Algo más que una amiga

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____ Shirosagi

Como había caido al suelo intenté levantarme, pero un agudo dolor en mi tobillo izquierdo me lo impidió.

-¿Qué haces aquí?

-¿Qué haces tu aquí?- le contesté enojada.

-Vine para la Copa de bladers, pero que yo sepa, tu no estas registrada para participar- dijo algo altanero.

-Estoy aquí en el lugar de un amigo. Silas Karlisle. Tu lo conoces.

-Si, es parte de la secta "Runa del Sol".

-Era. Además de que hace mucho que no pertenece a ella, falleció- el no se inmutó en lo más minimo. Solo siguió mirandome con dureza. Intenté levantarme de nuevo, pero el dolor me lo impidió.

Me molestó el hecho de que lo intenté dos veces más y el solo se quedó de pie mirando como sufría. Finalmente suspiró y me agarró del brazo derecho para ayudarme a levantarme. Acto seguido, pasó mi brazo sobre su hombro y me ayudó a mantenerme de pie.

Traté de apoyarme sobre mi tobillo, pero solo pude soltar un gemido de dolor que casi me tira al suelo de nuevo.

-Te agradecería que fueras cuidadosa, ¿sabes?- se quejó Red Eye mientras empezaba a caminar conmigo, ayudandome.

-Mejor callate, Spryzen- alzó una ceja en señal de sorpresa, más no se detuvo.

Empezó a bajar las escaleras cuando la compuerta se abrió de nuevo.

-Hay que ocultarnos- susurró subiendo rápidamente de nuevo, agachandose para que los que habían llegado no nos vieran.

-¡Parece que los golpeó una tormenta!- otra voz chillona y después el eco de pasos apresurados -¡oye! ¡Cuentamelo todo! ¡¿qué tonto habría hecho algo así?!- ¿en serio es necesario que grite?

-Fue... Red Eye- el que le contestó sonaba débil por el impacto previo de energía.

-¿Acaso es una broma?

-Mira al hombre más alto- me dijo Red Eye recargado en la pared. Yo lo miré -es Kurtz Baratier. Era el mejor blader del mundo antes de retirarse y desaparecer- susurró -ahora mira con atención su brazo derecho- obedecí de nuevo.

En medio del tatuaje que se encontraba en su brazo, había uno de menor tamaño, aunque lo reconocí de inmediato: la Runa del Sol.

-Tiene que ser una broma- me quejé en silencio.

-Pues no lo es. Hay más de los que crees. Estuve investigando y ya tengo localizados a varios de esa secta, por no decir a la mayoría- dijo en voz baja -ven. Hay que salir de aquí antes de que nos vean- esta vez me cargó en su espalda y bajó las escaleras en silencio.

Se escabulló en la compuerta y salió corriendo sin hacer ruido, a pesar de tenerme a cuestas.

Salimos de las alcantarillas y el me sentó en el suelo. Otra vez mi pierna dolió.

-Creo que tengo un esguince- dije con voz temblorosa mientras Spryzen la revisaba.

-De hecho, para tu suerte, no es grave. Solo fue una contusión muscular algo fuerte. No tardaras en recuperarte. Calculo que solo serán unas horas- me contestó dejando mi pierna en paz y sentandose a mi lado.

El silencio reino entre los dos, y era incomodo.

-¿Por qué aún cuando veía que me dolía te quedaste de pie frente a mi sin hacer nada?

-Es divertido verte batallar.

-Será divertido cuando te deje la cara estampada contra la pared, baka- le dije, a lo que el me miró mal.

-Como digas. No me importa, te detendría facilmente- dijo despreocupado.

-Estas bromeando.

-No se bromear- contuve la risa ante su comentario, y el lo notó -tu tampoco sabrías si hubieras estado sin tener contacto con mucha gente desde que tienes memoria- dijo bufando.

-¿Se puede saber por qué es que no le haz dejado el paso a Shu? Quiero hablar con el.

-Eso no será posible.

-¿Por qué no?

-Esta encerrado, y no lo dejaré salir- lo miré con reproche.

-Dejalo salir.

-Es por su bien. Esta deprimido.

-¡Y estar encerrado solo lo empeorará todo!

-No fue elección mia. Ashtem lo quizo así.

-Lo sabía. El no le tiene una pizca de cariño a Shu. Solo dijo todas esas cosas para manipularlo a su gusto y beneficio propios.

-Te equivocas

-¿Ah, si? Demuestralo

-Fue justo por su cariño que me ordenó que lo encerrara

-¿Y obedeciste?

-Si, porque también quiero que esté a salvo- solo bufé en respuesta -y para que lo sepas, el fue el que me pidió que te ayudara- eso me sorprendió.

-¿Es en serio?- asintió.

-De no ser porque lo pidió, seguramente seguirías allá abajo en el suelo, y probablemente ya te habrían encontrado y destrozado- silencio de nuevo.

-Se sincero, ¿por qué bajaste a la alcantarilla?

-Estaba buscando calentamiento ¿y tu?

-Buscaba a unos amigos que se perdieron- conteste con sencillez.

-Supongo que entre ellos esta Valt, ¿no es así?

-Si, al que dejaste inconsciente por días.

-Solo defendía a Shu.

-Valt no es capaz de hacerle daño ni a una mosca y lo sabes- le contesté mirandolo con odio.

-Solo actuaba bajo mi criterio.

-¿Tu criterio es que el mejor amigo de Shu es capaz de lastimarlo?

-Creí que su mejor amiga eras tu.

-Bueno, es que yo... me considero algo más que una amiga para el- dije desviando la mirada, sintiendo un calor en mis mejillas. Escuché como el reía.

-¡____!- al ver a un lado, me encontré cara a cara con que Valt corría hacia mi -te estabamos buscando.

-Y yo a ti, baka- dije inflando mis mejillas. Miré a mi lado, pero Red Eye ya se había ido.

Todo por defenderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora