INOCENCIA INTERRUMPIDA(COMPLETA)

~4~

JAMES.

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Pensé que todo estaba escrito, pero no sabía que la escritura, podía cambiar de papel y tinta.

~Extracto del diario de  Alison.
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Baje con Paulette aferrandome a su brazo para no caerme, el no dejaba de mirarme, y yo me moría de la vergüenza, todos me miraban, no estaba acostumbrada a ser el centro de atención.

—Lo hiciste bien, todos te miran-dijo Paulette al lado mío, cuando bajamos hasta el último peldaño. Los ojos de Eaton quemaban mi piel y sentía que no podía mirarlo a los ojos.

- Al menos no me caí al bajar las escaleras- dije más para ni que para ella. Él se acercó a mi, tendió su mano tatuado.

- El altar nos espera- dijo con su voz oscura. Paulette se rió de ese comentario, Eaton volvió su mirada hacia ella. No la miraba precisamente con cariño, pero de nuevo el tenía esa mirada oscura y estoica que me ponían los pelos de punta.

- Haz hecho un excelente trabajo Paulette, ahora atiende a los invitados- ordenó Eaton. Ella asintió. Se mezclo entre las personas, con una sonrisa de oreja a oreja. Me pregunto si era tan feliz como aparentaba.

- Deja de mirarme así, tienes esa misma mirada desde que nos vimos aquella madrugada, ya te dije una y mil veces que no muerdo—. Entrelazo su brazo con el mio, su aroma era tan enviciable, yo estaba tensa. Hice todo lo posible por poner una sonrisa en mi rostro.

- Te quiero todo el tiempo conmigo, hablas solo cuando te pregunten algo, si no sabes contestar yo interferiré, recuerda eres mi prometida esta noche-

Perdón soy su ¿QUÉ? ¿EN QUE MOMENTO? ESTO NO ME LO HABÍA DICHO.

- ¿Prometida? Pero que... yo...osea- Sin duda este tipo está loco, no puedo creer que me haya secuestrado para esto.

- ¿Entendiste?–. No, no entendia ni un poco, pero que le hacíamos.

- Si- conteste a secas, derrotada y confundidisima.

La noche había sido larga, la música era demasiado tediosa, nada que ver con la fiesta que Lu organizó. Sonreí al acordarme. Todas eran personas mayores, algunos me miraban extraño, como si yo los incomodara. Me habían preguntado varías veces como nos habíamos conocido Eaton y yo, nunca respondí. El era el que hablaba. Estaba tan cansada mentalmente. Los ojos cafés de David vinieron a mi mente. Seguramente está inquieto, me preocupaba demasiado. Además de que mis pies dolían, no estaba acostumbrada a llevar tacones.

Miraba a Paulette en cierta esquina. ¿Como lo hacía? Como podía ir de grupo en grupo y ser tan amable y amigable con todo, Yo jamás podría.

- ¡Eaton West!- dijo alguien a nuestras espaldas. El apretó mi brazo con fuerza. Sentí su tensión.

- Ouch, me lastimas- dije mirándolo. Su rostro se miraba tenso, su semblante cambió rápidamente. Eaton se dio la vuelta, me arrastro con el, su agarre era fuerte. Trastabillé un poco pero me sostuve de él.

- Cole Hoffman- dijo con dureza. Mire al hombre, era un hombre mayor, pero no tanto parecía de unos treinta y algo, a lo mucho cuarenta, era muy atractivo, se miraba fino, un poco más pequeño que Eston, me miró con una malicia lujurioso. De esas de las que hablaba el padre Jhon.

- ¡Así que una fiesta! Creo que mi invitación se perdió en el mail, nunca llegó- dijo sarcástico. Los matones de Eaton se alertaron, al igual dos hombres que iban con el tal Cole.