Leer hasta el final, espero y os guste como va avanzando la historia.
A primera hora de la mañana ya tenía visita, y eso no me sorprendió en lo absoluto.
Aún estaba en pijama, pero me había arreglado un poco antes de recibir a mi visita.
— ¿En qué les puedo ayudar?
— No queremos incomodar, pero necesitamos hablar con usted sobre algunas cosas.
— De igual manera incomodan, pero si no me queda otra opción — claro que sí me molestaba lo insistentes que son, pero es lo que tengo que pasar para lograr todo el resto —. Vamos, hablemos en un lugar más privado.
Caminé junto al par de agentes hasta el despacho de papá, me gusta tenerlos en mi zona para así tener un poco más el control de la situación.
— Bien, los escucho.
— Necesitamos saber más, tiene que decir todo lo que sabe — parecían estar desesperados por conseguir algo más.
— No sé de qué hablan, qué puedo saber yo que les interese — no iba a beber tan temprano, pero había pedido a Nora que preparase algún aperitivo para nosotros.
— Sabemos que Sasha Di Santi usaba su agencia de modelaje para tapar la red de tráfico de mujeres, prostitución y el lavado de dinero, también sabemos que detrás de eso están un par de hermanos — tomaron una pausa esperando que yo continuara por ellos — ,tenemos registros de que el padre de dichos hermanos estaba vinculado muy de cerca con el negocio del narcotráfico, aunque no tenemos la certeza de qué tan cercano era.
— Los hermanos Cáceres intentaron lavar dinero en mis clubes, Sasha intentó vender a mi hija mayor luego de un desfile — me senté en el sillón de manera tranquila y confiada —
Secuestraron a mis dos niñas solo porque son mi talón de aquiles. Cuando rechazas a ese tipo de personas o te metes en lo que no te importa sales perdiendo. Pude salvar a mis hijas por el simple hecho de que el dinero lo compra todo, pero en otra circunstancia no habría podido hacerlo.— Eso ya no los dijo usted antes señorita Lombardi, pero necesitamos saber más.
— No me voy a arriesgar a nada, la vida de mis hijos está en peligro, la de mi hermana, hasta la mía propia. No esperen que diga más de lo que ya saben, porque eso no pasará.
Uno de ellos respiró profundo antes de decir algo al parecer importante.
— No me interesa nada de lo que me dice, estamos investigando un maldito caso de narcotráfico, usted también ha salido perjudicada por todo esto, solo necesitamos que nos diga algo más contundente para poder capturar a los cabecillas del Cartel del León.
— Si a usted no le interesa nada de lo que le digo, a mi menos me va a interesar su estupido caso. No lo van a conseguir, con esa gente nunca se puede, no esperen ser los héroes de la historia.
— Solo necesitamos saber donde se encuentran — habló el otro que parecía ser el más tranquilo y no tan temperamental — alguna pista que nos acerque a ellos.
— Cuando secuestraron a mis hijas estaban al norte en un galpón abandonado. También Sasha tiene algunas posesiones por la ciudad, pero no sé en donde ya han buscado.
— Todas los mobiliarios que pertenecen a Sasha Di Santi han sido registrados, al igual que los que pertenecen a los hermanos Cáceres.
— Seguro ya están lejos de aquí — dije con indiferencia — o tal vez no.
Un toque en la puerta nos interrumpió y luego de mi asentimiento entró Nora con algo de picar para nosotros, le agradecí y se retiró.
Tomé un bocado de tarta para luego seguir conversando con ellos.
— Quizá no han buscado del todo bien.
— ¿Qué quiere decir con eso? — le mande a callar y pedí que se sentaran a comer un poco.
— Sasha tenía una casa un poco alejada del bullicio de la ciudad — vi como aceptaron la comida y tomaron un poco de zumo —, de hecho, esa casa la compré yo como regalo para ella, no sé si aún esté habitada.
Ellos se interesaron por saber más y les comenté lo que parecía ser algo normal sobre esa vivienda.
Les expliqué cómo se llegaba hasta ella, desde cuando pertenecía a Sasha y como eran sus instalaciones, todo sin que sospecharan. Estaban tan entretenidos comiendo y escuchando que no se percataron de nada extraño.
La puerta del despacho se abrió de golpe y levanté la mirada para ver quién era.
Me molestaba que entraran de esa manera, y más aún sin avisar.
Pero era mi pequeña gigante, y no era posible enfadarme con ella.
— Oh lo siento, pensé que se trataba de Vincent — Cami estaba muy apenada por la manera en la que entró —. Solo te quería avisar que voy a salir a caminar con Isaac, además creo que necesito hacer algo de ejercicio, si sigo comiendo así en dos meses voy a rodar en vez de caminar.
Me reí por su comentario, a pesar de tener cuatro meses de embarazo y comer como loca no está para nada gorda.
— Sólo vayan con cuidado, y recuerda que sin Mercedes no vas a salir.
Ella rodó los ojos antes de lanzar un beso al aire y despedirse.
— ¿No le da miedo que en cualquier momento vuelva a ser secuestrada? — me tomó por sorpresa esa pregunta, y me costó mucho responder.
— Claro que me da miedo, pero no puedo esperar que esté a todas horas encerrada sin hacer nada, es una adolescente que necesita salir y divertirse.
Ellos asistieron al parecer de acuerdo con mi respuesta, Camila es joven, es normal que odie estar encerrada.
— Bueno, nosotros nos tenemos que ir, gracias por su colaboración con nosotros señorita Lombardi.
— Lo único que espero es no salir perjudicada solo por hablar de más — nos levantamos y me despedí de ellos — adiós.
Que comience el show.
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Nueva Vida (I)
Genel KurguLibro 1 de la trilogía"Vidas" "Soy el Ángel que te salva, y el Demonio que te condena". Todos tenemos ese lado oscuro que queremos mantener oculto de todos. Sin importar que pase, debo seguir con esto. Dejé de ser la niña de mami y papi hace mucho...