____ Shirosagi
Ambos lanzaron al mismo tiempo. Red Eye se impulso con el suelo mientras empujaba su lanzador al frente, cosa que causo un lanzamiento increiblemente perfecto y poderoso.
-Axe Launch- Red Eye, con su sonrisa maliciosa, trono los dedos. Valtryek explotó con el primer contacto. Todos quedamos sorprendidos. Fue entonces cuando me di cuenta que su ojo izquierdo había cambiado a rojo de nuevo a través de la mascara. Su sonrisa desapareció y puedo hasta jurar que se sentía mal, aunque no estoy segura -vete- dijo dandose media vuelta. Su voz era ligeramente más suave.
-Espera- Valt sonaba desesperado, pero el no se detuvo -¡Dije espera!- esta vez Valt se interpuso en su camino.
-Perdiste, no tienes nada que ofrecer- la voz de Red Eye carecía de nuevo de ese ligero tono de locura y había vuelto a ser monótona.
-¿A qué te refieres con que Shu prefiere estar encerrado? que se ha vuelto cobarde... ¿acaso esta encerrado allá adentro?- señaló la pirámide -¿lo encerraron? Responde ¡Merezco saber!
Red Eye siguió avanzando hasta la pared de roca y se detuvo. La pared se abrió ante el y luego se perdió en las entrañas de la edificación... más la puerta no se cerró tras de el.
-¿Qué sigue ahora?
-¿Qué esperan? ¡Siganme!- exclamó Valt yendo hacia la puerta abierta de la pirámide.
-Esperen, ¿no deberíamos votar en esto? ¡Esto me huele mal!
-¡Vinimos a buscar a Shu! Es obvio que estuvo aquí, sino Red Eye no tendría a Spryzen...
-¡Todos son unos estupidos! ¿En serio no se dieron cuenta? ¿No vieron a Red Eye con atención?El es...- me callé, pues estaba hablando sin pensar y no quiero que se enteren. No lo soportarían.
-____ ¿te encuentras bien?- me preguntó Daigo algo nervioso, pues le había gritado practicamente en el oido. Yo suspiré.
-Valt tiene razón. Red Eye mencionó que Shu prefería quedarse encerrado. Es muy probable que esté dentro del Snake Pit en alguna parte- mentí, siguiendole la corriente a Valt.
Entonces una voz vino desde dentro del lugar.
-Felicidades por encontrar nuestras instalaciones. Mi nombre es Ashtem, y gobierno el Snake Pit.
-¡Escucha, así esta la cosa! ¡Vinimos a buscar a un amigo! ¡Sabemos que está aquí asi que dinos donde esta!- gritó Valt.
-Tienen mucho que aprender. En mis dominios los privilegios se deben ganar. Primero, después de la derrota que sufrieron contra mi hijo deben probar que son dignos...
-Un momento- dije al darme cuenta de algo que mencionó -¿Acabas de decir que Red Eye es tu hijo?- los demás se dieron cuenta también en cuanto lo mencioné.
-Si, ¿algún problema?- no respondimos -en fin. Los invito a probar sus habilidades contra nosotros. Bienvenidos al Snake Pit. Entren... si se atreven- las luces del pasillo se encendieron.
Todos juntos, Valt, Rantaro, Daigo, Wakiya, Cuza y yo, entramos y caminamos por el pasillo que se nos mostraba en frente. Mis sentidos se agudizaron de nuevo, y me sobresalté cuando la pared se cerró detrás nuestro.
Rantaro se asustó y el y Wakiya empezaron a discutir, por lo que Daigo los regañó luego de detenerlos. Entramos a un elevador que nos estaba llevando bajo tierra. Bajabamos demasiado. En cuanto el elevador se abrió de nuevo escuchamos sonidos metalicos, como si fueran aparatos de ejercicio.
Otra puerta se abrió ante nosotros y nos encontramos con una sala de entrenamiento llena de jovenes bladers, pero eso si: todos se veían mayores a nosotros. Todos los bladers tenían pesas en todo el cuerpo mientras entrenaban.
Uno de los chicos a nuestra izquierda colapso, y Valt corrió a socorrerlo. Yo también me acerqué.
-Oye, ¿estas bien?- preguntó Valt en español.
-Pierdete.
-Oye, chico. El esta siendo amable contigo...
-Para empezar soy mayor que ustedes. Tengo 14, y segundo, Red Eye demostró que ustedes no valen la pena- intentó levantarse, pero estaba demasiado agotado como para mantenerse en pie.
-Tranquilizate. Un poco de descanso no daña. ¡TIEMPO FUERA! ¡ES UNA PAUSA...!
-No lo toques- dijo un hombre de mascara plateada. Se acercó a nosotros y se dirigió al chico -recuerda. Puedes irte si no puedes manejarlo- en cuanto escuchó eso, el oji verde se levantó y siguió entrenando, haciendo oidos sordos hacia nosotros -visitantes, por favor siganme- los chicos iban a hablar, pero yo caminé hacia ese hombre, empezando a seguirlo.
Los demás me imitaron.
Nos llevó a otro elevador, que nos dejó a su vez en una sala donde se encontraban dos hombres. Red Eye se encontraba al lado de uno, y nos miraba fijamente con una expresión seria.
-Impresionados con nuestras instalaciones, supongo.
-¡No, hasta ahora no!- le contestó Valt dando un paso al frente. Yo lo hice retroceder de nuevo. Aunque este hombre pueda valerse como un enemigo, hay que tener respeto.
-Increible. Pueden llamarme Ashtem.
-Bien. Otra máscara- dijo Cuza, y Carl lo repitió.
-Las identidades y los nombres no importan aquí, solo importa la fuerza. Ese es nuestro lema. Aqui en el Snake Pit hemos creado un ambiente sagrado para crear y moldear a los mejores bladers. Ponemos a prueba su resistencia física.
Los chicos reclamaron y Ashtem contestó. Fue hasta que Valt mencionó a Shu que el ambiente cambió drasticamente: Red Eye se ocultó disimuladamente detrás de su "padre".
Valt empezó a decirle a Ashtem lo bueno de Shu, y a cada palabra Red Eye se veía cada vez más apesadumbrado. Ashtem se percató rápidamente de eso.
-¡Suficiente!- el semblante de Ashtem cambió de golpe -Red Eye, HIJO, ¿harías los honores por mi?- hixo enfasis en la palabra "hijo".
El mencionado pasó al frente.
-Ustedes se probaran contra los demás Eye- dijo monótono. Una compuerta a nuestras espaldas se abrió.
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Todo por defenderte
FanfictionNuestro protagonista, esta vez, es Shu Kurenai, un joven albino al que muchas chicas en el instituto querían... exacto. Querían. Cuando el chico tenia nueve años tuvo un accidente, en el que olvidó todo lo que había vivido hasta ese momento, incluye...