Capítulo 51

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Hice mi rutina diaria al despertarme, me arregle  y baje para esperar que los niños bajaran a desayunar para así ir hasta el instituto.

No sabía si dejar que Camila fuera, tenía mucho estrés y un día que faltara a clases, no creo que le afecte mucho.
Decidí no esperar a que bajara ya lista, y subí a su habitación para así preguntarle cómo se sentía. 

Entré y la vi sentada en su cama aún con las mantas y el pijama, supongo que se está despertando. 

—Buen día cariño. ¿Cómo te sientes? 

Soltó un bostezo y se estiró en el mismo lugar —Buenos días. Me siento mejor, creo. 

—Estuve pensando, y como te encuentras un poco indispuesta, sería bueno que te quedaras en casa descansando hoy. 

—No lo sé mamá, no me gusta faltar a clases, ya me encuentro mejor.

—Por un día que te quedes en casa no pasará nada cariño, seguro al descansar el estrés que tienes se va. 

Pareció pensarlo un momento, supongo que la idea no le parecía mala

—Solo no quiero que enfermes, pero si te sientes bien, no hay problema. 

—No, tienes razón, un poco de descanso me hará bien. 

—Perfecto, te dejo dormir un poco más entonces cariño. Si te sientes mal o necesitas algo, me llamas de inmediato. 

—No te preocupes, estaré bien. 

Salí de la habitación y llamé a la puerta de Nico, y entré en la habitación de Emmy. 

Ella era una niña muy independiente, sabía hacer la mayoría de sus cosas personales sola. Pero siempre que podía la ayudaba en lo que no sabía hacer. 

—Mi pequeña bebé esta lista? 

—Ya casi termino mami. 

Vi cómo se arreglaba el uniforme y la senté en una silla para así peinar su cabello, aunque a ella le gusta llevarlo suelto.

Cuando bajamos, en la cocina se encontraba Nora estaba sirviendo el desayuno. Comimos en tranquilidad y sin apuros, aún había tiempo para irnos. 

—Camila no va a bajar a comer? 

—No Nico, hoy Camila se queda en casa descansando. 

—Se encuentra mal? 

—No, pero es lo mejor. Ayer estaba muy agotada y que descanse sería bueno. 

Él asintió a mi respuesta de acuerdo con eso. 

—Por cierto Nora, te quedas muy al pendiente de Camila si?. 

—No se preocupe, que entre su Nana y yo nos encargamos de que este bien. 

—Es hora de irnos, busquen sus cosas niños. 

Salimos de la casa y comenzamos el recorrido hasta el instituto. 

Sofía llevó a Emmy hasta su clase y Nicolás entró al instituto. 

Seguí mi camino hasta llegar a los galpones y entré al lugar. 

Hoy tenía intenciones de ver a Melissa entrenar, quiero que esté muy preparada para el momento que quiera hacerle la prueba. 

Dejé mis cosas en la oficina y fui hasta el campo de entrenamiento, donde supongo ya se encontrarán Josep y Melissa. 

Tal y como lo pensé, estaban ahí. Todavía no quería acercarme mucho; Josep parecía explicarle algo muy concentrado para luego darle la orden de que lo hiciera. 

Le estaba enseñando defensa personal, algo que puede parecer muy fácil, pero requiere de mucha práctica y de disciplina. 

La manera de entrenar de Josep es como se entrena a los soldados de guerra. 

Por eso pueden llegar a ser muy fuertes, pero la chiquilla lo maneja bien, lleva sus golpes, y alguna queja por parte de Jo, pero tiene agilidad y es rápida. 

Así estuve varios minutos, viendo como Josep le daba técnicas, puntos claves, y uno que otro regaño. 

Me acerqué, pero continuaron en lo suyo como si nada. Melissa se puso un poco tensa, daba los golpes más fuertes, y esquivaba con más agilidad.

Aplaudi muy falsamente para que así pararan el entrenamiento. Me planté justo delante de ellos para así hablarles. 

—Me gusta, pero no hace falta que intentes impresionarme Melissa, sé que eres buena, pero aún no lo suficiente. Te daré un consejo, revisa tus puntos débiles, eres un blanco fácil en cuanto a ellos se trata. 

No mentía, el tiempo que la observé, me di cuenta de sus puntos débiles, no son muchos, pero pueden ser mortales si no te das cuenta de ellos para mejorarlos. 

Ella se quedó callada, me veía con rabia, se nota la molestia que tenía, pero poco me importaba eso. 

—Jo, tienes un momento para hablar? 

Asintió y nos apartamos un poco de donde estaba Melissa —Qué pasa? 

—Cómo va? — él sabía que me refería a la chiquilla. 

—Aprende rápido y mejoró mucho en estos... Dos días? 

Sonreí de lado, mejor así —Me gusta escuchar eso, no le queda mucho tiempo.

—Tampoco es tan fácil Jess, a ti te entrene durante 6 años para que pudieras hacer lo que haces ahora. Con ella empecé hace unos  días. 

—Eso no me afecta a mi Josep, no pretendo que me venza. Solo quiero saber que tan preparada está para trabajar para mi, no quiero ineptos en mi negocio. 

Él me vio serio, sabía que hablaba enserio, era muy difícil que ella pudiera superarme en tan poco tiempo, pero era buena y eso lo tenemos claro. 

—Algo más? Debo seguir. 

—No, ya luego hablamos. 

Caminé hasta mi oficina y entré en ella para así revisar algunos documentos. 

No sé cuánto tiempo estuve en eso, tener información sobre todo me hacía estar metida en documentos en cada momento.

Había una carpeta que llamó mi atención. 

Informe, detectives. 

Eso es lo que estaba esperando, le había pedido a Josep averiguar sobre esos policías que estaban pasando por el club.

No decía mucho relevante, sus nombres, su rango y alguna que otra información personal que me importara. 

El sonido de mi móvil me hizo dejar de mirar el informe, entendí al ver que era mi nana. 

—Hola nana. 

—Jessie mi niña, debes venir a casa por favor. 

—¿Qué sucedió nana? ¿por qué estás tan alterada? 

—Camila se acaba de desmayar en la cocina mi niña, no quiere reaccionar. Ven por favor. 

Colgué luego de confirmarle que estaba en camino. 

No perdí tiempo en nada, salí lo más rápido que pude de ese lugar y conduje a una velocidad muy alta. Me preocupa que le pase algo a Camila. 

Nueva Vida (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora