Capítulo 69

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Un toque en la puerta nos interrumpió, y no me importó yo quería seguir viendo esos ojos verdes, y sentir esa tranquilidad que él me daba, me sentía segura y ya más tranquila al saber que mi bebé estaba bien.

— ¿Tiene mucho despierta?

Era la voz de Jessie, por lo que me obligue a mi misma a verla, caminó hasta mí y me abrazo fuertemente.

— No, algunos minutos nada más.

— No imaginas el susto que me diste cariño, pensé que los perdía, a ti y al bebé.

— Estamos bien mamá, tranquila.

— No del todo, fue algo fuerte lo que pasó, y puede que se repita cariño, entiende mi susto. Recuerdas lo sobreprotectora que soy? Pues ahora lo seré el triple con tal de que estén bien.

Rodé los ojos por lo que dice, no la quiero imaginar más protectora de lo que ya es.

—¿Y Nico?

— Fue al baño, ya debe estar por venir. En unos momentos la doctora vendrá a revisarte.

— Aquí está tu enano favorito para alegrarte el día hermanita.

Sonreí por sus chistes malos, pero lo amaba, y me sentía feliz de tener a mi familia en estos momentos.

—Nos diste un gran susto, por favor no lo vuelvas hacer.

—Ven aquí enano — le di un abrazo, sabía que estaba asustado, al igual que yo.

—Buenos días, ya me informaron que Camila despertó, vengo por el chequeo, me dan un poco de espacio por favor?!

Entró la doctora que lleva el control de mi embarazo, y todos se hicieron a un lado para que pudiera examinarme.

— ¿Cómo te sientes? ¿Algún dolor o molestia?

— No, solo un poco de cansancio.

— Bien, me puedes decir que sentiste antes del sangrado, y si días antes sentías molestias o dolor.

— Me dolía mucho el vientre, tenía fuertes cólicos y luego comencé a sangrar. Y si, el día anterior sentí una molestia pero no quise darle importancia por no ser paranoica.

— Lo importante es que ya están bien, tú y el bebé. Pero si debo informarte que tienes un embarazo de alto riesgo, debes guardar reposo absoluto, nada de estrés ni de emociones fuertes, si no cumples con esto, puede que pierdas al bebé, y sin darte cuenta.

Asentí sin poder hablar, la vida de mi bebé estaba en riesgo y todo dependía de mí.

—Otra pregunta, ¿estos días has tenido mucho estrés, poco descansó y emociones que te alteraron mucho?

Sentí las miradas de todos en mi, sabía que si y si, todo es culpa mía.

— Sí —la voz me salió ronca por el nudo que tenía en la garganta, la culpa que siento es muy grande.

—Pues, por la salud de tu bebé y la tuya, eso ya queda prohibido.

— ¿Cuándo puede ir a casa doctora?
—Preguntó Jess, yo no podía ni hablar, estaba en mi momento de pensar, y de reflexionar sobre que, casi pierdo a mi hijo o hija.

— Hoy por la tarde puede irse, aún quiero hacerle unas revisiones más.

—Y el instituto? No puede ir más a clases?

— Puede, pero pocas veces, sería bueno que estudie desde casa, y solo algunos días de exámenes asista al instituto, pero sin excederse. Lo que menos queremos es que le suceda nuevamente.

Quería llorar, y mucho, era mi culpa y solo mía, mi empeño por seguir con las campañas publicitarias, más el instituto, mis peleas con Nico, que Isaac no me hablara, cada cosa era culpa mía.

— Vendré en un rato a volver a chequearte para que puedas irte Camila, nos vemos.

Por un momento sentí que estaba sola, estaba en mi mundo, viendo a la nada, perdida en mis pensamientos de culpabilidad que no dejaban de torturarme, sin poder hablar o emitir algún sonido.

—Camila, Camila reacciona.. Estás bien? ¿Qué pasa cariño?

Escuchaba la voz de Jessie a lo lejos, pero sabía que estaba muy cerca.

Y luego, mientras sentía mi cuerpo cada vez más débil, perdí el conocimiento.

JESSIE

Camila perdió el conocimiento minutos después de hablar con la doctora, estaba ida, como si solo su cuerpo estuviera aquí con nosotros.

— Busquen a la doctora, hay que avisarle sobre esto.

Isaac salió en busca de la doctora. Yo me quedé a tocar el cabello de Camila en forma de mimo, se veía tan indefensa. Algo muy extraño en ella ya que siempre se hace la ruda, la que todo lo puede, pero miren aquí, indefensa y con todas sus barreras por los suelos.

La doctora entró junto a Isaac que parecía perder el control de sí mismo.

Luego de que la examinara nuevamente la doctora nos informó que podíamos estar tranquilos.

— Solo es el agotamiento que tiene, tanto físico como mental. Creo que sería bueno que en cuanto despierte se la lleven a casa, parece ser que aquí solo se siente más incómoda.

Mi móvil sonó, lo ignoré. Otra vez, y otra vez, hasta que no me quedo de otra que que atender.

— ¿Quién es?

— Joder Leona te necesitamos aquí ya mismo, tenemos tres muertos, dos son parte del laboratorio y el que custodiaba una de las entradas.

— ¿Cuándo pasó eso? ¿Dónde está Josep?

— No lo sé, iba camino al hospital y ya no me atiende el móvil, te necesito aquí ya mismo Leona, no se como controlar esta puta mierda de desastre. Tenemos más de una entrega pendiente y con esto se retrasa todo.

— Mierda, ya voy para allá, intenta controlar las cosas mientras llego — cuelgo la llamada y me acerco al novio de mi hija para encargarle su cuidado— Me tengo que ir, Isaac te encargo a mi hija, en cuanto le den de alta vayan a casa, los guardaespaldas los estarán esperando.

— ¿Mamá está todo bien?

No sabía a quién debía agradecerle el hacerme buena mentirosa, a pesar de tener los nervios a mil, me mostraba más serena que cualquier otra persona en esta habitación.

— Problemas en el trabajo y Josep no puede atenderlo cariño, nada del otro mundo.

Me despedí de mi niña grande con un beso en su frente y salí de ahí lo más rápido posible; no puedo estar en todos lados a la vez, pero si quiero la seguridad de mis tres hijos, de mi sobrino Tiago y de cada persona que me rodea, necesito solucionar esto.

Conduje como loca, algo normal últimamente en mi, pensando en cada posibilidad de lo que pudo pasar.

Llegué a los galpones, y sentía la tensión en el ambiente, todos estaban a la espera de una acción de mi parte, me veían mientras pasaba, con miedo en sus miradas.

Melissa me esperaba en la entrada, armada comos si fuera a una guerra, al igual que quienes la acompañaban.

— No hace falta que haga la pregunta Melissa.

— Hablemos en otro lugar, tengo algo para ti.

Nueva Vida (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora