Capítulo 31

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—Tú y yo vamos al jardín, hay mucho de qué hablar.

Ambos salimos y nos sentamos en una banca que está en el jardín.

—Puedes empezar a explicarte en cualquier momento.

—Es todo tan complicado Jess, yo no sabía que tenía un hijo hasta hace poco tiempo. Me enteré días después de que adoptaste a los chicos, me encontré a su madre junto a él cuándo me iba a reunir con los abogados para la sociedad de los Clubes. Ver a su madre luego de tanto tiempo me asombró, pero que a su lado estuviera un chico de esa edad y tan parecido a mí me dejó como una estatua, ella al verme quiso irse sin hablarme, pero no se lo permití.

—No sabías que tenían un hijo juntos? 

—No Jess, no tenía ni idea, ella fue mi novia hasta que yo entré al servicio militar, luego de eso nos vimos en pocas ocasiones, y ya cuando me salí y conocí a tu padre no supe nada de ella. 

—Qué te dijo ella? —la verdad que, si las cosas son así, hasta empiezo a entender la actitud de Josep.

—En el momento no quería hablar, y me dijo que la llamara, cuando lo hice nos encontramos y me contó la verdad. Ella no me busco porque yo era militar, y sabía que no iba a tener tiempo para Tiago, prefirió cuidarlo ella sola junto a sus padres que murieron hace un tiempo. Luego de que ella me contara la verdad lo hizo con él, fue difícil ya que él pensaba que yo lo había abandonado, y comencé a acercarme a él. El día del cumpleaños de Camila me tuve que ir porque recibí una llamada de Tiago diciéndome que estaba en el hospital con su madre, no podía dejarlo solo en esa situación.

—Qué le sucedió a su madre?

—Se golpeó en la cabeza y se desmayó, pero no fue nada grave. Tienes que entenderme Jess, tenía que recuperar el tiempo con mi hijo, al igual que con su madre, ella fue mi gran amor, y a pesar de que me fui a la milicia y luego perdimos el contacto la seguía queriendo, no sé si con ella pase algo, pero lo que más me importa es mi hijo.

—Te entiendo Jo, pero lo que no puedo entender y me molesta es que no confiaras en mí para así darte mi apoyo, no estás solo porque me tienes a mí, y aún así me alejaste en vez de decirme lo que realmente sucedía.

—No quería hacerlo hasta que el tomara confianza conmigo, y fue muy difícil, pero vale la pena, es un gran chico.

—Sí me di cuenta, y cuéntame ¿cómo está aceptando el cambio de colegio?

—Al principio fue muy difícil convencerlo, al igual que con lo de mi apellido, pero termino aceptando. Espero y pueda llevarse bien con Nicolás, Tiago es un chico muy tímido y reservado, me di cuenta de que le cuesta hacer amistades.

—Nicolás me comentó sobre el cuándo los busqué en el instituto, yo también espero y se lleven bien, a fin de cuentas, son como primos.

Luego de que Josep me diera más detalles sobre cómo va su relación con Tiago entramos, y fuimos hasta el cuarto de juegos para ver a los chicos. 

Al entrar Nicolás y Tiago jugaban a algún videojuego que no conozco y Camila jugaba con Emmy en su casita.

—No otra vez! —grito Nicolás cuando el juego terminó, y se recostó del sofá con las manos en la cara.

—Qué sucede cariño?

—Esta es la cuarta vez que Tiago le gana y por eso está llorando como niñita —se burló Camila de su hermano desde donde estaba.

—Oye no es mi culpa que seas malo jugando — dijo  Tiago riendo , y eso me gustó mucho, verlos llevarse bien.

—Qué les parece si busco helado y vemos una peli? —  ofrecí a todos con entusiasmo.

—Sí mami, helado de chocolate con galletas —Emmy vino hasta a mí para brincar e insistir sobre el helado.

—Ma tu todo lo resuelves con helado, se nos congelara el cerebro de tanto — Nicolás habló y no me fue indiferente como me llamó, sentía que en cualquier momento iba a llorar.

—Qué dijiste cariño? —el volteó a verme confundido por mi pregunta.

—Qué el helado nos congelara el cerebro? — preguntó con obviedad y confusión a la vez.

—No, mucho antes de eso.

—Qué todo lo resuelves con helado?

—Ay Nicolás te lo está diciendo porque le dijiste mamá — dijo Camila un poco obstinada por la lentitud de su hermano.

—Ah sí, eso, se me salió —Nico se puso nervioso y yo fui hasta su lado y lo abracé y le di varios besos en el rostro a pesar de sus quejas.

—No importa cuántas veces se te salga cariño, es como un sueño cumplido que me llames así.

—Maa hay visitas por favor.

—No me importa, ellos también son de la familia —Nico me dio una mala mirada porque no lo quería soltar y me rendí —. Ya, está bien, voy a buscar el helado, vayan eligiendo la película.

Salí de la habitación con una gran sonrisa, que Nicolás me llamara así es muy importante para mí y me llena de mucha felicidad. 

Busqué bastante helado de chocolate y de fresa que es el que le gusta a Josep y a Camila, junto a las galletas como nos gusta a Emmy y a mí.

—Definitivamente voy a tener que llenar la nevera de la habitación con helado también, ya me da pereza tener que bajar a buscarlo —dije entrando a la habitación con los envases de helado.

—Vamos a ver una de risa a petición de todos, o bueno casi todos ya que la pequeña princesa quería una animación de Barbie — me informó Josep sentado en el sofá que en estos momentos está en forma de cama para entrar todos.

—Bueno pequeña princesa, aquí le traigo su helado de chocolate con galletas para que no se ponga triste.

Todos nos acomodamos y comenzamos a ver la película junto al helado, y me di cuenta de que a Tiago también le encanta el helado de fresa como a Josep, son tan tiernos.

*** 

Parece que Josep y Jessie ya arreglaron sus problemas, y todo esta regresando a la normalidad. ¿O quizás no?

¿Hasta cuando cuando creen que les dure tanta felicidad? 

Nueva Vida (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora