CAPÌTULO 67 PORTLAND

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Ray, no me puedes hacer esto, mañana nos casamos ¿ya no me amas?

_ Carla, nunca dudes del amor que te tengo, pero no puedo con todo esto, señores Clayton, agradezco la confianza que tuvieron a mi persona, pero la verdad, me siento como un intruso en su familia, no sé qué hacer ni que pensar, pero lo único que si les puedo decir es que solo amo a una de sus hijas y esa es Carla, adiós.

_ Ray se acercó a mí y me beso apasionadamente, después corrió fuera de la comandancia, sentía que me moría en ese momento, mis padres nos abrazaron a mi hermana y a mí, pidieron retirarnos de inmediato. Al llegar a casa no dijeron nada, subí a mi recamara donde no salí hasta el día lunes para ir a trabajar a la ferretería, el desayuno era tenso, no podía mirar a mi hermana a la cara después de lo que pasó con Ray, no la culpo, mi novio provocaba la mirada y suspiros de muchas chicas, pero no lo creía de mi hermana, sin oír a mis padres después de desayunar me fui a la ferretería.

Cuando mis padres llegaron, pidieron hablar conmigo, les dije que no quería saber nada del tema por mucho tiempo, toda la semana me quedaba hasta tarde para no llegar y ver a mi hermana, pedía comida en la ferretería, también ayudó mucho que se tenía que hacer la inauguración del salón de eventos. Ese día no vendríamos a la ferretería, la casa lucía como lo había soñado, mi madre estaba muy contenta, ya que ella administrará el salón de eventos, me siento todavía dolida por lo que pasó entre mi hermana y Ray, lo extraño muchísimo.

Mi hermana se fue a Inglaterra, solo estuvo una semana, sin embargo no teníamos ninguna relación como antes, no la odio, pero a veces quisiera gritarle porque lo que hizo, pero me detengo, es mi hermana, lloro todas las noches, veo las fotos en mi celular y sueño que en cualquier momento me llamará Ray, pero eso no es posible. Prácticamente vivo en la ferretería, por lo que hablé con mis padres para poderme quedar en una de las habitaciones de su primer casa, los que viven ahì las mantienen impecables, no quiero regresar a casa, presiento que algún día voy explotar y me arrepentiré de lo que haga con mi hermana.

Mi madre me platica que los eventos son todo un éxito, han pasado cuatro meses desde que me salí de casa y seis desde que se fue Ray, son las diez de la noche, estoy acostada, oigo unos golpecitos en la puerta, mi imagino que los encargados de cuidar la casa vienen como cada noche a preguntar si no necesito nada, por lo que pido que pasen, mi cara es de asombro, la que aparece frente de mí, es mi hermana Grace, se va acercando cautelosamente, en cuanto llega hasta mí, me mira fijamente y me pide perdón, le contestó indiferente que no tengo que perdonarle nada, se sienta en la cama y toma mis manos.

_ Perdóname, he venido a despedirme de ti, para que puedas regresar a casa, mis padres te echan de menos, me voy a vivir a Seattle, pedí mi cambio ya que aquí me dieron una coordinación pero no puedo vivir aquí, quiero olvidar a Ray y recuperar a mi hermana, te amo Carla y me arrepiento por lo que hice, de antemano quiero decirte que en parte he resarcido el daño que te hice, mira quien viene aquí, pasen por favor.

_ Vi entrar a Ray y Gail juntos, no lo podía creer, Ray me extendió sus brazos y yo me levanté sin limitarme que solo traía un short con una playera con tirantes, nos fundimos en un beso y abrazo, olvidando a mi hermana y Gail presentes. Nos separamos y mi hermana me comentó que tenía otra sorpresa para mí, cuando volvió a decir, pasa, mis ojos se anegaron tanto que veía borroso, era mi gran amiga Anastasia, después de ella entraron mis padres.

_ Carla, nuevamente te comento que quiero resarcir el daño causado, todos ellos están aquí porque el próximo sábado tenemos dos eventos importantes, el primero es mi despedida, pienso venir a ver a mis padres en mis vacaciones, pero lo segundo es lo más importante, perdón si no te tomamos en cuenta, pero era hacerlo de inmediato hermana, en el salón de eventos en casa de Anastasia habrá una boda y no puedes faltar, ya que tú eres la novia, por ende Ray será el novio. Al principio ni Gail ni mis padres querían creerme, pero no puedo frenar tu felicidad y que me sigas ignorando Carla.

_ Corrí a los brazos de mi hermana, le dije que no le guardaba rencor, le aclaré que no podía evitar ver como ella sufría por el mismo hombre que yo, me respondió que era mejor que ella se alejara para olvidarlo y cumplir un sueño, un proyecto que presentó y lo avalaron pero en Seattle. Estuvimos abrazadas llorando por mucho tiempo, necesitaba perdonarla y lo hice de corazón, asì como ella lo hizo, solo quedan tres días para mi boda y regresar a casa. Me despedí de todos y me acosté muy contenta, lo mejor fue que Anastasia se quedaría a dormir conmigo, ya la extrañaba, mi amiga me dijo que ayudó a Grace a que Gail y Ray aceptaran volver a mi vida.

Mis padres me pidieron que trabajara solo hasta hoy, para que mañana me dedicara ir al spa, al manicure y todas esas cosas que ya estaban planeadas hace unos meses atrás. Hoy es mi boda y me duele mucho ver el rostro triste de mi hermana, pero sé que lo hace de corazón, no puedo dejar de querer a mi hermana, todo es hermoso y armonioso, mi hermana me abraza e insiste en pedirme perdón, además que me desea que sea muy feliz. 

La tomo de las manos y le doy las gracias por mi felicidad, que este detalle se lo agradeceré toda la vida. La fiesta sigue a altas horas de la noche, pero a la una de la mañana, mi ahora esposo me dice que nos tenemos que ir a nuestra luna de miel. Subimos al auto de Ray y me dice que vamos primero a su casa, mi casa.

UN CONCURSO PARA VOLVER AMARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora