Capítulo 73

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— Mamá, hey mamá, ya llegamos. 

Camila como siempre me trajo a la realidad, esa en la que solo importa el día de hoy.

— Solo me quede pensando algunas cosas cariño, vamos. 

Justo antes de entrar al consultorio, nos encontramos con Isaac esperando fuera. 

— Eh hola, es que yo, bueno, quería ver a nuestro bebé también, pero si les molesta no importa yo no tengo problema. 

— Shh claro que puedes entrar, es tu hijo y sería muy bonito que lo vieras. 

Camila le dio un beso en la mejilla a Isaac y entraron al consultorio luego de tocar, yo seguí tras de ellos ya que tenía que hablar con la doctora y asegurarme que todo esté bien. 

La doctora quedó encantada con Isaac, las caras que hacía mientras veía el ultrasonido eran muy graciosas, pero también tiernas. 

— Bueno Camila, me alegro mucho de que estés comiendo mejor y estés descansando, recuerda que debes guardar reposo absoluto y que al instituto solo puedes ir para exámenes importantes. 

— No se preocupe doctora, que está en las mejores manos.

Luego de varias indicaciones más de la doctora, y de que recetará a Camila algunas vitaminas, salimos del consultorio. 

— Conduzco yo маленький, tu no debes hacer esfuerzos. 

— Pero eso no es un esfuerzo para mi, no se vale. Mamá dile algo — yo estaba de espectadora, y no podía opinar. 

— A mi ni me mires, él solo quiere cuidarte. 

Ya en el auto, Isaac iba al volante y Camila de copiloto, me sentía de sobra, pero no me importaba. 

— Mamá, podemos ir a cenar con el padre de Isaac? 

La vi poner su típica carita, la que hace que le digas que si a cualquier cosa. 

— Me parece buena idea cariño, solo dime la hora y el lugar. 

— Queremos que cenen con nosotros en nuestra casa, claro si no les importa. — fue Isaac quien respondió, se me hizo muy extraño que Vincent quisiera que fuera a su casa a cenar. 

— Por mi no hay ningún problema, puedes decirle a tu padre que iremos. 

No tocamos más ese tema en todo el camino, y yo sigo cada vez más alerta a mi alrededor, el ambiente se siente pesado, por donde camino es como si me vigilan, imagino que eso es estar paranoica. 

Ya en casa Camila e Isaac estuvieron en la alberca, Nicolás a pesar de no querer asistir a la cena con el padre de Isaac se fue a su habitación a alistarse, y mi pequeña niña pues, ella siempre está feliz de salir y que la vean con sus preciosos vestidos. 

No hicimos mucho más que alistarnos, comer algún bocadillo, y hablar en la sala de estar todos juntos.

— Creo que es hora de irnos chicos, avisaré para que tengan el auto listo. 

Informé a los escoltas que ya íbamos a salir, no me gustaba llegar tarde a ningún lugar, soy obsesiva con la puntualidad.

Mientras esperaba que salieran de casa para irnos, recibí una llamada. 

— Tú y tú puta manía de desaparecer cuando más te necesito. 

— Estaba un poco ocupado con algunas cosas, pero dime, qué sucedió? 

— La pregunta sería mejor, que no a pasado. Pero no te preocupes, la vieja Jessie arregló la situación. 

— ¿Cómo qué la vieja Jessie? ¿Qué hiciste? Tienes a la jodida policía detrás de ti, a un loco amenazando y aún así permites que tus arranques controlen la situación. 

Nueva Vida (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora