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PAULETTE
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- No sé que fue, o si lo sé; ... no, realmente no lo sé. Quizás si, solo quizás fue eso. Él.

~Extracto del diario de Alison.

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Una risa oscura se formó en sus labios, me asusto. El se alejó de mi, encendió la luz de la habitación. Su risa me dio más escalofríos. Logré verlo de mejor manera, seguía teniendo esa mirada que me tensaba.

- ¿Qué hago aquí? ¿Qué quiere de mi? Por favor, déjeme ir, mi mamá ha de estar preocupada–fue lo primero que dije exaltada, estaba ya perdiendo la cordura.

Volvió a reírse, esta vez fue más sutil.

- ¿Porqué se ríe? ¿Podría contestarme?- pregunté ansiosa. Yo me adelante unos pasos.

Se acercó a mi. Trastabillé dando pasos hacia atrás otra vez, casi me caía. El me intimidaba.

- Tranquila, ya te dije que no muerdo, por tu mamá no te preocupes, solo tienes qué hacer todo lo que yo diga, estarás bien- contesto contundente.

Lo seguí mirando con angustia, había algo no sé que era, pero había algo que muy adentro me intrigaba, tenia de todo, menos paz. Pero había algo.

- Podrías dejar de mirarme como si te fuese a comer, por favor- pidió un poco divertido.

Entonces comenzó  a quitarse cosas, su reloj fue primero, luego su saco, sus zapatos... esperen, no piensa en...

Me di la vuelta y tapé mis ojos.

- ¡Qué-Qué hace! ¡No piensa...

Mi corazón se aceleró.

- Puedes ver, yo no me enojo. Tranquila, solo estoy quitándome la ropa, no te haré nada...todavía.

Sentí mis mejillas calientes. Respire profundo, tenía mis ojos cerrados. Recordé la única palabra que David me ha dicho en toda su vida.

- Valiente.

Recordé ese día.

Caminaba a casa con David de mi mano, unos chicos comenzaron a molestarlo e insultarlo, incluso nos lanzaron piedras. Recuerdo haberme puesto frente a ellos, tome mis zapatillas y se las aventé, luego los corretee, logré alcanzar a dos, los amenace; les juré que la próxima vez que nos molestaran iría por la policía, o peor iría por mi bate de béisbol y los golpearía; ya lo sé. Dos cosas: no tengo bate de béisbol, y jamás golpearía a nadie, iría presa. Pero por mi hermano, haría cualquier cosa.

Abrí los ojos, nerviosa me di la vuelta, lo vi de pies a cabeza, inevitablemente mi boca se abrió en asombro. Tenía muchos tatuajes, todo su cuerpo estaba tatuado, pero note cicatrices en su abdomen. Mi sangre hervía, mis mejillas se sentían calientes.

- Mis ojos están arriba bonita- Sentí el rostro caliente de la verguenza, desvíe la mirada. Seguía nerviosa.

- ¿Qué quiere? Por última vez, dígamelo, ¿Me va a matar? ¿A violar?- dije frustrada.

- Ni una, ni la otra, hago muchas cosas, menos eso.  Solo ten paciencia, ya casi será hora, debes arreglarte- ordenó. Inevitablemente lo volví a ver.

- ¿A-arrglarme? ¿Pa-ara que?

- Fiesta- dijo sin más.

-¿Fiesta?- pregunte asombrada. Cada vez entendía menos, estaba a manos de un loco raro.

INOCENCIA INTERRUMPIDA(COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora