Capítulo 13

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Creí que era temprano al momento de levantarme, pero en realidad es demasiado tarde. En dos horas llegan las estilistas, y a pesar de que Emmy tiene dos niñeras debo cuidar de ella.

Salí de la habitación, y aunque ya no hay tanto desastre, se nota el ajetreo por cada rincón.  Bajé con pereza y me encontré a Emmy junto a Amanda, mi nana y Nora.

—Buenos días — dije saludando con un beso de cariño.

—Buenas tardes cariño.

— ¿Qué tal la pequeña?

—Bien, con el tema de que hoy va a parecer una princesa lo único que hace es hablar de eso. Los chicos aún no se despiertan, es mejor dejarlos dormir un poco más hasta que llegue la estilista.

—Sí, también lo creo, yo tengo que hacer unas llamadas para confirmar que todo esté en orden.

Revise un par de cosas por el patio trasero y aproveché que no hay nadie para llamar a Josep.

—Hola Jo, ¿a qué hora llegas? 

—No empieces a joder tan temprano Jess, estoy terminando de organizar toda la seguridad — esta un poco estresado supongo —, de verdad que sí parece que estuviera el presidente en esa casa.

—Sí empiezo a joder porque las fotos serán tomadas a las 7:30 y después se te olvida — comencé respondiendo a lo primero, con el mismo tono que él —. Y no estará el presidente, pero viene gente importante y peligrosa y no quiero que nada pase.

—Relájate un poco Jessie, todo saldrá bien. Las personas más importantes que puede haber en el país van a asistir, por nada del mundo se pierden tu fiesta.

—Imbéciles, quieren buscar la manera de verme caer, solo eso.

—Ya deberías estar acostumbrada.

—Sí sí lo sé, ¿todo con los cargamentos está bien?

—Sí, mañana comienzan a cargar los camiones para el lunes llevarlos al lugar acordado.

—Bueno yo voy a seguir revisando todo por aquí. Que la seguridad revise el perímetro antes de que todo el mundo llegue, y que a ti no se te olvide venir temprano.

Me di una vuelta por todo el patio, intentando calmar mis pensamientos. 

Desde ahora mis hijos pasan a estar a la luz pública y ahora sabrán que son mi punto débil. Pero, si creen que por eso los esconderé están muy equivocados, prefiero tenerlos en la mira y muy cerca de mí dónde pueda cuidarlos.

Una hora antes de que llegara la estilista subí a despertar a Camila, para que comience a alistarse.

Entré a su cuarto y la observé dormir tan tranquila y cómoda que incluso quise acostarme con ella. Me senté a su lado y mientras acaricio su cabello habló en voz baja.

—Ojalá algún día me perdones por meterlos a ustedes también en esto. Llegué a pensar que eran mi salvación, pero tampoco quiero ser su perdición. 

Le di un beso en la frente para luego darle leves empujones para hacerla despertar, pero se queja con la intención de continuar durmiendo.

—Cariño despierta que ya es tarde—  dije mientras la sigo moviendo para que despierte, soltó un gruñido que me hizo reír. 

Me subí en la cama y comencé a saltar como lo hago con Sam cuando no quiere despertar y lo seguí haciendo hasta que sentí  una almohada chocar contra mi cara.

—Quiero seguir durmiendo — dijo con voz ronca y los ojos aún cerrados. 

—La estilista lleva media hora esperando por ti, ya todas estamos listas — con solo decir eso se levantó tan rápido que por poco se cae.

Luego de que reaccionara y se diera cuenta de que es mentira se levantó para ir al baño.

Al salir su cara no demuestra para nada amabilidad.

—No me mires así, no te querías despertar y en una hora nos empiezan a arreglar. Baja a comer algo y luego subes a bañarte o lo que quieras, pero no te duermas.

Salí del cuarto para ir a despertar a Nico, solo por no dejar que duerma mucho más.

—Nico es hora de levantarse — lo moví suavemente, si no se despierta voy a tener que aplicar la misma que con Camila.

—Nicolás, a levantarse que ya es tarde— soltó un gruñido mientras se tapa la cara con la almohada.

Hice igual que con Camila y comencé a saltar en la cama. Aunque con él fue más fácil porque al momento ya estaba de pie.

—Ya, ya me desperté.

—Buen día cariño, anda a comer algo.

Mi abuela se quedó junto a Nicolás, Emmy y su niñera para yo poder ir a mi habitación y darme un baño.

Con sólo una bata de baño espero que llegue todo el personal, incluso Camila entró igual que yo y luego hizo lo mismo mi abuela.

Minutos después llegó el equipo de estilismo que se va a encargar de nosotras. Organizaron todas sus cosas en el pequeño salón de belleza para luego comenzar con su genial trabajo.

Quien menos tardó fue mi nana, por lo que se encargó de ayudar a Emmy y a su niñera. Camila y yo estuvimos listas luego de una hora, ambas con sombras de color claro y un delineado perfecto para resaltar nuestra mirada.

El equipo de estilismo se encargó de todo, incluso de ayudar con nuestros atuendos. Para luego hacer alguno que otro retoque en el cabello.

Al salir encontramos a Nicolás junto a Emmy. Felices pero muy nerviosos, ah y preciosos con su vestimenta.

Sam esta en la sala de estar revisando que todo este en orden, con un vestido en blanco y negro, tal cual la temática de la noche.

—Hasta que por fin bajan, el fotógrafo está por llegar. Las fotos serán en el banco que está cerca de la cancha deportiva. Serán incluidas en álbum familiar — informó mi abu al vernos llegar.

El álbum familiar es una tradición en la familia Lombardi hace generaciones.

—¿Estás nerviosa? — Camila no deja de tocar sus manos demostrando que sí lo esta.

—Sí, un poco, ¿me veo bien? 

—Estas perfecta, eres toda una Lombardi, deja los nervios que hoy serás la envidia de todas las mujeres.

Llegó la foto familiar, en la que salí sentada en la esquina derecha del banco, Emmy en medio, Camila en la otra esquina y Nicolás de pie a mi lado derecho. Luego incluimos fotos con todos, Samantha, Josep, mi nana, los chicos solos, y así sucesivamente. 

Justo a la hora los invitados comienzan aparecer, por lo que subimos para esperar el momento justo para bajar.

Media hora después es momento de  salir al patio, todos los invitados están en sus mesas esperando.

Baje yo al medio con Nicolás tomando mi brazo derecho, Emmy tomando mi mano izquierda y Camila al lado derecho de Nicolás. 

Al patio entramos de la misma manera, y en ese momento todos voltearon a vernos. Hay muchas personas y los chicos se tensaron, pero siguen caminando como si nada. Caminamos hasta el centro del patio donde me darán un micrófono para saludar y hacer el discurso de bienvenida.

—Buenas noches, muchas gracias a todos por venir — lo primero era el saludo— hace días alguien me dijo que a pesar de odiar los discursos era buena con ellos. Solo puedo decir que estoy feliz de tenerles conmigo, pocas palabras, pero reales y sinceras. Esta fiesta el día de hoy es en honor a mis hijos, quiero proponer un brindis por ellos que son mi familia, Camila Lombardi, Nicolás Lombardi, y la pequeña princesa Emmy Lombardi, Salud —  Emmy dio una de sus mejores sonrisas de esas que encantan a todos, mientras que Nicolás y Camila se mantienen serios ante las miradas de todos. 

Luego de todos brindar con champán detalle todo. Parece más un campo de guerra que una fiesta de sociedad, casi todos los invitados tienen un arma y están rodeados de escoltas que son como su sombra.

 Ya no hay vuelta atrás, ya son oficialmente parte de este mundo de mierda, y sé que me arrepentiré de esto.

Nueva Vida (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora