S.T. 43

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Los días pasaron demasiado rápido, todo iba bien, terminaron de arreglar la casa de mis padres y se fueron allá, también me fui con ellos pero a veces venía un par de días a mi pequeña casa. Las cosas con Sebastián iban bien, mis papás lo amaban y eso me alegraba demasiado.

Cuando les conté que Kate ya tenía un hijo ellos se emocionaron demasiado, Kate es su segunda hija y era una noticia muy bonita. Fuimos de inmediato y Kate y Sara se quedaron con la boca abierta, ni siquiera les pasaba por la mente que llevaría a mis padres a su casa una vez más.

Todo, absolutamente todo iba bien, menos una cosa; mi regla.

Sonó mi celular y era un mensaje de Sebastián.

Sebastián.
"Me acostumbré demasiado a ti, necesito estar a tu lado, ¿salimos o voy a tu casa?"

Yo.
"Justamente estaba pensando en ti, ven a casa de mis papás, necesitamos hablar."

Sebastián.
"¿Debo tener miedo por eso?"

Yo.
"No tardes, jajaja."

No sé cómo se tome la noticia Sebastián, yo ni siquiera me veo como mamá, apenas voy a pasar al último semestre de prepa, no quiero ir embarazada ni mucho menos. No es que esté embarazada pero cabe mucha posibilidad de que sí lo esté pero no creo que...

-Hija, ¿estás bien? -dijo mamá entrando a mi habitación.

-Será el bautizo de Osiel y aún no he organizado nada, estoy algo estresada, es todo -me excusé.

-¿Puedo ayudar en algo?

-No mamá, le diré hoy a Sebastián que nos encarguemos de las cosas.

-Está bien, avisame si necesitas de mi ayuda -salió de mi cuarto.

Me puse una chamarra y cogí mi cabello en una trenza, Sebastián llegó y subí al auto.

-¿A dónde vamos a ir? -preguntó él.

-Necesitamos organizar ya todo para el bautizo, es en dos semanas y no tenemos nada -dije estresada.

-Bien, empezaremos con la Iglesia y después vamos al salón.

Puso el auto en marcha.

Ya habíamos pasado por todos los lugares a los que íbamos, sólo faltaba llegar al salón, Sebastián se estacionó y salió del auto. Vi una farmacia en la esquina y aproveché el tiempo para ir a comprar lo que necesitaba.

Entré y me dieron muchos nervios, para mi buena suerte estaba una señora atendiendo. Caminé hasta ella.

-Buenas tardes, ¿qué necesita?

-¿Prueba de embarazo? -dije dudosa.

-Un momento -fue a buscarla y llegó enseguida -tenemos de estas tres -me las mostró pero no sabía cuál era la diferencia de cada una.

-¿Cuál es la más cara?

-Ésta -apuntó la de la caja morada.

-Me da dos de esa, por favor.

-¿Algo más? -preguntó la anciana.

-Nada más -saqué el dinero y le pagué.

-Lindo día.

-Gracias, igualmente -le sonreí.

Salí y guardé mi mandado en el bolso, llegué al carro y Sebastián ya estaba adentro.

-¿A dónde fuiste? -preguntó viendo por el espejo retrovisor.

-Por chicles, ¿quieres uno? -saqué unos chicles de días pasados de mi bolso.

-Bueno -le di el chicle en la boca ya que él iba manejando.

No le quería decir a Sebastián que tenía un retraso con mi período, quiero pensar que es algo por alguna otra razón pero no porque puede que esté panzona.

Fuimos a casa de los chicos, tenía un buen de rato sin ir. Me llevaba mucho mejor con ellos, me había hecho muy amiga de Rk, le contaba muchas cosas mías y él me contaba muchas cosas de él.

Fui a la habitación de Rk con él, Sebastián se quedó con los demás abajo.

-¿Qué pasó? ¿Por qué tienes esa cara? -me preguntó Rk.

-Estoy retrasada -se echó a reír y yo fruncí el ceño.

-Eso ya lo sabía, eres una mensa de primera -le di un codazo y se quejó.

-Hablo de mi período, tal vez esté embarazada -bajé más la voz.

-¡Voy a ser tío! -gritó.

-Eres un idiota, nadie debe saber eso, me largo de aquí antes de que venga Sebastián -salí de la habitación y ahí estaba Sebastián, le sonreí sin ganas y él nos vio raro.

-¿Qué fue todo esto? -preguntó Sebastián.

-Yo los dejo solos -Rk salió de la habitación.

-No es nada -ya me iba pero Sebastián me tomó de la mano haciendo que volviera con él.

-¿De qué hablabas con Rk? -preguntó Sebastián serio.

-De su novia -mentí.

-Ese hijo de puta, ¿tiene novia? -se empezó a reír -no lo creo.

-Eso me dijo -alcé los hombros.

Sebastián me agarró de la cintura y me metió al cuarto de Rk, cerró la puerta detrás de él y empezó a besarme, correspondí sus besos, jamás me cansaré de besar los dulces y carnosos labios de Sebas. Dio un apretón en mi nalga derecha, me separé de sus labios y lo aventé.

-¿Te lastimé? -preguntó extrañado.

-No, pero no estamos en casa, respeta -le di un último beso en los labios y salí de la habitación.

Comimos todos juntos y después Sebastián me llevó a casa de mis padres, Sebas se quería quedar conmigo pero creo que debo primero ver que no esté en serios problemas.

-Mañana pasas por mí -dije por última vez.

-Pero mañana nos quedaremos juntos y también a dormir -advirtió.

-Sí, Sebas, como tú quieras -besé sus labios.

-Te amo, Tn.

-Y yo a ti.

Bajé del auto y entré a mi casa, mis papás por suerte estaban dormidos. Subí a mi cuarto y saqué las pruebas que compré, compré dos porque quiero estar cien por ciento segura de que sólo es un simple susto.

Seguí todas las indicaciones e hice de todo lo que decía. Tenía que esperar 24 horas para ver el resultado final. Las dejé en mi baño y ahora sí me dispuse a dormir.

Siento que la novela después de ser tan interesante se volvió en algo muy aburrido.💔

Secuestrada •S.V.•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora