CAPÌTULO 54 SEATTLE

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En cuanto salió la mujer, me metí al baño, con voz temblorosa pregunté si ya venían a rescatarme, trataré de poner el pretexto de las zapatillas, además que mis pies necesitan una pedicura, tengo las uñas largas de los pies, mi piel está deshidratada, haré el mayor tiempo posible para que lleguen, aunque no tengo audífono para escucharlos y saber que ya vienen por mí, llevo más de seis meses fuera de casa y extraño a mi esposo, esto mismo nos espera en Inglaterra.

Me sobresalto cuando la mujer vuelve y empieza a gritar que donde estoy, le grito que en el baño, salgo y no dudo en enseñarle mis pies, ella se espanta y habla por un radio diciendo:

_ Abortar a esta chica, tiene unos pies espantosos y las uñas de los pies horribles, emergencia, que vengan las chicas que arreglan pero ya.

_ Se me queda viendo con asco, punto a mi favor, me imagino que el pedicura durará más de una hora, también le mostré mi piel, en verdad está deshidratada, mis uñas de la manos están fatal y por lo menos, me darán un buen manicure y pedicura, espero tarden y terminen haciendo un buen trabajo, lo merezco. 

Veo entrar un grupo de cuatro chicas con un maletín cada una, del closet sacan toallas, una caja con una Máquina de Hidromasaje Spa Burbujas para pies, y otra para las manos, esto se está poniendo emocionante, llenan las dos máquinas con un balde de agua color rosa y huele exquisito, como mis baños de sales que estaba acostumbrada, me dejo consentir, oigo a la mujer que le da indicaciones a una de las chicas, para que me enseñe utilizar la zapatillas en dos días a más tardar, espero no estar tanto tiempo aquí.

La mujer que todavía no se su nombre, se lo pregunto, esto con el fin de que oigan. ¡Señora! con tantas atenciones de su parte, no se su nombre para agradecerle.

_ Mi nombre es Madame Polly Adler, ese es mi sobrenombre, jamás rindo mi propio nombre y menos a una mocosa como tú.

_ Pues debería, porque ese suena a pollo señora.

_ Imbécil mi nombre es más feo que tus horribles patas, Gertrudis Mall es horripilante, nunca utilizo el apellido de mi madre, porque ella fue la que me introdujo a estos lujos que hoy tengo.

_ Pues a mí me agrada más que Polly, le puedo llamar Gert.

_ ¿Por qué Gert?

_ Yo sé que ese diminutivo se lo decía su padre, él la defendía de su madre para que no la golpeara, su madre mató a su padre y la introdujo a la prostitución, porque la verdadera dueña de todo esto es la madre de ella, una vieja con mucho dinero a costa de los hombre del mundo teatral, hombres de las altas esferas financieras o políticas e incluso criminales y mafiosos, miles de individuos anónimos que recurrirán al placer femenino, a este local de prostitución más famoso, a esto es lo que queríamos llegar, pero será difícil, aquí hay gente muy conocida y no querrán salir en los medios.

Por lo que contesto que me agrada más que Polly, ella me da un leve sonrisa, mientras dejo que me quiten el vestido y lo vuelven a colgar, me ponen la bata de baño y me sientan ante el gran tocador, ahì colocan los hidromasajes uno en el piso y el otro sobre el tocador, al sentir el spa en pies y manos, mi mente divaga haber leído la historia de esa tal Polly Adler (1900-1962) "Una casa no es un hogar" solo que la verdadera Polly Adler llegó a Manhattan, ella misma entró a prostitución, fue tan sonada su belleza, que volvía locos a los hombres, era una emigrante que de niña se trasladó a Nueva York , desde la localidad Rusa de Yanow (cercana a la frontera de Polonia y hoy perteneciente a Bielorrusia) se empleó en un sinfín de trabajos durísimos, por pura casualidad se haría madame, como intermediaria espontánea entre diversas chicas y hombres adinerados, pese a que enseguida fuera detenida por la policía.

Tras esa primera detención por ser responsable de una casa de citas y ser fichada como proxeneta, sería liberada por falta de pruebas, como no sabía otro oficio ni beneficio, Adler afrontará el negocio de prostitución de manera más empresarial, frecuentando clubes nocturnos para informar a camareros y encargados de su burdel, cuya tarifa por otra parte elevaría bastante para conseguir el máximo de dinero en poco tiempo, pese a que tal cosa implicara trabajar veinticuatro horas al día, atendiendo al teléfono en cualquier momento, dándose cuenta, en definitiva la cantidad de quehaceres que conlleva preparar una velada de placer.

Mientras estoy en el spa de pies y manos, otra chica me corta el cabello, me pone una ampolleta para dar vida a mi cabello, yo pagaba muy bien para que me hicieran todo esto en mi casa, ahora es gratis pero a qué costo, mientras la Madame Polly ordena que me traigan una bebida, sé que tiene un somnífero leve que no puedo más que beberlo para que no sospechen, terminan conmigo y realmente tengo sueño, me dirigen a la cama ya más dormida que despierta, pero antes de dormirme, me examinan mi cuerpo, nunca me he visto la marca que dice mi madre, la cual hizo para que no me encuentre la tribu, pero oigo a la Madame decir que esa marca es de los gitanos, pero ya no sé de mí y veo todo oscuro. 

UN CONCURSO PARA VOLVER AMARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora