Enfermos de amor

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Antes de darme cuenta llegué al capítulo 50 :) y me parecía que fue ayer cuando comencé a escribir la historia xD gracias a todos los que leen mis capítulos y me animan a continuar :)

Como recompensa hay avances en este capítulo :D espero que os guste

Capítulo quincuagésimo

Enfermos de amor

La situación se había vuelto incómoda para los mayores, Mutsu jamás creyó ver al casi siempre alegre y amable Sakamoto ser cruel, pero aquellas palabras lo fueron para ella.

Mutsu no era tonta y sabía que los chicos no las perdonarían fácilmente, pero no tenía idea de lo difícil que sería una vez llegado el momento.

- ¿Qué es lo que recuerdas exactamente? - preguntó Mutsu haciendo un esfuerzo por no parecer afectada por las palabras del hombre

- Todo, además de que sé lo que sois realmente - explicó el hombre con un tono serio

La sirena no pudo evitar temer por la reacción del hombre ¿Qué clase de persona se tomaría tal secreto como algo bueno? Además de que siempre podía tratarla como a una loca o incluso querer aprovecharse de su condición y venderla como a un extraño espécimen, aunque el Sakamoto que conocía jamás sería capaz de aquello, ¿Pero seguía siendo el mismo hombre que se encontraba frente a ella?.

- Tenía mis motivos para ocultar la verdad - murmuró Mutsu intentando sonar segura de sí misma, pero falló

- ¿Cómo cuál? - preguntó Sakamoto enfadado y sin darle tiempo a responder siguió reclamándole - ¿Fingir para ganarte la confianza de los humanos? Seguro que se te da bien dar lástima, me creí realmente cuando vi tu actuación al caer al agua y parecía que te estabas ahogando de verdad, que iluso fui -

Sakamoto estaba herido, aún así le dolía decir aquellas palabras crueles a la joven.

Mutsu no se lo esperó, jamás creyó ser capaz de ver a Sakamoto de esa manera y tampoco le gustaba lo que oía, temía que esa fuese la verdadera personalidad del joven, que el resto hubiese sido una falsa máscara, una demasiado hermosa.

- ¡Cabeza de alga! - gritó la mujer furiosa mientras apretaba con fuerza sus puños, intentando evitar que uno de ellos acabase en la cara de idiota del humano - Desde el principio quise evitarte, no quería amigos, solo necesitaba cumplir la estúpida misión del idiota hechicero, pero tú me obligaste a hablarte, a ser amable contigo y hacernos amigos, así que toda la culpa es tuya -

Sakamoto no cambió de expresión, pero las palabras de Mutsu lo habían alegrado un poco, pero todavía tenía dudas, necesitaba saber algo realmente importante y que no pudo parar de preguntarse desde la desaparición de las jóvenes.

- ¿Qué soy yo para ti? ¿Qué sientes por mi? - preguntó Sakamoto sin dudar pero con miedo de la respuesta de la mujer

- Te odio - dijo Mutsu con voz fría

Mutsu odiaba a Sakamoto, odiaba esa gran sonrisa suya y el sonido ridículo de su risa, odiaba como parecía ser tan bueno con cualquiera e incapaz de enfadarse, aunque ahora él parecía odiarla con todas sus fuerzas y eso le dolía, al igual que sus reclamos por la vez que casi muere ahogada.

Sakamoto había aprendido a ser observador, por ello pudo notar la tristeza en el rostro de la joven que se negaba a demostrar sentimiento alguno. Suspiró, seguía dolido, aquel sentimiento no desaparecería fácilmente y tenía miedo de ser abandonado nuevamente, pero podía sentir que la joven seguía siendo la misma loca que conoció.

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