CAPÌTULO 33 PORTLAND

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Al salir de la casa, quise subirme como copiloto con Ray, pero como si se hubieran puesto de acuerdo Anastasia y Michelle, no me dejaron y le dieron paso a mi hermana, su casa está a una hora de donde vivimos, es un lugar lujoso con enormes casas.

Al salir de la casa, quise subirme como copiloto con Ray, pero como si se hubieran puesto de acuerdo Anastasia y Michelle, no me dejaron y le dieron paso a mi hermana, su casa está a una hora de donde vivimos, es un lugar lujoso con enormes casas

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Al llegar nos pidió que todavía no bajáramos, después entendimos por qué. Caballerosamente nos ofreció su mano para bajar, primero mi hermana, y después nosotras, al abrir la puerta estaba una señora muy atractiva rubia esperándonos, quiero imaginar que ella es la señora Gail.

_ Pasen señoritas, están en su casa ¿gustan agua, té, café o soda?

_ Espera Gail, quiero presentarte a Carla, su hermana Grace y respectivamente sus amigas Anastasia y Michelle.

_ Mucho gusto contestamos al unísono, dándole las manos en un saludo y un beso en la mejilla.

_ De inmediato solicite por cortesía agua, mi hermana por igual y Anastasia y Michelle refresco de cola.

_ Mucho gusto en conocerlas, Ray me ha comentado de ustedes toda la semana en el trabajo, con su permiso voy por lo solicitado.

_ Chicas esta es su humilde casa, espero sea de su agrado lo que hice de comer, a la hora que gusten ya está todo preparado.

_ Perdón por el abuso pero yo si tengo hambre. Contestó mi hermana Carla.

_ Señoritas al fondo a la derecha está el sanitario, si gustan lavarse las manos están en su casa.

_ Nos paramos las cuatro al mismo tiempo y no cotilleamos nada, porque es muy abierto el espacio donde estamos y podrían oír lo que decimos, solo con las miradas nos entendíamos. Al regresar a la estancia la señora Gail nos dirigió al comedor que estaba a la vista, nos acomodamos Carla y yo juntas, en frente de nosotras Anastasia y Michelle, a los costados Ray junto a Carla y en el otro extremo junto a mi lado la señora Gail.

 Al regresar a la estancia la señora Gail nos dirigió al comedor que estaba a la vista, nos acomodamos Carla y yo juntas, en frente de nosotras Anastasia y Michelle, a los costados Ray junto a Carla y en el otro extremo junto a mi lado la señora Gail

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_ Empecemos señoritas y es un placer poder atenderlas, si necesitan algo que no vean en la mesa, solo necesitan pedirlo y se los haremos llegar.

_ La señora Gail solo nos miraba a cada una, pusieron una música de fondo un piano , creo que es Richard Clayderman, mi hermana se quedó asombrada por el segundo guiso y expresó su agradecimiento.

_ Perdón pero gracias por guisar estos platillos, son mis preferidos ¿Quien diò la idea? ¿Usted señora Gail?

_ No nena, la idea fue de Ray, creo que un pajarito le comentó lo que te agradaba comer, por lo que veo, ese pajarito te quiere mucho, porque no dudó en comunicarle a Ray que te agradaba, además déjame decirte que el guisó, yo solo le ayude a cortar los pepinos y escoger los arándanos.

_ Mi hermana y sus impulsos, se paró y me abrazo dándome las gracias, sentí alegría y respeto por ella  y por su agradecimiento, punto a mi favor. De inmediato se fue al lugar donde estaba Ray y lo abrazó dándole un beso en la mejilla.

_ Qué bueno que tu hermana sabe guardar secretos, aunque una disculpa por no preguntar por los gustos alimenticios de ustedes tres, pero como se habrán dado cuenta, desde el paseo Carla me agrada y si no nos volvemos a pelear, como hace unos días me gustaría que fuéramos más que amigos, previo permiso de tus padres.

_ Observé a mi hermana hecha un tomate su cara, pero su expresión decía más que mil palabras, estaba alagada y esperaba que dijera que hasta que tuviera el permiso de mis padres aceptaría, pero fue todo lo contrario.

_ Eres correspondido Ray, si me gustaría que fuéramos más que amigos, aunque te adelanto que mis padres no podrán objeción, siempre y cuando no descuide mis estudios.

_ No tienes por qué descuidarlos Carla, si nos vemos sábados y domingos yo puedo ayudarte a la tarea, recuerda que estamos estudiando lo mismo, entonces ¿Qué me dices Carla, quieres ser mi novia?

_ Si Ray, acepto ser tu novia aunque venga ayudarte a tu quehacer, además tengo que dar una disculpa a la señora Gail.

_ No es necesario Carla, Ray me platicó el mal entendido de mi amistad con él, pero acepto la derrota de quitarme a mi novio, sé que eres una buena niña y eso me tranquiliza, ver y conocer a la chica que flechó a mi ex novio e hijo.

_ Gracias por entenderme señora Gail, entonces ¿desde ahora es mi suegra?

_ Así es señorita y no permitiré que le haga daño.

_ Sentí un dolor estomacal, ya no tenía esperanza de que Ray fuera mi novio, ahora esperar que dicen mis padres.

UN CONCURSO PARA VOLVER AMARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora