-Habla con él, dile toda la verdad. -Dice mamá.
-¿Qué verdad mamá? No los entiendo. No sé qué quieren que haga. -Una lágrima resbala por mi mejilla.
Es demasiado frustrante no entender lo que ellos tratan de decirme, y eso me enoja demasiado, no puedo ayudarles si no me dicen las cosas directas.
-Cuentale tus sueños a Sebastián. -Dice mi padre.
-¿Los de ustedes? ¿Esto no es real? Yo sé que estoy soñando, pero esto parece la vida real.
-Platica con Sebastián sobre nuestra muerte...
Despierto asustada y Sebastián está a lado de mí. Está amaneciendo, he dormido mucho rato. Me levanto de la cama y voy al baño, hago mis necesidades y después me doy una ducha. Salgo y Sebastián aún está dormido, aprovecho para vestirme pronto. Me pongo unos jeans y una playera rosa. Mis tenis y cepillo mi cabello.
Sebastián despierta y yo bajo a la cocina. Hago algo de desayunar y Sebastián baja. Empezamos a desayunar y creo que es momento de hablar con Sebastián.
-¿Tu conocías a mis padres? -Lo miro.
-Sí, ¿quién no? Con todo respeto. -Una risa burlona sale de sus labios.
-Esto es serio. ¿Qué hacías cuando ellos murieron?
Okey tal vez parecía una loca cuestionando a Sebastián, puede ser que en el momento en que ellos murieron Sebastián estaba follando con otra y yo aquí pensando en que él pudo haber hecho otra cosa. Ni siquiera sé si mis sueños son reales. Nunca había soñado a mis padres hasta ahora. Y hace un año y medio de su muerte.
-Yo no les hice mal a tus padres, si eso es a lo que vas.
-¿Tú sabes cómo murieron? -Pregunto.
-Salió en las noticias.
-Ellos te conocían. -Sonó mas como afirmación que pregunta.
- No, ellos nunca me vieron. No me conocieron.
Esto es absurdo, Sebastián jamás me cuenta de su vida, ahora menos va a aceptar que conocía a mis padres.
- No fue un accidente el que les arrebató la vida. -Dije mirando el piso.
-¿Viste algo más?
- No.
-Deja de pensar en eso Tn, tus padres ahora están en un mejor lugar, recuerda que las cosas pasan por algo, te aseguro que ellos desde allá arriba te cuidan. - Me abraza y yo me dejo.
Sebastián ahora está conmigo, lo tengo como compañero, aunque a veces se moleste por cosas tan inmaduras está conmigo, no estoy sola. Y es bueno.
Sebastián besa mis labios delicadamente y yo correspondo su beso.
-Esta noche tengo que ir con los chicos, saldremos a una fiesta. ¿Te podrías poner el vestido que te compré? -Asentí con una sonrisa.
Subimos a la habitación y yo me acosté. Tengo mucha flojera, sueño no, dormí mucho rato.
-
Estaba esperando a Sebastián a que pasara por mí, ya es muy tarde y no me dijo a qué hora es la cena. Sólo me dijo que en un rato vendría por mí. Ya estaba lista, tenía puesto un outfit precioso, hace mucho tiempo no me vestía así.Vi la hora en mi celular y no veo ningún mensaje de Sebastián. Son las 10:00 pm. Yo sé que es una cena pero ya es muy tarde y Sebastián no llega.
Entro a Instagram y subo mi foto, varios comentarios de mis amigos del pasado y sus likes se hacen presentes. Me da curiosidad y busco a Sebastián en Instagram. Sí sale, ¿cómo es que siendo un secuestrador tiene redes sociales? ¿Y por qué tiene su ubicación activa? Es raro.Chismeo algunas de sus fotos y vaya que tienen una muy buena edición, Sebastián está guapísimo. La puerta se abre haciéndome dar un saltito del susto. Sebas entra y ambos nos quedamos mirando de arriba a abajo.
Sebastián trae un outfit que le queda perfecto, nunca pensé verlo vestido de traje, y vaya que le queda muy bien.
- Te ves hermosa. -Camina hacia mí y me besa.
-Tú te ves feo. -Ambos reímos.
Sebastián besa mis labios y un pequeño escalofrío recorre por mi cuerpo. Termino el beso antes de que estropee mi maquillaje y él sonríe.
-Vámonos. -Agarra mi mano y salimos de la casa.
Entro en el auto de Sebastián, sí, tiene auto y camioneta. Después entra él y maneja, el camino es divertido ya que ambos vamos cantando todas las canciones que pasan en la radio. Miro mi celular y veo que ya han pasado 15 minutos desde que salimos de mi casa. Vaya que está muy lejos.
-¿De qué es la cena? - Me atrevo a preguntar.
Y es mejor, no quiero llevarme sorpresas después, y menos que ahí se encuentren Celeste y Diana. No las odio porque odiar es un sentimiento y no les debo dar importancia. Simplemente no nos llevamos bien y jamás lo vamos a hacer. Somos tan distintas. Aparte ellas son de calle y yo no.
-Pues una cena como cualquier otra, sólo que ésta es especial. -Sonrió sin quitar la mirada del camino.
Estoy desesperada, necesito hacer algo. Es muy aburrido estar sin hacer nada. Saco mi celular y busco un juego en la red. Descargo uno de comida y juego durante un buen rato. Vuelvo a ver la hora y ya llevamos 40 minutos yendo a la nada. Okey esto no está bien, o tal vez yo soy una loca.
-¿Alcanzamos a llegar? -Pregunto.
-Vaya que estás desesperada, eh. -Rió.
-Ya me aburrí Sebastián, ¿Cuánto falta? -No aguanto mi trasero.
-Ya estamos a casi nada, aguarda un poco. -Sonríe.
Juego otro pequeño rato en mi celular, el tiempo se va y Sebastián sigue manejando, esto es muy tardado. El sueño está llegando a mí pero no quiero dormir, tardé para que no maquillaje quedara perfecto como para estropearlo ahora mismo. Aparte mi cabello está suelto y tiene caideles, no quiero que se aplasten por ir recargada al asiento. Veo la hora y justamente ya pasó una hora.
-¿A dónde me llevas Sebastián? -Pregunto algo asustada.
-Muy lejos. - Me mira y sonríe, después vuelve a fijar su vista en la carretera.
El siguiente capítulo llevará un vídeo musical, así que les recomiendo que lo lean cuando tengan Internet.💕