-¿Qué te pasa? ¿Dónde estabas? Me tenías preocupado, ni siquiera te llevaste tu celular. -Dice Sebastián preocupado.
Sinceramente no quiero hablar con él. Mis padres no le quieren y eso es un gran motivo para no estar cerca de él.
Camino a la cocina sin siquiera responderle sus preguntas, agarro una pastilla y un vaso de agua, me tomo la pastilla y Sebastián me abraza por atrás.
Yo lo esquivo pero me detiene del brazo haciendo que voltee para con él.
-En serio, necesito dormir. Ha sido una noche muy larga y créeme que no quiero hablar. Y menos contigo. -Le digo para que me suelte.
-¿Qué? ¿Hice algo mal? ¿A dónde fuiste?
Lo miré mal y él no entendía nada, y claro que no lo iba a hacer. No porque yo sepa algo él lo debe saber también, debo tener mi propia privacidad. No todo lo que me pasa lo debe saber él.
Y menos ahora.Me suelto de su agarre y subo las escaleras, ahora no estoy de humor para lidiar con Sebastián. Entro en la habitación y me acuesto, segundos después el peso de Sebastián está a lado de mío. Si no me molesta todo está bien pero que no se atreva a hablar.
Sebastián.
Tn salió entre las 2 ó 2:30 am. No sé a donde fue y claro que me interesa, ella no puede salir a esas horas de la noche, es muy peligroso estar en la calle, y más cuando está sin mí. Yo puedo protegerla de todos y ella no lo entiende, pero pensé que ya le había quedado claro.Estuve preocupado todo el rato y ella no aparecía hasta apenas ahorita y llega mal, a simple vista no se le nota nada bien. Me acuesto a un lado de ella y tiene los ojos cerrados, creo que lo mejor es dejarla descansar, ha estado por más de 12 horas afuera de la casa.
Estábamos tan bien, yo no sé qué le ha pasado. Me acerco y su respiración se escucha como unos ronquidos muy leves y casi nada escandalosos. Pongo mi mano en su mejilla y ella no hace nada, ya está dormida.
Me acerco hasta ella y beso su mejilla, me da un leve olor a alcohol. ¿Dónde mierda se encontraba anoche? ¿Con quién se quedó de ver? Bajo a la cocina y busco su celular, está en la mesa como lo dejó. Busco mensajes con alguien y no tiene nada, tiene de un tal Francisco y se quedaron de ver cuando nos peleamos pero hoy no. No tiene mensajes de nada. Ella estuvo afuera y no sé con quién. Su cuello huele a alcohol. Tal vez sea sólo su perfume y yo esté exagerando la situación.
Subo de nuevo a la habitación y duermo un rato.
Tn.
Despierto y Sebastián sigue a mi lado, me siento en la cama y él me mira, pensé que estaba dormido.-¿A dónde fuiste anoche? -Pregunta viendo el techo.
-¿Te interesa? -Digo sin mirarle.
Bien. Sé que tarde que temprano le terminaré diciendo a Sebastián el sueño de mis padres. Le voy a decir porque es con la única persona que puedo hablar. A veces no me gusta quedarme las cosas para mí sola pero el hecho de saber que se trata de mis padres me pone a pensar dos veces sí contarle a alguien o no. A Kate no le puedo contar nada, ni siquiera entendería el asunto que tuve con Luke y Sebastián.
-¿Por qué estás así? ¿Qué pasó? -Dice ahora mirándome.
-Nada... -suspiro.
-¿Por qué tu cuello huele a alcohol? ¿Dónde estuviste anoche?
El borracho del panteón. Tenía una botella pequeña con él. Y apestaba a alcohol.
-Un borracho me echó su botella encima. -Respondí sin ganas.
-¿Borracho? ¿Dónde estabas?
Sebastián haría que el dolor regresara a mi cabeza.
-Fui al panteón a visitar a mis padres. ¿Tienes un problema con eso? -Dice desesperado.
- Me parece perfecto que hayas ido, pero ¿por qué en la madrugada? Es peligroso salir a esa hora. ¿Por qué no me avisaste?
-Sé moverme sola, Sebastián. No necesito de ti, no siempre.
Okey, debía calmar mi paciencia, estoy siendo muy grosera con Sebastián. Tal vez él no tenga nada qué ver con ésto.
-Cálmate, estoy contigo y no te voy a dejar. -Sé que le cuesta decir eso.
Sebastián no es nada cariñoso, nada.
-Perdón, es que pasan demasiadas cosas por mi mente que no me deja espacio para pensar de una manera adecuada.
Sebastián me abraza y yo escondo mi cabeza en su pecho.
-Puedes decirme cualquier cosa, yo estoy contigo Tn. -Besa mi frente.
Y me gusta que lo haga, un beso en al frente es algo muy bonito, nada sexoso como siempre lo hace.
-Te lo diré, pero no ahora, espero entiendas. -Lo miro.
-Claro que te entiendo, pequeña.