S.T. 13

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Narra Sebastián.
Desperté y me di cuenta de que tenía a Tn pegada a mí. Literalmente, tenía sus piernas enganchadas en mi cintura y sus manos estaban al rededor de mi cintura. Tn era una miedosa cualquiera, ¿cómo es posible que le tenga miedo a una simple película? Exagera demasiado. por mí fuera estaríamos toda la tarde así, no tenía ganas de hacer nada pero debía ir con Tyler, tenía que ir a entregar mercancía. A Tn la dejaría en casa de los chicos, ahora no está Diana y ya no hay problema de que Tn esté en aquella casa. Como pude me quité a Tn de encima mío y entré a la ducha, me bañé rápido y cuando salí Tn ya estaba despierta.

-¿Dormiste bien anoche? -pregunté.

- Sí. -Sonrió.

-No me soltaste ni un segundo. -Reí.

-Tenía miedo.  -Se puso roja.

-Cambiate, te llevaré a casa de los chicos, yo tengo cosas que hacer pero más tarde pasaré por ti.

-Está bien.

Tn se fue del cuarto y en 15 minutos ambos ya estábamos listos. Fui a la casa de los chicos y les dejé a Tn, aunque quisiera no podía traerla conmigo, a ella no podía involucrarla en todos mis problemas.

-Portate bien, no me tardo. -Besé su frente y ella me sonrió.

Narra Tn.
Sebastián se fue y yo me quedé en la sala sola, los chicos estaban en la cocina hablando de quién sabe qué cosas y la verdad no les quería incomodar con mis orejas, aparte no me interesa nada de lo que ellos estén hablando.

Prendí el televisor y estaba saliendo una serie llamada "Rivardale" se veía muy misteriosa y decidí verla. Pasaron dos capítulos y yo me quedé dormida, era aburrido estar aquí, prefería estar con Sebastián aunque no estuviéramos haciendo nada. Salir de compras estuvo muy genial pero no creo que vuelva a pasar dentro de poco.

...

Desperté y escuché las risas de los chicos pero también se escuchaba la de una mujer. ¿Diana? ¿Otra vez? Me paré del sillón y me dirigí al baño, cuando pasé por afuera de la cocina vi a una mujer pero no era Diana, era otra chica. Se veía igual que Diana. Entré al baño y cuando salí ellos me hablaron.

-¿Tienes hambre? -Preguntó Ruiz.

-Sí.

-Ahora mismo te preparo. -Me contestó.

-Pues que se prepare ella, yo le veo dos manos con las que puede hacerlo. -Habló la chica "nueva".

-No, Sebastián dijo que la cuidaramos.  -Habló Ruiz.

-¿Ah sí? ¿Qué es de Sebastián? -Hablaba de mí pero le preguntó a Ruiz.

-No son nada, ya sabes como es Sebastián.

¿Nada? Sebastián y yo sí somos algo, no qué pero lo somos.

-Está bien, creo que ella tiene razón, yo me haré de comer. -Le respondí a Ruiz.

-Pues ya corazón, no esperes más. -Dijo aquella chica.

-Celeste basta. -Le dijo a ella. -Y tú, no. Sebastián fue muy claro. -Ahora me dijo a mí.

-¿Qué tienen Sebastián y ella? ¿Por qué él se preocupa por ésta? -Me miró de arriba hacia abajo.

Tenia que ignorarla, no podía estar llevándome mal con todas las chicas que pisaran esta casa, yo no soy así. Bueno un poco pero desde que estoy con Sebastián me hice muy grosera y peleonera. Estoy segura que a mis papás no les gusta que sea así y no debo serlo.

-No tenemos nada, y si me disculpan estaré en la sala. -caminé hacia afuera de la cocina pero ella habló.

-¿En serio le vas a preparar la comida a ésta?

¿Ésta? Tengo nombre y se me hace de muy mala educación que me siga llamando así estando yo aquí. ¿por qué no se dirige a mí? Miedo no hay.

-Mi nombre es Tn, por si no sabías. - La miré de arriba a abajo.

-Vete a la sala Tn, yo te llamo cuando tu comida esté lista. - Me avisó Ruiz.

Salí de la cocina y me fui a la sala, volví a prender el televisor ya que no tenía nada qué hacer, justo cuando una serie diferente había empezado alguien apagó el televisor, voltee para atrás y ahí estaba ¿Celeste? Sí, así le dijo Ruiz.

-¿Qué quieres? -Elevé una ceja.

-Ponerte las reglas. No sé de dónde saliste y se me hace un muy mal gusto que estés a lado de Sebastián, no sé por qué estás con él, aunque ya me dijo Ruiz que no son nada y qué bueno porque Sebastián es mío. -Sonrió hipócritamente.

-¿Ah sí? Yo tengo entendido que cuándo alguien está contigo no le anda viendo el trasero a otras mujeres.

Sebastián es más mío que de ella, siempre está a mi lado, yo no de dónde salió ésta mujigata.

-Mira, Sebastián siempre me ha querido a mí, él y yo fuimos novios y ahora vengo de nuevo por él, no lo dejaré ir tan fácil.

-¿Y eso a mí qué me interesa? Dile a él, yo no tengo nada qué ver, ya escuchaste a Ruiz.

Ésto es una muy absurda pelea, yo no tengo nada que ver con Sebastián. A parte yo no la conozco a ella y estoy segura de que Sebastián no la ha visto por tiempo, siempre ha estado conmigo.

-Sólo te digo una cosa, no te acerques a Sebastián, o te las veras conmigo. -Se acercó más a mí.

No iba a hacer eso, él y yo vivíamos juntos, al menos de que Sebastián lo permita pero el no está aquí para decidir algo.

-¿Ah sí? ¿Y tú quién eres? -Me paré del sillón quedando ahora más juntas frente a frente.

-Soy Celeste, y vine por lo que es mío, así que es mejor que te alejes, no me conoces, Tn.

-Me reí. -Estás loca, es lo único que te conozco.

Me dio un golpe en el labio que me dolió horrible, mi labio apenas se estaba curando desde la última vez que Sebastián me lastimó, fue hace mucho pero se me había infectado y apenas estaba sanando cuando viene esta salvaje y vuelve a golpearme.

-Conmigo no, querida. -Sonrió.

-Eres una idiota.

Le grité y me avalancé contra ella, está más que claro que yo no sé pelear pero no me voy a dejar por ella. La agarré del cabello y como pude empecé a darle golpes, estábamos en el piso y ella estaba arriba de mí. Golpeaba super fuerte, parecía como si estuviera teniendo una pelea con Sebastián.

Secuestrada •S.V.•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora