¿Escuchar la voz de una persona por teléfono, podrá hacer que te enamores?
Carrick Treyvelan perderá lo que más ama en la vida, pero el destino le tiene preparada una sorpresa. Grace Clayton huye del amor prohibido, pero encontrará el verdadero amo...
Mi primera noche fue en la casa de Christian, mis nervios estaban a flor de piel, antes de entrar a la recámara, me cargó, como pudo abrió la puerta y me detuvo frente a la cama, nos besamos tiernamente y de momento, sentía mucho calor, la delicadeza de mi esposo al quitar mi vestido de novia, bajó los tirantes y después el cierre, mientras yo desabotonaba su camisa, en cuanto quedé en corsett negro y medias con liguero, se sorprendió al mirarme de arriba abajo, siento que me puse de mil colores, pero acuñó sus manos en mi cara y me empezó a besar por todo el cuello y cara, fue bajando sus manos a mis caderas, colocando sus manos en mi glúteos y masajeaba al mismo tiempo los dos, eso me hacía sentir cosquillas por todo mi cuerpo, me abrazó y dijo.
_ Ya he mirado suficiente, ahora señora Grey, le tendré que quitar esa vestimenta que la hace ver muy sensual.
_ Desamarró con paciencia el cordón del corsette, mientas con su boca besaba mis senos, chupaba y mordía la punta de mis senos, eso hizo que sintiera una gran corriente por todo mi cuerpo. Besó todo mi cuerpo y me acostó en la cama, ya desnudos los dos, metió un dedo en mi vagina, el placer era exquisito, siguió con dos dedos más e hizo círculos sobre mi interior, después acercó su boca y besó mi sexo, sintiendo un calor y una tensión al mismo tiempo, era tal la sensación que me aferré a su hombros y de momento sentí que estallaba en un placer que jamás había sentido, en ese momento sentí el miembro de mi esposo dentro de mí, grité por el dolor que sentí, al mismo tiempo no quería que saliera de mi interior, por lo que sin saber cómo actuar, automáticamente empecé a mover mi cadera para que su pene y mi sexo chocaran.
Ese roce constante hizo que terminara nuevamente con esa sensación de cargas eléctricas y de placer, al sentir a mi esposo gritar mi nombre y dejar salir un líquido caliente dentro de mí, mi sexo aprisionó su miembro y tuvimos otro placer al mismo tiempo.
_ ¿Te lastimé querida esposa?
_ Muy poco pero me agradó.
_ ¿Quieres descansar o seguimos?
_ Sólo déjame lavarme y seguimos, ¿te parece?
_ Amor si cada vez que terminemos te vas a lavar, se pierde nuestro rico olor, no quiero que te levantes, necesito el calor de tu cuerpo y tu aroma.
_ Bueno, seguiremos haciendo el amor, porque mañana temprano tenemos que estar en el aeropuerto.
_ ¿Nos bañamos juntos te parece?
_ Acepto. Nos levantamos y vi las sábanas manchadas de sangre, eso es por perder mi virginidad, al ver su rostro me indicó que las cambiará y me alcanza en el baño. Entré a su gran baño con una tina y abrí las llaves para que se fuera llenando, cuando él ingresó me dijo que ya había hecho el cambio de las sabanas, de momento tomó unos frascos del mueble que tenía en frente y obtuvo unos frasquitos pequeños, echó el contenido al agua y se desprendió un aroma de almendras y coco, me recosté en su pecho y empezamos a jugar con nuestros cuerpos, por ende volvimos hacer el amor en el baño, no me daban ganas de salir del agua, pero ésta se estaba enfriando, después de media hora, destapó la tina para que se fuera el agua, abrió la regadera, me bañó y lo bañé, me pasó una bata blanca y él se colocó otra, me secó mi cabello y lo peinó, nos acostamos nuevamente abrazados y asì nos quedamos dormidos.
Al día siguiente, Christian y yo comentábamos sobre la semana que nos regaló el Agente Richardson, pero lo más curioso es que mis padres nos dieron el viaje de bodas todo pagado a Inglaterra, durante el vuelo en un reservado especial, fuimos haciendo el amor, diez horas de vuelo son suficientes para hacerlo en el aire.
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Llegamos al hotel Double Tree By Hilton London, está ubicado en el distrito histórico de Bloomsbury, se localiza el West End de Londres a poca distancia del Museo Británico, entre Covent Garden y Shaftsbury Avenue, junto a las principales tiendas de Oxford Street y Regente Street. Es un hermoso hotel contemporáneo, ubicado entre el distrito financiero y atracciones locales de Holborn, Euston, King's Cross y St Pancras.
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Todo fue de ensueño, pero teníamos compromiso serio por atender, al llegar nuevamente a Seattle, tuvimos la visita de mi familia, nos hicieron una comida de recibimiento, mi hermano me apartó un momento de todos, me entregó un sobre y me dijo que se lo entregó mi verdadera madre, quise interrogarlo pero me dijo que habría tiempo para hacerlo, en la semana de mi ausencia él indaga muchas cosas, que me pueden llevar a los asesinos de mi verdadero padre.
Subí de inmediato a dejar el sobre a la recámara, volví a seguir festejando, estaba atónita de algunas cuestiones que me mencionó mi hermano, sobre todo el haberme contado que el parecido a mi madre era asombroso, dice que solo la viò unos minutos, mientras lo saludaba y le hiciera entrega del sobre únicamente. Espero conocerla antes de irme a Inglaterra y descubrir a los asesinos de mi padre.
