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TE QUIERO, MI AMOR.

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Tan confundida, tan inocente, tan niña enamorándose del lobo. Tan complaciente, tan dada al amor primerizo. Tan estúpida.

~Extracto del diario de Alison.
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Alison

Entramos tomados de la mano. Era una casa enorme. Las paredes blancas, el piso de marmol mosaico blanco, los adornos dorados, la sala vesita con dos grandes sillones blancos con almohadas doradas, una mesita en el centro de cristal con patas doradas, en el centro un arreglo floral, un gran televisor, en la esquina una palmera, al lado un estante casi vacío, una puerta pasadisa de vidrio con marco blanco. Ahí, sintiéndome pequeñita estaba yo, con la saliva casi cayéndose por estar viendo una casa así.

- ¿Quieres algo de tomar?- preguntó mientras yo seguía parada observando todo. Los nervios me comían la piel, el alma, todo. Estaba segura que quería que Él fuera el primero y último. Quería hacerlo, quería desligarme del fantasma virginal, quería ahuyentar las palabras de mamá, pero más que todo quería hacerlo por mi corazón ya no podía ocultar que este hombre me tenía enamorada.

- No, gracias estoy bien- conteste con una pequeña sonrisa. Además, no podia beber nada, mi estómago era una maraña de nudos.

El me miraba de pies a cabeza, eso me ponía más nerviosa. Podía percibir la tensión de ambos. Sus ojos me hablaban de cosas oscuras, su cuerpo me llamaba a cosas prohibidas.

- ¿Te importa si fumo?- preguntó  sirviéndose su bebida, rompió nuestro contacto visual, a lo mejor el también estaba en conflicto interno como yo.

Negué con mi cabeza. Lo vi sacar de un estante de cristal cigarros, luego se prendió uno. No se porque verlo fumar y sacar el humo por la boca, me hacía verlo tan sexy, mi cuerpo se tensaba al solo verlo. Mis ojos recorrieron su cuerpo, sentía cosquillas en mi estómago que bajaban por todo mi cuerpo. No siquiera soportaba el olor a humo, pero aquí estaba pensando que ese vicio dañado era sexy en el.
Mamá se percinaria y sin reparos le hiciera comentarios negativos.

No es el momento de pensar en ella.

Eaton dejo el cigarrillo en un cenicero después de darle tres caladas, se quito su chaqueta. Por instinto cerré mis piernas, me senté. Sentía cosquillas en mi parte intima. No sabía que podría sentir algo así ni como manejarlo.

- ¿Vienes seguido aquí?- pregunte rompiendo el silencio, mi cuerpo sentía un calor increíble, estaba segura que Eaton había prendido la calefacción.

El se acercó a mi, pero se sentó enfrente de mi, había tomado su cigarrillo de nuevo. Su mirada fija en mi, hacia que mi corazón diera brincos, podía ver el deseo en ellos, percibía su tensión.

- En realidad no, solo cuando hago negocios como dije anteriormente. Paulette viene más seguido, a organizar sus fiestas y a emborracharse- dijo con su voz más profunda.

- Ya.

No pude decir más. El terminó su cigarro. No sabía cómo acercarme, no sabía cómo avanzar, mi corazón latía tan fuerte, mi cabeza era una maraña de cosas, pero sobretodo mi cuerpo, mi cuerpo estaba pidiéndome su cercanía. Lo que sentía no podía ponerlo en palabras.

INOCENCIA INTERRUMPIDA(COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora