Nueva Vida (I)

Capítulo 12

Viernes por la tarde, y todo parece estar en perfecto orden. Acabo de salir de una reunión muy importante con uno de los ministros de seguridad. No me puedo permitir el lujo de que mi mercancía corra peligro por las calles, por eso es bueno de vez en cuando hacer visitas amistosas.

El estrés que me causa la entrega de los Cáceres es inmenso. Se me hace muy extraño que de un momento a otro alguien quiera robarme un cargamento, a mí.

Y bueno, la sociedad con Josep va mejor de lo que esperaba. Él es un perfil bajo, pocas personas lo conocen a profundidad, y tener un pasado militar ayuda a no ser indiscretos.

La seguridad de toda la casa para mañana es lo más importante. Ya tengo acordado todo un equipo especializado para cubrir cada rincón.

Los chicos están emocionados aunque no lo digan. Se nota en como a toda hora hablan de eso.
Adoran a mi nana y ya me están tomando más confianza igual que con Jo, y Sam.

De mis "socios" solo vienen los más importantes: los hermanos Cáceres, los mexicanos, los rusos y los turcos.  

Los Cáceres comenzaron hace algunos meses a traficar por el otro lado del país, y hasta ahora todo va bien.

Con los mexicanos exportó a Estados Unidos, América del sur y del norte, por lo que son personas muy importantes en todo mi negocio.
El tema de los rusos es más sobre armamento y tráfico de explosivos y todo ese tipo de cosas que a las personas de dinero les gusta tener sin ninguna razón.

Y mis queridos turcos trafican por parte de Europa y Asia.

Tener negocios con cada uno de ellos es imprescindible para mantenerme en pie, pero solo son una cuarta parte de todo. Son personas serias que saben que es una cena tranquila, no pueden hacer ningún tipo de espectáculo. Aún así es difícil mantener la calma estando rodeada de ellos.

Como puedo imaginar que todo es un desastre en casa, voy al rescate de mis niños.

Llegué a  casa y como lo imaginé hay más personas de lo habitual  arreglando todo. Le informé a los niños que vamos a salir para así librarnos de este caos.

Subimos al auto porque los voy a llegar a un centro estético en busca de tranquilidad.

Primero el Spa, luego los masajes, y por último quedamos en el área de estética y peluquería. 

Nos hicieron tratamientos en el rostro y cabello, luego manos y pies, y todo es extremadamente relajante.

Mi abu se cortó el cabello otra vez por los hombros como tanto le gusta. Nicolás se hizo un corte moderno que le quedo muy bien. Emmy también se hizo un corte parecido al de mi nana y  se ve demasiado angelical así. Camila solo hizo un pequeño corte en su cabello.

Saliendo de esa gran relajación, solo nos queda ir en busca de unos tacones para usar mañana.

Los tacones son del mismo color que el traje de Nico, para estar a juego ya que su camisa también es roja. El vestido de mi nana es dorado, porque no quiso nada tan escandaloso, pero si diferente a lo que llevarán los demás.

Y así pasamos todo el día,disfrutando poco a poco de la compañía de todos.

En casa ya esta todo más tranquilo, la decoración lista y todo en su sitio.

Como ya habíamos cenado, cada quien subió directo a su habitación a descansar.

Pensé en hacer lo mismo, pero ver a Camila sentada sola en la alberca me impidió seguir mi camino.

Me senté a su lado y nos mantuvimos calladas unos minutos hasta que le pregunté:

—Estás nerviosa por mañana?

Ella me vio para luego volver la vista al frente.

—Un poco. Me emociona la idea de saber que todo esto es por mí y mis hermanos. Pero me dan nervios solo pensar si hago el ridículo cuando todos me vean — su voz suena triste—. Ser parte de algo es muy importante para mí, y ahora soy parte de muchas cosas.

—¿Quieres saber porque me acerque a ti ese día en el orfanato? 

Ella asintió y yo proseguí.

—Porque me recordaste a mí a tu edad. Tus expresiones al escuchar hablar a la directora, como rodabas los ojos y tu manera de pensar sobre eso — comencé con mi relato —. Yo era y soy un poco así, sigo sin soportar ir a lugares con muchas personas, escuchar los mismos discursos escritos por otras personas llenos de palabras vacías — la parte de los discursos seguro es la que más odio —. Ese día yo estaba igual de aburrida que tú, por eso al acercarme y hablar contigo quería que vinieras conmigo y luego hablas sobre tus hermanos. No podía llevarte solo a ti, en cuanto los vi me encariñe, la indiferencia que siempre tiene Nico, y la dulzura que expresa Emmy — le tome de la mano suavemente para que sienta que es de verdad lo que digo —. Ustedes son mi familia ahora, por eso les organicé una fiesta de esas que tanto detesto, porque quiero que todas esas personas vacías vean que ustedes no están solos, porque me tienen a mí.

—Odias los discursos, pero eres buena en eso — ambas reímos, tiene razón.

—Tienes razón, pero yo si digo lo que siento, mis palabras no son vacías Camila, tienen mucho sentimiento y verdad en ellas. No importa quién seas o que hagas, seas bueno o malo siempre debes ser real y sincero, no una máscara más del montón — dije finalizando el discurso que me salió más cursi de lo que esperaba —. Bueno señorita, es hora de que suba a dormir que mañana la quiero perfecta.

Pasé a despedirme de Emmy y Nicolás, ambos profundamente dormidos, y lo entiendo, hoy fue un día muy largo, pero mañana lo será aún más.