INOCENCIA INTERRUMPIDA(COMPLETA)

~13~

UNA PLATICA CON EL DIABLO.
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- La envidia viene de diferentes formas, yo no tenia ni idea de que alguien podría envidiarme algo, yo no envidiaba a nadie, solo los admiraba. Ellos me envidiaron tanto que me destruyeron.
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!¿Qué?! ¿Tú? Mi santa Alison, mi niña buena ¡NO PUEDO CREERLO!- la voz chillona de Lu me aturdia por momentos, casi se atraganta con la bebida que estaba tomando, cuando le solté de golpe que me iría a vivir con Eaton.

- Deja de exagerada Lu, tampoco es la gran cosa–.En realidad sí lo era, estaba a punto de renunciar a mi vida monótona, para entrar al mundo de Eaton, soy una masoquista, me voy de la casa del lobo para meterme a la boca del diablo.

Suspiré. Lu me miraba sorprendida.

- No puedo creer lo que estás a punto de hacer, pero lo entiendo, estás enamorada de él-. Para Lu era tan natural todo esto, ella no era precisamente una choca tan cuerda.

- No estoy enamorada, solo me gusta mucho, solo quiero conocer un poco más de él.

Mentirosa de pacotilla, estás enamorada del matoncito, acéptalo.

Lourdes me miró incrédula, cruzando sus brazos, analizando mi rostro, me puso nerviosa.

- Hummmm a veces es difícil saber que sientes, pero estoy segura que en esto no estoy equivocada PERO, si tu dices que solo te gusta, digamos que lo acepto. Ahora dime ¿Como se lo dirás al lobo?- Lu también llamaba lobo a mamá, no me molestaba. No le había contado de las reglas, ni nada más como Eaton me lo pidió, aunque en primera instancia ya le había contado a Lu algunas cosas, muchas.

- Eaton dijo que hablaría con ella.

Lu comenzó a atragantarse de nuevo, esta vez tosió a tal punto que se puso roja. Me levante de la silla, para darle golpecitos en la espalda, luego tome un cuaderno para darle airecito.

-¿Estás bien?

- Si, ya. Ya puedo respirar- contesto. Varios compañeros nos miraban, estábamos en la cafeteria en nuestra hora de almuerzo.

- ¡AHORA SI QUE NO PUEDO CREERLO!

-No grites Lu, todos nos están mirando- pedí apenada.

- Lo siento, pero es que hablar con tu mamá no es cosa sencilla ¿Como crees que le resulte? Además Ali eres mayor de edad, no necesitas el permiso de la vieja bruja. Mira, por más que yo ame el peligro, sea rebelde, no significa que tu lo seas, no quiero que te pase nada malo, no quiero que el te ponga en peligro ¿Estás segura de quererlo hacer?

Si. Lo estaba, lo estoy, lo estaré siempre. Eaton prometió cuidarme, además el no me ha tratado para nada mal, prometió ayudarme con David, si; quiero cambiar de mundo.

- Si Lu, estoy segura.

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Estaba lavando los platos, habíamos terminado de cenar con mamá, ella estaba arriba durmiendo a David, apenas pude comer, estoy realmente nerviosa, tengo el estómago revuelto. Mamá me miraba con esos ojos de enojada que tiene, me pregunto que me pasaba, pero no pude decirle nada. Eaton me había dicho que vendría después de la cena, osea...

El timbre sonó. Exaltada, tire el plato que tenía en las manos, estrellándose contra el suelo.

Estupida Alison. El timbre volvió a sonar. Escuche los pasos de mamá.

- ¡Alison! Pero que tonta! Siempre haciendo estupideces, recoge eso, voy a abrir- dijo enojada. Bien, comenzamos bien.

Me apresure a recoger los restos del plato. Estaba temblando, con el corazón en la boca, lo hice tan rápido, dejando todo a un ladito. Corrí hacia la entrada.

Mamá miraba de pies a cabeza a Eaton, pero no decía nada, solo se miraba sorprendida, lo había hecho pasar. Esperen ¿Qué? Mamá no es así. Esto me sorprendió. Mi mirada se encontró con la de Eaton, no se que expresión tenía pero el sonrío como burlándose de mi.

Tonto.

Mamá me daba la espalda, pero notó que Eaton miraba hacia dónde estaba yo. Ella volvió a mirarme. Me congele, mi corazón sufrió un mini infarto. Si, sin duda le tenía más miedo a ella que a mundo de Eaton. Ayúdame Dios.

- Que bueno que estés aquí. Me estaba presentando con tu mamá, es muy amable- dijo Eaton rompiendo ese silencio tenso.

ESPEREN ¡QUÉ-QUÉ! MAMÁ AMABLE ¿ES UNA BROMA?

No pude gesticular palabra alguna, mi miraba iba de mamá a Eaton, de Eaton a mamá. Asustada, perpleja, mis piernitas delgadas temblaban.

- Pasemos a la sala- dijo mamá sería, pero sorpresivamente tranquila. Juro que no entiendo, si ella es el diablo y odia todo lo que me envuelve. Espere unos segundos, luego reaccione y los segui. Eaton se sentía en el sofá más grande, yo me senté a su lado. Mamá frente a nosotros. Tregue grueso, sentía que me iba a desmayar.

- Bien, necesito una explicación. ¿Qué hace este hombre buscándote Alison Francesca? - habló tranquila, sin alterarse, sería pero tranquila. Alguien golpeeme porque esto no es real, mamá no es así.

Abrí mi boca pero no dije nada, no podía seguía en shock.

- Vengo a dar la cara por Alison, por mi novia- Soltó Eaton tomando mi mano.

DIJO NOVIA. EL DIJO NOVIA. EL DIJO QUE SOY SU NOVIA.

Estaba temblando, no podía disimularlo. Eaton apretó un poco su mano sobre la mia, sintió mi nerviosismo, me dolía el estómago, comencé a sudar. Sólo miraba a mamá. No decía nada, no tenía cara de enojada, no grito, no hizo nada de lo que pensé haría.

- Vengo a decirle que Alison a partir de hoy, vivirá conmigo. Yo seré el responsable por ella, por velar por sus necesidades, no le faltara nada, usted no tendrá porque preocuparse por ella. Además, contrataré una enfermedad especializada para David, regresara a sus terapias, por mi cuenta corre. Alison estará segura conmigo- dijo Eaton con temple.

Listo. Deje de respirar, ahora se vienen los gritos de mamá. La miraba aterrorizada. Mamá seguía teniendo esa expresión incierta, rara, no era para nada la mamá que he conocido durante 18 años. Y es que mamá no era fea, era guapa, pero su amargura, su rencor y resentimiento contra el mundo, especialmente en contra mío la ha hecho parecer más vieja de lo que es, tiene su cabello ondulado descuidado, es castaño opaco, tiene cejas gruesas igual que yo, tiene pecas igual que yo pero ella es de tez blanca yo soy trigueña, mamá es joven, me tuvo a los dieciocho años, apenas tiene treinta y seis años, pero parece de cincuenta por amargada. Mientras iba creciendo, la apode el lobo porque ella era capaz de destrozarme sin remordimiento, sigilosamente.

- ¡Alison!- me saco de mis pensamientos la voz de mamá. La mire, Lucía sorprendentemente relajada.

- ¿Esto es lo que quieres?- preguntó con uan voz chillona y falsa. Mire a Eaton, el me sonrío, dándome apoyo. Volví mi mirada a ella.

- Si mamá, es lo que quiero- logre decir.

Hubo largos minutos de silencio, solo podía escuchar el latir de mi corazón. Me mordía el labio inferior de los nervios.

- Esta bien, acepto que Alison vaya contigo, siempre y cuando cumplas con tus promesas- respondió ella.

Entonces entendí todo. Mamá lo hizo por los beneficios que Eaton le estaba dando, era como si me estuviese vendiendo al mejor postor. Ella jamas me ha querido, como pude pensar que ella iba a mostrar una mínima oposición a Eaton ¿Como? A esta situación. Si ni siquiera llamo a la policía el día que desaparecía ¡Jah! Soy una tonta, sentí mucho dolor por su desprecio.

Trague grueso. Me levante del sofá, sin decir una sola palabra, camine hacia afuera, necesitaba aire.

Respira Alison, respira. Hacia el jercicio de respirar, no llores, no llores por ella, lo juraste. ¡No llores!

- Ali ¿Estás bien?- no ahora, no su voz, no lo que me provoca, no quiero ser débil. Respire profundo, me di la vuelta. El se acercó a mi, sus ojos azul mal me miraron con ternura. Puso su mano de mi mejilla, listo. Soy cascada fluyendo.

Entonces me tiré a su pecho, el me rodeo con sus grandes brazos. Lloré. Después de años, Lloré.

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