Shu Kurenai
En cuanto vi a la chica desmayarse me arrodillé a su lado para cargarla en mis brazos y llevarla a la enfermería.
Cuando llegué a la enfermería, la enfermera nos recibió y atendió a la chica rápidamente. En unos minutos ella ya estaba en una camilla tapada con una sabana.
La enfermera me dijo que cuidara a la chica en lo que ella iba a llamar al director para arreglar el problema de quien la había lastimado.
-No necesitas cuidarme- me sobresalte un poco al escuchar la voz de la chica, a pesar de que se escuchaba débil y muy silenciosa.
-Te desmayaste. Eso es suficiente para preocupar a cualquiera.
-Lo se- Me miró fijamente. Observándola detenidamente... es idéntica a Lui -estaré bien- ella me miró fijamente a los ojos, diciéndome que me fuera del lugar. Solo suspire pesadamente.
-Está bien- me levanté de donde estaba sentado y me dirigí a la puerta de la enfermería -cuidate.
-Gracias- ella me regaló una cálida sonrisa, haciendo que mis mejillas se calentaran un poco.
Salí de la enfermería y comencé a caminar.
En el camino a la salida podía jurar que me había cruzado con un chico de cabello celeste que parecía fuego, quien corría hacia donde estaba la enfermería.
Por un momento pensé que era Lui, pero no pude verlo a la cara para identificarlo.
Solo seguí mi camino, aunque sentía que alguien me miraba.
En el camino alguien me interceptó. Era una mujer como de 20 años con vestimenta algo provocativa, cosa cuya razón no entendía.
-Hola, cariño ¿quieres un folleto? Por favor. Mi jefe me castigará si no los reparto todos para el final del día- la miré y suspire pesadamente, tomando la propaganda de una tienda de ropa.
Ella me agradeció feliz y ambos seguimos nuestro camino.
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??????
Listo, Kurenai. Te dije que me vengaría, y eso haré hoy. Solo tengo que publicar esto y listo. Mi venganza tomará curso.
Gracias a mi amiga, tengo el material necesario.
Te haré la vida insufrible, Kurenai.
Shu Kurenai
Me levante temprano de nuevo y me preparé para ir a la escuela, aunque obviamente, antes limpié el apartamento.
Cuando terminé tomé una manzana de la mesa y me fui cerrando la puerta con llave.
Estaba caminando y comiendome mi manzana cuando escuché voces que me llamaban.
-SHU!!!
-SHU!!! AHÍ ESTÁS!!!
Me di vuelta, y cual fue mi sorpresa al encontrarme con los chicos, hasta con Valt, quien al parecer se levantó temprano. El único que faltaba era Wakiya.
-SHU!!! VUELVE ACÁ!!!- salí corriendo cuando Valt salió a la carrera para atraparme.
Tal vez Valt sea más rápido que yo, pero yo soy más ágil y menos torpe.
En efecto, corrí hacia mi escuela unos cinco minutos en zigzag y al final Valt tropezó y cayó al suelo, dándome la oportunidad de escapar. Corrí a toda velocidad hacia un callejón que parecía ser un atajo.
Llegué más rápido a la escuela, eso si, entonces aproveche para subir a la azotea lo más rápido que podía. A diferencia de en la Academia Beygoma aquí no hay arenas en la azotea, cosa que me frustra un poco.
El resto del tiempo me la pasé sentado en una banca hasta que sonó la campana de entrada a clases, pero cuando me iba a levantar alguien evitó que lo hiciera.
-Estás en problemas- me dijo la chica peli celeste de ayer a la que defendí. Siento que ya la conocía, pero no puedo recordarla.
-¿A qué te refieres con... problemas?- pregunté algo nervioso.
-Vamos- ella me jaló y me llevó a nuestra aula.
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Al llega el receso, todos me veían extraño. Me veían como si fuera veneno, o algo que no se debía tocar bajo ninguna circunstancia. La chica peli celeste hace un rato ya que no la veía... pero como ya dije, yo tengo un problema aquí y ahora.
-OYE, MALDITO PERVERTIDO!!!- me sorprendió escuchar que me gritaron eso.
-ASI QUE TE GUSTAN LAS PROSTITUTAS ¿EH?- esta vez si no entendí, así que me di vuelta para mirarlos a todos. Todos me veían con risas demoníacas, como acechantes.
-Pensamos que eras un sano mental, más veo que no. Después de todo, alguien sano y de tu edad no se acostaría con mujeres de 20 años para arriba.
-¿Q... qué?- la gente comenzó a acercarse a mí, así que instintivamente salí corriendo a esconderme donde nadie me encontraría.
Me hice bola en un armario de limpieza y ahí estuve un buen rato hasta que alguien abrió la puerta y se agachó a mi altura.
-Te dije que me vengaría por haberme empujado, Kurenai- era ella. Megumi, creo que se llamaba.
Megumi extendió su mano con el teléfono celular en esta diciéndole que leyera su "obra de arte".
¿A que no se imaginan lo que vi ayer cuando iba de vuelta a mi casa?
¿Qué piensan ustedes de Kurenai? Sean honestos.
Pues cualquier opinión que tengan de el cambiara al escuchar y ver esto.
Debajo de lo primero escrito, estaba una foto de mi aceptando el folleto de la mujer de ayer. Aún no comprendo.
Yo pensé que Kurenai era alguien que podría llegar a ser un buen amigo, pero obviamente no se puede tener una relación ni siquiera de amistad con un CHICO de 12 que le paga a prostitutas para darle una noche de diversión.
Si fuera ustedes, yo lo correría. Lo sacaría de mi preciada escuela para que no desmorone el sistema con sus acciones.
Termine de leer y Megumi me arrebató el teléfono.
-Mi venganza- me sonrió con maldad y luego miró al pasillo -AQUÍ ESTA KURENAI!!!
Escuché los pasos que venían corriendo y Megumi se apartó. Cuando tenia en frente a los demás, inconscientemente me cubrí para protegerme de cualquier agresión.
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Todo por defenderte
FanficNuestro protagonista, esta vez, es Shu Kurenai, un joven albino al que muchas chicas en el instituto querían... exacto. Querían. Cuando el chico tenia nueve años tuvo un accidente, en el que olvidó todo lo que había vivido hasta ese momento, incluye...