____ Shirosagi
Nos sorprendimos mucho cuando vimos el video que nos había mandado Trad de una batalla entre Free y Lui, y fue más la sorpresa cuando, al terminar el video con la derrota de Free, el mismo apareció en la sala, diciendo que había vuelto con nosotros.
Fue un día largo, he de admitirlo. Estuve todo el día cuidando de Valt, quien aun no despierta, además de que he estado pensando mucho en Shu.
Le grité después de que se diera cuenta de que había hecho algo malo, y creo que eso no le ayudo nada, en un descuido lo empeoró todo.
Por otro lado, tengo a Wendigo... me alegra que este destruido.
Decidí ir a dormir temprano.
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A la mañana siguiente seguí mi día normal. Fui a desayunar, a ver entrenar a los demás, a cuidar a Valt... pero el alma se me vino a los pies cuando entre a mi habitación y me percaté de que había algo en mi buró:
Un Wendigo evolucionado, evidentemente mucho más fuerte
Le tomé para lanzarlo por la ventana y luego salí corriendo a buscar a Raul.
-¿Pero que dices? Yo no he hecho evolucionar a ningún bey últimamente, y mucho menos al tuyo que de por si ya es muy poderoso- me dijo Raul, confundiendome y asustandome.
Cuando volví a mi habitación, Wendigo estaba sobre mi cama, con su tapa dirigida hacia la puerta... como si me estuviera esperando.
Es un gusto volver a verte, enana
La voz letal del Wendigo resonó en mi cabeza mientras que ese bey maldito desprendia un brillo gris de su tapa.
-¿Por qué volviste? Te destruí... Strange Wendigo debería ser historia ahora mismo.
¿Que acaso no me viste? ¿Me parezco a Strange Wendigo? Yo no soy el mismo. Me costó trabajo, pero ahora soy más poderoso... mucho más peligroso también, por si tienes curiosidad.
-¿Y como se supone que te llame ahora...? No ¿Sabes qué? No contestes eso, porque lo que haré contigo será arrojarte al bosque lo más lejos posible para no verte nunca más frente a mi.
Niña estúpida e ingenua. No importa que hagas, yo voy a volver. No puedes deshacerte de un espíritu asesino. No es inteligente retar a la naturaleza, para que sepas.
-No me importa. Algo debo poder hacer- el rió.
Eso ya lo veremos. Pronto descubriras a la mala mi poder: el poder de True Wendigo
Después de decir eso, el brillo cesó. Inmediatamente guardé a esa cosa en el cajón de mi buró, donde no lo veré con facilidad.
Salí del cuarto y me dirigí al cuarto de Kitt, Rantaro y Valt, y me confundió un poco ver a todos amontonados en la entrada.
-¿Qué pasa aqui?- pregunté alzando la voz y llamando la atención, pues el tumulto me estaba hartando.
-Es Valt. No esta- me contestó Kitt, sorprendiendome.
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No me tomó demasiado encontrarlo. Estaba en el bosque, entrenando con Valtryek.
-Deberías estar descansando- dije saliendo de entre los arboles, sacandole un chillido por el susto.
-Uff, solo eres tu, ____. Pensé que era alguien más- dijo rascandose la nuca mientras me regalaba una sonrisa amigable -y respecto a esto- dijo señalando las vendas de su cabeza -ya me siento mucho mejor.
-¿Estás seguro? El golpe que recibiste fue muy fuerte.
-¡Estoy seguro, y vas a ver que en poco tiempo Valtryek y yo nos haremos tan fuertes como para vencer a Shu!- me dijo animado mientras me mostraba a su bey -¿quieres una batalla conmigo? Por favor- me suplicó.
-Yo... no puedo, Valt.
-¿Por qué?
-Porque rompí a Wendigo- el me miró con una sorpresa y confusión enormes -me estaba asustando de su poder, y lo destruí... además... voy a renunciar al beyblade.
-¿Pero por qué? Tu amas el beyblade, se te nota de inmediato.
-Lo se Valt, pero todo este estrés que tengo es gracias a lo que ha pasado por estar metida en el mundo del beyblade. Incluso estoy pensando en regresar a Japón- eso es verdad.
-Pero te ayudaremos... Rantaro, Wakiya, todos te vamos a ayudar, en serio. Debes creerme. Si no te ayudáramos, no seríamos buenos amigos para nada- me dijo apoyando sus manos en mis hombros.
-¿Hablas en serio? ¿Incluso después de lo que hice alguna vez?- el asintió para luego abrazarme con cariño. Correspondí gustosa a su muestra de afecto.
Free de la Hoya
True Wendigo. Es como se hizo llamar este bey.
Se ha vuelto más peligroso que antes, chaval. Ten mucho cuidado al manipularlo.
-Lo se, Fanfnir- le contesté a mi bey, que brillaba de un intenso color amarillo desde mi cinturon. Yo me encontraba con el bey de ____ en las manos. Estamos en su habitación.
No puedo evitar sentirme inquieto al ver a este bey, y más al estar sosteniendolo. Es pesado y la imagen de craneo de animal con grandes cuernos en su tapa es aterradora.
Estaba a punto de dejarlo en su lugar cuando una rafaga muy fuerte entró al cuarto por la ventana. Me cubrí del viento helado con mi brazo izquierdo, e inmediatamente sentí una terrible punzada de dolor por toda la extremidad bajo mi guantelete.
¿Cómo te atreves a tocarme, enano?
Esa voz es diferente. No es Fanfnir. Rápidamente me quité el guanteleteverde botella y lo dejé caer al suelo. Todo mi brazo izquierdo estaba cubierto de rojo por los cortes que el viento había hecho en el. Parecían heridas hechas por garras, y para mi fortuna no eran tan profundas.
-Tu debes ser Wendigo- dije sujetando mi brazo por el dolor.
Acertaste. Ahora... ¡¡¡LARGO!!!
El viento volvió atacar, pero esta vez venía con forma.
Tomé mi guantelete y salí del cuarto a toda prisa, cerrando la puerta en las narices del mismo Wendigo.
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Todo por defenderte
FanfictionNuestro protagonista, esta vez, es Shu Kurenai, un joven albino al que muchas chicas en el instituto querían... exacto. Querían. Cuando el chico tenia nueve años tuvo un accidente, en el que olvidó todo lo que había vivido hasta ese momento, incluye...