Capítulo 26

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CAMILA

Junto a los chicos el viaje es más divertido.

Me alegra comenzar una amistad con ellos, son muy buenos chicos —mimados como lo imaginé—, somos muy diferentes y aún así nos llevamos de maravilla.

Llegamos a la playa donde se esta haciendo la fiesta. Hay demasiadas personas, todo tipo de yates, uno más grande que el siguiente, y una gran cantidad de motos de agua.

Pensaba que este tipo de cosas solo se veían en las películas, pero desde que vivimos con Jess, todo esto se hizo parte de nuestra vida.

—Vamos a dar un paseo en moto, esto está muy genial para solo quedarnos aquí —ofreció Gabriela, y tiene razón, no podemos quedarnos aquí si queremos disfrutar al máximo.

— Solo hay cinco, para dividirnos, dos en una, otros dos en otra, y dos solos, ¿les parece? —comentó Nico, y no me parece mala idea —. Entonces nos arreglamos así, Isaac junto a Camila, Gabriela y Roger, Tomás y Emilia, y Mateo y yo vamos solos.

Le avisamos a Jess nuestros planes y sin problema acepto. Todo con tal de tener cuidado.

—Bueno маленький , ¿estás lista para ir con el mejor al volante?

—Solo espero no morir en el intento Ivanov.

— Que poca fe me tienes. Sube y veras que no miento — dice entre broma y amenaza.

Subí en la moto de agua junto a Isaac, él va al volante y yo tengo agarrarme de su cintura para no caer al agua.

Esto es lo máximo. Se siente una gran  adrenalina, por los inventos de Isaac. Al igual que los gemelos que hacen gritan a las chicas del susto.

Isaac de la nada bajó la velocidad, quedando solos en medio de la nada. El resto siguió y nosotros aquí, solos. Se giró para quedar de frente a mi, llevando mis nervios hasta el cielo.

—Creo que tú me debes un beso маленький —dijo juguetón mientras sonríe de una manera que enloquece a cualquiera.

—Sí? Yo no recuerdo deberte nada Ivanov.

—Pues yo sí, recuerdo que ayer te saliste de un juego sin besar a nadie, porque justo cuando me ibas a dar un beso nos interrumpieron.

—¿Cómo estás tan seguro de que te iba a besar a ti? —pregunte retando porque no tiene nada seguro, pero aún así él sabe que iba a besarle.

—Será... porque ya estábamos igual de cerca que ahora, o solo porque eso es lo que quería que hicieras — estamos igual de cerca que anoche, por eso su afirmación.

—¿ Por qué tengo que ser  yo la que te bese a ti? — tanta cercanía me vuelve loca, cada una de mis hormonas se dispara, y mi cerebro está colapsando.

Ahora no me quedan dudas de que la atracción es mutua, o solo quiere besarme al igual que yo a él.

—Porque no sé cómo tomes el hecho de que un desconocido te dé, el mejor beso de tu vida.

—Un poco humilde el niño. Creo que no lo sabrás hasta que lo hagas —respondí con una sonrisa de superioridad, porque, aunque me muera de los nervios no se lo demostrare.

Justo cuando se decidió besarme, escuchamos el motor de una  moto acercarse y nos alejamos de golpe.

Llegó a nuestro lado Roger junto a Gabriela, y su mirada cómplice me confirmó que se dieron cuenta de lo que estaba a punto de pasar.

—Nos preocupamos por ustedes, pero ya veo que están perfectos — dijo Roger  provocando una risa en Gabriela.

Mis mejillas seguro están demasiado rojas por la vergüenza que siento.

Nueva Vida (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora