Capítulo 5

1.2K 31 1
                                    

Toda esta semana pasó igual que las otras, revisiones, organizar cuentas, poner en sus sitio a una que otra persona, cita con algunos socios y bla bla.

Llego el fin de semana y con él una cena benéfica muy importante a la que tengo que asistir, ya que soy la fundadora a través de otras personas. Me gusta estar en las sombras, creo que te permite mover los hilos de una mejor manera.

Me aliste con un vestido rojo de una buena diseñadora amiga de mi madre, y junto a un buen maquillaje y mis tacones, quedé perfecta.

Me gusta como me veo, me acompañará Josep, por ser mi mejor amigo y mano derecha, aparte siempre es así, es como mi socio en cada cosa.

Al llegar al salón donde se celebra la cena, Josep y yo entramos tomados de los brazos, y todas las miradas se posaron en nosotros. Siempre somos motivo de que hablar, tengo una fortuna impresionante, y aún así suelen soltar rumores sobre que tengo mucho más de lo declarado, y él, bueno es un don nadie que se pasea del brazo conmigo. 《Palabras de una periodista en una famosa revista.》

Nos dispusimos a saludar a los conocidos en el lugar hasta llegar a nuestra mesa, una de las 2 principales, para así esperar las presentaciones y todo el protocolo.

—Buenas noches señoras y señores, espero y estén disfrutando de su velada. Hoy esta cena es en honor a las casas hogar del país, por todos esos niños que tanto necesitan de nosotros, espero y recuerden siempre que ayudar al prójimo en todo momento es bueno— claro claro, y lavar el dinero en el proceso también —. Ahora por favor quisiera pedirle unas palabras a la señorita Lombardi.

¿Que? Mierda y por qué que no me avisan.

Sonreí forzadamente por la sorpresa mientras me levanto y camino al escenario.

Al llegar al escenario no sé qué decir, pero tengo que resolver o quedaré en ridículo.

—Buenas noches—, solté una risita nerviosa antes de seguir  —desde pequeña veía a mis padres asistir a este tipo de cenas, donar y ayudar a todo tipo de personas, en ese momento no entendía bien porqué lo hacían, pero ahora que estoy más grande los comprendo. Ayudar nunca está de más, entendí que con tu pequeño aporte puedes ayudar a muchas personas, puedes salvarle la vida a alguien, o conseguirle un hogar a un pequeño — parece todo mentira, pero esto es lo más cierto que puedo decir —. Por eso continúo con esta labor, porque no se sabe que tanto puedes hacer con solo un aporte, y ese aporte no siempre tiene que ser dinero, con una simple sonrisa o una palabra bonita puedes estar salvando el día de alguna persona. Que sigan disfrutando de su velada. 

Las manos me sudan, nunca me gustó hablar en público, cada palabra que digas puede ser usada en tu contra, y esta no es la excepción.

—Bien señores esas fueron las palabras de una grandiosa mujer, Jessie Lombardi, continúen a gusto con su velada.

—Jo, ya me quiero ir de aquí —  le susurré a Josep para que solo él escuchara.

—En un rato nos vamos Jess, acabas de dar el discurso, no puedes dejar que tus impulsos le ganen a la cordura.

Me tome la copa de champán que me trajeron de un solo trago, odio este tipo de cosas que son solo una fachada más para lavar dinero usando a niños, enfermos, o desamparados como máscara.

Luego de dos horas que se me hicieron infinitas por fin salimos de ese lugar, no sé porqué sigo asistiendo si siempre termino igual de mal humor. 

Ah, ya recordé.  Porque soy la puta ama de todos y se supone que debo dar el ejemplo.

—Vamos al club a que te tomes algo, estas de muy mal humor.

—¿En la camioneta están mis zapatillas  bajas no? Estos tacones me están matando, y con este vestido en el club voy a parecer un chiste.

Nueva Vida (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora