Capítulo 33

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Por la mañana hice la misma rutina del día anterior, con la diferencia que esta vez no fue difícil levantar a Camila y a Nicolás, desayunamos juntos y los llevé al instituto.

Yo me fui a la oficina para adelantar los presupuestos del pedido de los Cáceres, y también para revisar las cuentas de los Clubes, que sean una careta no significa que no me interese si se van a la quiebra o no.

Llegué y no me moleste en ver quienes estaban en las bodegas y quienes no, a mí me gusta siempre estar presente en donde se desenvuelve realmente el negocio, hay quienes prefieren mandar a otras personas a encargarse. Pero eso solo lo hago con Josep, y con cosas que yo no puedo hacer, hasta ahora me ha funcionado mucho tener en la mira a todo el que trabaja para mí.

Josep llegó más tarde de lo normal, pero no le dije nada, debe estar cansado, el trabajo por los dos estos días que estuve de viaje, y la verdad él es quien se merece unas buenas vacaciones.

—Y cuéntame, ¿qué tal le cayeron los chicos a Tiago?

—Me dijo que todos son geniales, le gustó mucho conocerte. En todo el camino no dejaba de hablar, y eso es algo muy extraño porque es de hablar muy poco.

—Nico me dijo que es tímido, pero que cuando ya se siente en confianza es más divertido y se suelta más, seguro y el compartir de esa manera contigo y los chicos lo hizo tomar más confianza.

—Tú también ayudaste mucho Jess, presentarte a Tiago fue un gran avance para nosotros, porque ya los dos estamos aceptando que somos padre e hijo.

—Me gusta tener tanta tranquilidad, y que nos estén pasando cosas buenas. No sé si las merecemos por todo lo que hemos hecho, pero nos hacían mucha falta sentirnos así, ¿no crees?

—Estoy de acuerdo, ya era hora de sentir que podemos ser familias normales, sin tantos problemas ni peligros.

—Pero tampoco podemos salirnos de la realidad Jo, ayer tuve una discusión con Camila por esa misma razón, no quiere tener guardaespaldas, pero no puedo cumplirle eso, su seguridad al igual que la de sus hermanos es lo más importante para mí.

—Te entiendo Jess, pero la estas asfixiando con tanta seguridad, por lo menos que sea infiltrada en el instituto, para que no sienta la presión de que cada cosa que haga te la contarán, es adolescente, y recuerda que tú eras igual a su edad.

—Ya veré que hacer luego, por ahora vamos a concentrarnos en el trabajo — dije cambiando el tema —. Por cierto, si quieres hoy cuando pase por los chicos me llevo a Tiago a casa, y llamamos a Sam y a Sasha para que también lo conozcan, ¿te parece?

—A mí me parece bien, en un momento lo llamó y se lo comento para ver qué opina. 

Continuamos revisando varias cosas más y nos fuimos temprano, no había mucho que hacer en los galpones, llamé a Sam para decirle que fuera a mi casa más tarde.

—Hola tú!

—Hola cariño, recuerdas que existo.

—Estaba full con las cosas de los chicos y el instituto Sam, por cierto, hoy en la tarde puedes venir a casa, Josep quiere presentarte a alguien.

—No me digas! Nuestro querido Josep por fin se consiguió una novia, por esto hay que brindar.

—Mejor cállate Samantha, no se trata de eso, es otra persona más importante en su vida. Te espero luego de buscar a los chicos.

Colgué y pase a llamar a Sasha, tenerla cerca de las dos nuevamente es algo que también me tiene muy contenta.

—Hola tú!

Nueva Vida (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora