Todo por defenderte

Creo que te conozco

____ Shirosagi

Ante las palabras de mi hermano sonreí y salté la valla que separaba a la multitud del escenario, dirigiéndome hacia esa tal arena ciclón.

Ya estando frente a Zac pude darme cuenta de las expresiones de sorpresa que tenían los otros tres. Zac estaba pálido y paralizado al verme, Xander tenía los ojos muy abiertos y Shu... el me miraba confundido. Entonces recordé lo que el me había dicho sobre Lui. ¿Será que Lui llegó a hacerle daño alguna vez y es por eso que lo odia? y si es así, ¿qué pensará ahora de mi.

Sacudí un poco mi cabeza, alejando esos pensamientos, y saqué a Wendigo de mi cinturón.

-Vaya, vaya. Nunca pensé que Lui tuviera una hermana- dijo Zac ya fuera de su shock.

-Hermana no. Gemela- dije viendo a mi hermano, quien me dedicó una sonrisa un poco más suave que hace rato. De reojo vi la expresión helada de Shu. La gente detrás nuestro empezó a murmurar.

-Bueno, en ese caso espero que des batalla.

-Esto será muy divertido- dijo Lui mientras reía e iba a sentarse en el escenario acompañado de Gabe. Me causó gracia que Zac pusiera una cara de malhumorado al escuchar eso.

-Te presento a mi bey, Divergent Wendigo- le dije mostrando a Wendigo.

-Zillion Zeutron no sucumbirá ante tu bestia ártica, niña- me dijo Zac, a lo que me enojé.

-No soy una niña... ¡Por favor, soy mayor que Lui!

-¡Por 57 segundos!

-¡Pero soy la mayor!- le contesté haciendo que mejor se callara.

-Bien, basta de distracciones. Es mi momento de brillar- dijo Zac mientras se posicionaba.

Yo lo imité, poniendo mi lanzador horizontal. Los ojos del rubio lanzaron un destello de seguridad, el cual estoy segura que no durará mucho.

La multitud inicio el conteo.

3...

2...

1...

LET IT...

RIP!!!

En el último momento incliné un poco mi lanzador, lista para desplegar las garras de Wendigo.

-Bloody Claw- dije y Lui sonrió satisfecho.

Zeutron fue directo al centro, logrando pasar por encima del disco giratorio del centro de la arena. Su giro se volvió más rápido al adicionarse al del centro.

-Lo siento, nena, pero una estrella no puede opacar al sol- dijo guiñandole un ojo a la audiencia, recibiendo mucho apoyo por parte de sus fans. Sonreí.

-El sol no es la estrella más grande del universo... Zachary Kaneguro- se molestó al escuchar su verdadero nombre, momento que aproveché para hacer que Wendigo fuera al ataque.

Facilmente logró superar el disco giratorio para llegar hasta Zeutron y atacarlo. En cuanto lo tocó, el bey de mi contrincante salió disparado de la arena, y un segundo antes de tocar el suelo explotó, sorprendiendo a todos.

El ambiente se volvió pesado por la impresión. La gente no lo podía creer, pero yo solo miré a mi hermano, que me regresó la mirada felicitándome de forma muy disimulada. Inmediatamente después busqué a Shu con la mirada, pero el ya no estaba ahí. Se había ido.

El evento siguió. Lui se fue, pero yo le dije que me quedaba para comer un poco y buscar a alguien.

En cuanto el se fue me puse a buscar a Shu desesperadamente por todo el lugar. Seguramente enterarse así de mi parentesco con Lui lo afectó. No lo encontré.

Ya rendida me dirigí a los puestos de comida, y al verlos bufé molesta, pues como ya era tarde habían cerrado.

Frustrada, me senté en el escenario vacío, viendo como la multitud se iba, ¿y yo? tengo hambre. El sol empezó a ocultarse en el horizonte mientras lo observaba, pero un tacto suave en mi hombro me puso alerta, haciendo que casi atacara.

-Tranquila, soy yo- al darme la media vuelta me encontré cara a cara con la persona a la que estuve buscando toda la tarde.

-¿Dónde te habías metido?- le pregunté molesta.

-Por ahí- me contestó despreocupado mientras se sentaba a mi lado. No se veía molesto, y mucho menos enojado conmigo -debes tener hambre ¿quieres?- me preguntó ofreciéndome un poco de sushi. Yo no dije nada y tomé un trozo.

-¿No estas enojado?

-Ya no.

-¿Lo estabas?

-Más que enojado, confundido... ____ Shirosagi, gemela mayor de Lui por 56 segundos.

-57

-57 segundos- se corrigió rodando los ojos divertidos. Silencio.

-¿Y por qué no estas enojado ya?

-Porque te conozco. Somos amigos y, por lo que te he conocido,eres muy distinta a el. Tu no le haces daño a los demás- dijo mientras se apartaba el cabello de la cara, dejando ver claramente la marca de su ojo.

Entonces entendí porqué es que lo odia tanto.

-¿Te dolió cuando te la hizo?

-Si, pero mi padre lo dejó peor cuando se enteró de que había competido- silencio de nuevo -... oye ____

-Dime.

-No se porqué, pero... siempre que te veo, siento que ya te conocía desde antes. Como si cuando era pequeño tu y yo ya nos hubieramos conocido.

-¿En serio?- pregunté tratando de disimular mi emoción.

-Si, así que se honesta. ¿Nos conocimos cuando eramos niños?- mi corazón dio un enorme salto y me lancé a abrazarlo, feliz -supongo que eso es un si ¿verdad?- asentí -bueno... me alegra saberlo.

Correspondió el abrazo, dandome un beso en la cabeza.