S.T. 44

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Desperté y entré a la ducha, le dije a Sebastián que hoy me pasaría todo el día con él y no tardaba en llegar. Entré al baño y miré la prueba, sólo me hice una, la otra me la haría en una semana más. Salía sólo una raya, lo que significaba que no estaba embarazada, la prueba sólo jala el 80% después me haré la otra.

Me di un baño rápido y cuando salí me puse un pans negro y una playera del mismo color, me puse mis vans negros y dejé mi cabello suelto. Me puse algo de maquillaje y después me acosté un rato mientras esperaba a Sebas.

El timbre sonó y baje a abrir, la casa estaba sola porque mis padres fueron a la empresa. Estarían todo el día allá. Abrí la puerta y Sebastián se abalanzó a mis labios, correspondí su beso y poco después nos separamos.

Fuimos a desayunar a mi casa y cuando terminamos nos pusimos a ver algo de películas. La tarde pasó muy rápido, recibí una llamada de mamá que ya estaban en la casa. Fuimos con ellos para comer juntos y también Sebas.

Todos estábamos sentados al rededor de la mesa.

—En navidad los chicos harán algo, nos iremos a una cabaña y ahí nos quedaremos todos, les hago la invitación, también estará la mamá de Kate —dijo Sebas.

—Oh, justo íbamos a hablar de eso, ¡sí vamos! —respondió mamá feliz.

Terminamos de comer y Sebas y yo fuimos a mi cuarto. Él se quedaría a dormir hoy conmigo, a mis padres no les molestaba, le tenían muchísima confianza. Simplemente veían cómo me trataba.

Saqué mi pijama y me la puse, fui al tocador a cepillar mi cabello y hacerme una dona, Sebas entró al baño y yo me acosté en la cama para esperarlo. Salió con una cara de pocos amigos y recordé lo que había dejado ahí dentro.

—¿Qué tienes? Parece como si hubieras visto al mismísimo diablo —reí pero él no.

—¿Por qué no me dijiste de ésto? —preguntó serio.

—No le tomé importancia, ya pasó, no estoy embarazada —dije feliz.

—No me molestaría si lo estuvieras —lo miré sorprendida.

—Pero tú antes me habías dicho que...—no me dejo terminar.

—Lo pasado es sólo eso, pasado, ahora estamos en el presente y son cosas muy diferentes.

—No sé qué decir —quedé muda.

—A la próxima que dudes de tu período avísame, ¿está bien? —asentí y besó mis labios.

Ahora sí nos acostamos y caímos en un profundo sueño.

...

Desperté y Sebas seguía dormido, bajé a hacer el almuerzo y después bajaron mis padres, serví y el desayuno y bajó Sebastián, saludó a mis padres y nos pusimos a comer.

Sebas y yo salimos fuimos a su casa, nos dimos una ducha y salimos a casa de los chicos, Sebastián se quedó con ellos y yo mientras me puse a jugar en la Play. Después de jugar casi todos los juegos me dispuse a escuchar música, obvio del mejor cantante del mundo; Paulo Londra.

Terminé y fui con Rk, entramos a su cuarto y decidí platicarle de lo que pasó esta mañana.

—¿Qué crees? —dije emocionada.

—¿Sí estás embarazada? —preguntó también emocionado.

—No —reí —gracias a Dios.

—¿No quieres un hijo con Sebas? —preguntó serio.

—No es edad, apenas tengo 18 años.

—Tienes razón, entonces a la próxima asegúrate de usar protección, aunque sea utiliza una bolsa de basura —empezó a casi mearse de la risa.

—¡Ya basta! —grité.

—Lo siento, ni siquiera imagino cuántas veces al día tienen sexo ustedes dos —volvió a reír.

—Son dos en la mañana, tres en la tarde y dos en la noche —dije pensativa.

—¿En serio? —abrió más los ojos.

—Claro que no, imbécil —le di un golpe en el brazo y ahora yo empecé a reír.

Sebastián abrió la puerta del cuarto y ambos lo vimos.

—Ya es hora pequeña —avisó.

—Adiós, marica —me despedí de Rk con un choque de manos.

Darle un beso en la mejilla era exagerado, Sebastián seguía teniendo celos a cualquier hombre y también a sus amigos, muy apenas aceptaba que hablara con ellos.

Salí del cuarto con Sebastián atrás de mí y me despedí de los chicos, Sebastián me llevó a casa de mis padres y él se fue a su casa.

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Primero que nada les pido una disculpa por tardar tanto, borré la app y no tenía nada de memoria para volver a descargarla.

Y una noticia mala es que la novela se acaba en el siguiente capítulo, o sea que éste es el penúltimo, gracias por haber llegado hasta aquí, y espero hayan disfrutado de la novela como lo hice yo.

Muchas de ustedes se dieron cuenta que cuando empecé a escribir no tenía una muy buena ortografía, de hecho era pésima, ahora creo que soy una experta, me gusta mucho la ortografía. Gracias a esta novela aprendí demasiado, es mi segunda novela terminada y estoy feliz, ustedes me animaron a terminarla.

Bueno, una vez más, gracias de todo corazón.

Lxs quiero.❤

Secuestrada •S.V.•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora