kagura no entendía nada, pero no recordaba haberse comido un pez globo, así que lo dejó pasar, después de todo nunca fue el tipo de chica que se preocupa por su peso.
- Hoy será un día largo para ti, pero si te encuentras mal debes avisarnos - explicó Mutsu mientras le dejaba la bandeja con comida y comenzaba a preparar el vestido
Kagura ignoró a su hermana y devoró el desayuno, aunque de por sí siempre comía con hambre. A pesar de que sólo vomitó una vez, todos le decían que ocurriría nuevamente y que debía acostumbrarse, pero la menor nunca entendía nada, aunque quizás es que no le importaba y por eso prestaba poca atención.
Sin otra cosa que hacer, Kagura dejó que Mutsu la ayudase con el vestido y que arreglase su cabello. Kagura era muy pequeña cuando su madre falleció, pero aun así le dio un poco de nostalgia, pues recordaba como ella las peinaba a ambas y jugaba con su cabello. La menor se preguntó si ella estaría observando desde el cielo, aunque cuando su padre le explicaba donde se encontraba su madre siempre acababa un poco extraño, además de que eso de que ella brillase azul y estuviese acompañada de caballeros Jedi no le hacía mucha gracia.
Antes de darse cuenta, Mutsu había acabado su tarea y el cabello de Kagura se encontraba recogido de una elegante forma. Kagura necesitó verse dos veces en el espejo para reconocerse y aun así se vio obligada a preguntar.
- ¿Esa soy yo? -
- Así es, te ves adorable - añadió Mutsu con una sonrisa mientras luchaba con las lágrimas, la mayor no había esperado que ese momento llegase tan pronto
Kagura se dio cuenta, pero no dijo nada, en su lugar abrazó a su hermana.
- Te quiero mucho, eres la mejor hermana que podría tener - confesó Kagura sintiéndose valiente
Y al final, Mutsu no pudo retener las lágrimas, al igual que Kagura y gracias a eso el maquillaje de ambas las hacía parecer payasos de circo.
- ¿Dónde están las princesas? - dijo la voz de cierto travesti al abrir la puerta - Me equivoqué de habitación, lo siento señores -
- ¡¿A quién llamas señor?! - dijeron ambas al unísono, para después comenzar a reír, sería un día muy largo
Por suerte para ambas, Katsura además de peluquero y hechicero en sus ratos libres, sabía mucho de maquillaje y las ayudó a parecer nuevamente mujeres elegantes en lugar de payasos o actrices de películas de terror.
- Nada de maquillaje a lo Bucky por hoy - añadió el hombre con una sonrisa
Katsura debía admitir, que en el poco tiempo que las conocía, se había hecho su amigo y ahora estaba casi tan sentimental como ellas, con la única diferencia de que él no llevaba maquillaje y por primera vez usaba un traje, después de todo lo del vestido se lo dejaba a su prometida, pero lo de llorar sería probablemente tarea del hombre.
- ¿Estáis listas? - preguntó otra voz familiar
- No es lista, es Katsura - añadió el hechicero/peluquero/apoyo moral y más
- Nadie estaba hablando contigo - suspiró el hombre mientras intentaba no revolver sus cabellos que estaban por primera vez más o menos normales gracias a muchos productos para ello
- Ya estamos listas - añadió Mutsu mientras tomaba su mano y le depositaba un beso en la mejilla - Solo nos pusimos un poco sentimentales -
- ¿Os ponéis a llorar y no me invitáis? Me siento ofendido, yo solo necesito una excusa y ya puedo llorar por horas - explicó Sakamoto
Todos se sentían diferentes, era raro estar en esa situación y la mayoría intentaba superarlo con algo de humor. Por suerte para todos, nadie avisó a Umibozu de la boda y preferían que eso siguiese así, de lo contrario habría una masacre en lugar de una ceremonia. Ya tendrían tiempo para avisarle después de la luna de miel y así con un poco de suerte, creería que su nieto no fue producto de un penalti, algo nuevo en la familia.
- Ya es la hora y el novio parece querer matar a cualquiera que se le acerque y que no sea Kagura - explicó Sakamoto con una sonrisa
El chico jamás creyó ver a Sougo tan enamorado de alguien, aún si el menor nunca lo admitía, por lo que estaba realmente feliz por ellos.
Sakamoto observó a Mutsu por un instante y se preguntó si ellos pronto estarían en esa situación, juntos y formando una familia, aunque no tenía prisa alguna, ellos querían hacerlo a su propia manera, pero estaba seguro de que sucedería algún día y estaba orgulloso de ese futuro.
- Entonces no hagamos esperar más al novio - explicó Mutsu mientras tomaba a su hermana del brazo
- Estoy nerviosa - añadió Kagura con miedo
- No te preocupes, en cuanto le veas en el altar, te olvidarás de lo demás - añadió la mayor
Continuará
Se nos viene la boda xD y juro que esta vez ya no será algo troll
¿Alguien más odia a Úrsula en Kingdom Hearts? No quiero ser la única xD realmente fue una ironía que el mundo de la sirenita fuese tan odioso para mi xD supongo que es el karma por ser tan troll xD
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Perlas del mar
FanficKagura y Mutsu son sirenas bastante curiosas ¿Lograran ver todas las maravillas de la superficie? ¿Que tienen que ver Sakamoto y Sougo en todo esto? ¿Es solo una versión cutre de la sirenita? Todo esto y mas en la historia.