Spryzen vs Kurtz

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Spryzen

La noche se me pasó muy rápido.

A la mañana siguiente desayuné algo y me largué a la arena para ver las batallas y esperar la mía.

La primera, entre Aoi y Ackerman, se la llevó el primero con un final explosivo. Sin ceder puntos. La segunda la ganó Shakadera contra Ren Wu Son. Sinceramente me molesta un poco que, entre ellos dos, hablen en portugués, por lo que no entendí nada de lo que dijeron.

Finalmente llegó el mio. Me tocaba contra Kurtz, así que fui a mi posición. Cuando estuvimos frente a frente, el empezó a hablar.

-Debo admitirlo, en verdad eres intrigante. Dime, ¿qué te motiva?- yo mantenía una mirada fria.

-Mi motivación... es deshacerme de todo lo que pueda significar un peligro para Shu- dije en japones, asegurandome de que el no me entendiera. El al parecer se molestó.

-Te arrepentiras de tu arrogancia. No tendré piedad contigo- esa chispa asesina de nuevo. Me aseguraré de borrarla.

-3... 2... 1... LET IT... RIP!!!- lanzamos. Decidí usar mi modo defensa, contrario al reloj, mientras que Kalzar daba vueltas alrededor de mi en la arena. Los impactos dolían, pero eran soportables.

-Debes temerme. Las cosas solo empeoraran- en ese momento, Kalzar empezó a rodearse de energía. Me preparé para un fuerte golpe -¡Volt Atack!- el golpe fue lo suficientemente fuerte para sacarme de la arena, y si, dolió mucho, pero lo disimulé -te lo adverti ¿verdad? Cuando me enfrentas, tu destino queda sellado al instante- me agaché para recoger mi antiguo almacén, y la mirada asesina de Kurtz me hizo estremecer levemente.

-Ya verás. Te destruiré... te voy a hacer pedazos, Kalzar- le dije al bey, ignorando a Kurtz. Este me respondió con un destello furioso.

-Preparate para una gran decepción- dijo Kurtz poniendose en posición.

Apenas lanzamos, Kalzar despertó, pero yo también lo hice.

El aura demoniaca que tan bien conozco me rodeó, aumentando mi fuerza.

-¿Y cómo va saliendo ese plan tuyo para derrotarme?- solo me limité a sonreír, y por un momento deje de golpear a Kalzar. Ahora era obvio que este se estaba tambaleando.

A partir de ese momento, me bastó golpearlo una vez para hacerlo explotar y así conseguir mi victoria. Entonces le sonreí con psicopatía.

Kurtz recogió a su bey y rió.

-¡Creí que habías dicho que destruirias a mi bey!- Kalzar apareció detrás de el, solo visible para mi, y pegó un chillido furioso -¡Lo único que haz conseguido es despertar la furia de Kalzar!- eso se notaba en la mirada de odio que el ave me lanzaba - ahora nuestra ira será imparable... e iremos tras de ti- una última mirada asesina y se fue.

Yo también me fui, empezando a caminar por los pasillos, y entonces me encontré con algo que me alteró.

-¿Segura que estas bien?- le preguntaba Lui a ____ mientras la ayudaba a caminar. Esta se veía muy cansada, con ojeras muy profundas.

-S... si...- en ese mismo momento, ella estuvo a punto de caer, pero su hermano la ayudó a mantenerse en pie.

-Oye, no puedes batallar así. Debes descansar...

-No. Me toca enfrentarme a ti, y eso es justo lo que voy a hacer- dijo con debilidad, pero al mismo tiempo con mucha determinación.

-Bien. Solo te llevaré a que te den algo para las energías ¿si?- ella asintió y siguieron su camino. Parece que ni siquiera me notaron.

____ esta mal

-Si, ya me di cuenta- le hablé mientras caminaba.

Es por mi culpa ¿verdad?

Me detuve en seco.

-Tu no tienes culpa de nada, ¿entiendes, pequeño?- le susurré para que, si había alguien más en el pasillo, no me escuchara.

... Spryzen

-¿Si?

Nunca más vuelvas a llamarme pequeño

Eso me sorprendió, pero lo que sacó de mi concentración fue que fue lo último que dijo.

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____ Shirosagi

-El siguiente partido será entre que tienen una cosa en común, claro, además de ser gemelos: una confianza inaudita. Pero el ego de uno de ellos recibirá un gran golpe cuando pierda hoy. ¡Un aplauso para los gemelos Lui y ____!

Ambos avanzamos al frente. Lui me miraba algo preocupado, pero aún así yo sabía que el no se contendría. Bien, yo tampoco.

Antes de venir, Lui me había llevado a la enfermería por una bebida energetica fuerte, por lo que ahora tengo las energías suficientes para una batalla... o eso es lo que estoy esperando.

Ahora solo falta que Wendigo no se me rebele de nuevo.

Miré a mi hermano y ambos asentimos levemente. Luego el sonrío con arrogancia.

-Tu racha de suerte debía terminar tarde o temprano, hermana.

-Lo mismo digo, antorcha- le contesté también con una sonrisa arrogante.

-No seas tan cínica. ¿Vencer a un miembro de los cinco grandes? Admitelo. Tienes muchos treboles de cuatro hojas, gemela mía.

-Pues opino que tu tienes celos. Siempre los tienes de tu hermana mayor- llevé una mano a mi cintura.

-No me importa lo que opines. Esa victoria fue suerte, enana.

-Hagas lo que hagas, no me harás enojar, antorcha.

-Si, como digas, pero esta charla solo nos hizo perder el tiempo. Mejor muestrame de lo que verdaderamente eres capaz- su mirada se volvió sombría, al igual que la mía.

La multitud gritó emocionada.

Primer paso, distraer al público para que no se den cuenta de mi estado, completado.

Todo por defenderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora