¿Qué te ocurre?

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____ Shirosagi

Hoy, después de la escuela, habrá unas batallas del torneo. Aunque no quiero, Lui me obligará a ir.

Ahora me encuentro discutiendo con mi hermano camino a la escuela.

-No quiero ir.

-Vas a ir, y agradece que antes no te obligué a participar.

-Eso te lo agradezco pero no quiero ir al torneo de todas formas, ni siquiera vas a participar en este, sino en otra región...- eso me puso a pensar en algo, ya que Shu esta participando en otra región, y sin embargo viene a la escuela hasta acá. Sinceramente, cuando lo seguí, si me pareció que hacia demasiado camino a casa.

-Bueno... aquí nos separamos. Adiós- nos dimos un rápido abrazo y un beso en la mejilla como despedida antes de separarnos e ir cada quien a su lugar.

En el camino escuchaba burlas y gritos provenientes del pasillo más adelante. Me sorprendió que, al llegar, Shu trataba de irse de entre una multitud que había vaciado su mochila al suelo y que ahora lo empujaba y lo insultaba. Entre esas personas pude ver a Megumi.

Yo me acerqué enojada y los empuje a todos para poder sacar a Shu de ahí.

-Ya dejenlo en paz- dije con un tono sombrío, a lo que varios chicos se apartaron. Tomé a Shu de la mano y salí corriendo de ahí con el siguiendome. Cuando al fin llegamos a un lugar apartado lo solté y ambos respiramos agitadamente.

-No tenias que hacerlo- me dijo el con un tono apagado y miran al suelo, haciéndome imposible ver sus ojos.

-¿Qué te pasa? No estás actuando normal, de inmediato se te ve.

-Estoy bien- antes de que se fuera lo detuve sujetándolo del brazo derecho, en el cual tenia un muy notable moretón.

-Deja de mentir ¿qué tienes?- Shu lo dudó un poco, pero se dio vuelta dejándome ver su cara, en la cual se apreciaban un par de ojeras muy profundas.

-Eso no te incumbe- se liberó de mi agarré con un forcejeo, a lo que observé una mueca de dolor en su rostro antes de que el tomara su mochila y saliera corriendo.

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Cuando llegué al aula de clases me encontré con mis libretas en el banco, a lo que supuse que Shu las había dejado allí.

En cuanto a el, estaba en una esquina sentado entre las sombras mirando al suelo. Escuchaba los murmullos, ya no sobre mi, sino sobre el.

Las clases parecieron eternas. Los minutos... cada uno parecía una hora y cuando el receso llegó salí corriendo a buscar a mi hermano.

-A mi no me importa Kurenai- dijo antes de hacer un lanzamiento con Luinor.

-Lui, el esta mal. La está pasando incluso peor que yo. Ayudame, por favor.

-Ya dije que no- Lui extendió su mano a lo que Luinor cayó en esta.

-¿Recuerdas el amigo del que te conté cuando era pequeña?

-¿Qué tiene que ver Kurenai con eso?- se volvió a posicionar.

-Él es ese amigo- se quedó quieto un momento procesando lo que acababa de decir hasta que finalmente contestó:

-El no te recuerda.

-¿Crees que no lo se? Se muy bien lo que le pasó cuando tenia nueve años. Perdió la memoria. Lo diagnosticaron con amnesia permanente... pero estoy segura de que en serio hay algo que se puede hacer para ayudarlo. Lo que sea...

-Y si verdaderamente hay una posibilidad yo no soy el conocedor de esta, como es evidente, así que no me molestes.

-Te molestaré cuanto sea necesario...

-¡Al parecer no te quedó claro! ¡Largo!

-¡Me largare cuando quiera!

-¡Entonces te quieres largar ya!

-Tu... ¡tu no eres quien para decirme que hacer! Yo... ¡TE ODIO!- me tapé la boca al escucharme y observé apenada la expresión atónita de mi gemelo.

-Me odias... ¿de verdad?- sonaba... diferente. Ahora tenia una expresión algo sombría mientras me observaba.

-Yo... lo si... siento. No era mi intensión...

-Oh, claro que la era. Si no, no me hubieras gritado eso con tanto sentimiento- noté que sus ojos se pusieron ligeramente cristalinos -última vez que lo digo: largo- solo fui capaz de asentir y salir en silencio, cerrando la puerta.

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Valt Aoi

Salí de la escuela y fui corriendo al centro comercial para ver la batalla de Shu. Según entiendo, irá contra un tal Orochi Ginba.

Llegué y observé como Shu caminaba hacia la arena... y también noté algo más. Todos los presentes lo miraban con repulsión.

-¿Qué ocurre?- le pregunté a Rantaro.

-No se, pero hace rato, cuando mencionaron a Shu, lo abuchearon. Algo sucedió y creo que Shu no nos lo dijo- me respondió mi amigo en un susurro.

-Pero... ¿qué podría ser?- reflexioné para mi mismo.

La batalla empezó y, aunque le costó mucho, Shu salió victorioso. Lo más intrigante para mi fue ver que, al final, cuando Shu y Orochi se daban la mano en señal de respeto, Orochi le susurró algo a Shu en el oído y luego le dio una palmada en la espalda, como motivandolo.

Shu solo caminó de regreso a la sala de espera, y ya no pude verlo en todo el día.

Todo por defenderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora