Nueva Vida (I)

Capítulo 19

Mañana a primera hora salimos directo a Ibiza. Esta semana casi no estuve en casa, con la intensión de mantener todo en orden.

Ayer llegó un gran cargamento de Rusia, y hoy tengo que encargarme de distribuir la mercancía. Además, aún le doy vueltas a esa carta que me entregó Josep. No soy tonta, sé que hay alguien importante detrás de esto, la pregunta es, quién?

Pero tengo que averiguarlo sola, porque Josep está cada día más distante y extraño.

Entre en el galpón donde está el nuevo cargamento para encargarme de la distribución.

—Tomen una cada uno — dije haciendo entrega de las primeras dos —. Sin estupideces, no quiero problemas. Quiero buenas ventas, ustedes saben cómo hacerlo —  ordené a los 20 mejores hombres, son de confianza—. Ya está claro, sin errores ni sorpresas.

—¿Patrona cómo nos vamos a dividir? — pregunto uno de los que se quedan a cargo, Richard creo que se llama.

— Cinco grupos de cuatro, igual que siempre — no pueden hacer nada sin mi autorización.

En mi oficina está Josep, revisando algunas cosas.

— ¡Que milagro! Apareciste.

—No exageres.

— No toquemos ese tema. Cuando quieras contarme lo que te pasa, te escucharé. Por ahora, vete a la mierda. Solo espero que no le falles a Camila.

— Deja el drama Jessie, estaré allí — lo peor es que sigue evitando el tema.

Mejor me voy, porque quiero descargar toda mi furia con su cara. En estos seis años nunca había actuado así.

Salí de ese lugar del demonio y al llegar a casa me sorprendió un poco ver tanto ajetreo.

Pero eso no se compara con la sorpresa de ver a Samantha hablar como si nada con Sasha.

—Hasta que por fin llegas, tienes una sesión de fotos en—miró el reloj de  muñeca —,una hora y contando, así que ve a cambiarte.

—Ya va, tengo una sesión de fotos en mi casa, en menos de una hora, y yo no sabía?

—Deja el drama Jessie. Es un regalo de mi parte para Camila.. Ella está encantada, por eso comenzamos hoy, y así será durante todo el viaje —respondió Sasha tranquila.

Todo sea por Camila.

Llegando a mi habitación me encontré con dos niñas entrando y saliendo de todos lados. Y obvio espero que me den una explicación.

—No te enfades por favor. Llegaron de sorpresa y no pude decir que no. Además no serán muchas —explicó Camila hablando súper rápido.

—Vale, ¿y por qué tanto alboroto por toda la casa si solo serán algunas fotos?

—Son fotos de nuestro día a día, por eso van a ser en la piscina, cuarto de juegos, comedor, jugando al tenis. ¿No es maravilloso todo esto? Es como un sueño — no puedo decirle que no.

—Está bien, pero sin mucho estrés, mañana viajamos temprano. ¿ qué se supone que debo usar?

—Me tomé el tiempo de prepararlo. Todo lo tienes en la mesa de tu armario.

Voy a enloquecer, pero amo verla así de feliz, emocionada.

Tal como comento, en mi armario ya esta todo lo que se supone debo usar.
Bañador, ropa deportiva, formal, casual incluso pijamas.

Me di un baño muy largo, porque no quiero arruinar el regalo de mi niña. Tengo muchas cosas en las que pensar, y lo mejor es que libere tensión ahora.

A pesar de ser muy respetuoso, en la reunión Vincent hizo algunas insinuaciones extrañas. 

" Pero es mejor así querida, los negocios no se deben mezclar con lo personal"

Eso lo sé,  pero no entiendo a que se refiere.

Aparte, sigo buscando la manera de proteger a los chicos, es como un sentimiento de miedo a todas horas. Miedo a no tener el suficiente poder para protegerlos de todo, o peor aún, tener tanto poder para llevarlos a lo peor.

Salí del baño con todo eso pasando por mi mente. Me vestí con el bañador rojo que dejó preparado Camila, y sin mucho más bajé.

Están todos por el área de la piscina, con expresiones diferentes, y cada una más cómica que la otra.

Nicolás está aburrido, además seguro obligado por sus hermanas. Emmy y Camila tienen ese brillo en su mirada de emoción pura. Samantha observa todo desde lejos. Sasha prepara todo de manera profesional y sería.

—Que quede claro que esto lo hago por ti Camila— dijo Nicolás con malhumor y concuerdo con él.

—Estoy de acuerdo con Nico — todos voltearon a verme, y Sasha aprovechó el momento para tomar una foto desprevenida.

—¿Qué ven? ¿Engorde y ya no me queda bien el bañador?

—Estas perfecta. Camila sabe mantener el buen gusto — respondió Sasha con una sonrisa

Realice un par de señales a Sam esperando una respuesta sobre ella y Sasha. A lo que respondió con un movimiento de hombros.

—Bien empecemos. Tranquilos, como si las cámaras no estuvieran aquí.

Nicolás esta muy incómodo con tantas cámaras. No está acostumbrado a esto, y ser reservado más cámaras por todos lados no es una buena combinación.

No me gustan del todo, pero estoy acostumbrada, desde niña vivo rodeada de cámaras, entrevistas, prensa.

Pasamos la sesión entre foto tras foto. De diferentes maneras y formas, en cada rincón de casa, con varios cambios de ropa y todo eso. No puedo negar que fue divertido, es como una manera de acercarme más a mis niños.

Una en específico es mi favorita. Estamos recostada en las sillas las cuatro,salimos distraídas y como fue tomada por otro fotógrafo se ve a Sasha buscando un ángulo para la foto.

 Lo más divertido es que se ver la cara de furia de Nicolás, justo antes de pelear con Emmy por golpearle con algo, mientras ella solo ríe con inocencia.

Definitivamente mi favorita.

Aún no hago mi maleta, y debemos descansar. Por eso no tardamos tanto con el resto.

Sasha se despidió informando que mañana nos vemos para viajar juntos. Sin perder tiempo comencé a llenar de preguntas a Sam.

—¿Me explicas? ¿en qué momento se arreglaron?  

—No hay mucho que contar. La otra noche quedamos y hablamos de todo, me explico la razón de alejarse y pues todo bien. Hoy llegó a buscarme para venir y ya, eso es todo.

Me parece bien que arreglen sus diferencias. No puedo negar que quisiera tenerlas a ambas en mi vida como antes, como cuando era una adolescente ignorante de todo.

—Me parece súper, ahora acompáñame a hacer las maletas.

Entre risas y tonterías hicimos mis maletas. Con Samantha es imposible no reírme, siempre busca la manera de sacarme una sonrisa. Supongo que por eso aún con el tiempo sigue a mi lado.

Quedamos en encontrarnos mañana antes de salir de casa, y se fue para organizar sus cosas también.

Muchas veces me cuestiono si en realidad merezco todo lo que tengo. Soy una asesina, directa e indirecta. Quizá no vendo personas porque eso me parece anti ético, pero igual patrocinó a las personas que sí lo hacen. Miles de familias se alojan en mis hoteles, otros miles de jóvenes asisten a mis clubes y consumen mi droga, incluso cada cena benéfica que se organiza en mi nombre es una trampa más.

Por eso me cuesta tanto aceptar que aún queda posibilidad de felicidad para una persona como yo.

Hace un año no me importaría eso, pero ahora es todo diferente. Todo.

¡No olviden dejar su voto! Besitos.