TIERRAS DESCONOCIDAS.......

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Me desperté  un poco adolorida ya que me dolía un poco la mejilla, me levanto de la cama y me desnudo para entrar a la ducha,  al cabo unos minutos salgo con mi toalla enrollada en mi cuerpo y me dirijo hacia mi armario, saco un vestido sencillo, me lo coloco y me dirijo al espejo para arreglarme, me  miro y veo que tengo un hematoma  justo donde Benjamín me golpeó, me las pagarán.
Miro el cuadro donde estaba escondido el preciado collar de Benjamín y sabía que el tenía mucho que perder si yo le fallaba, me dirigí haci el cuadro y busco detrás de el y hay estaba el sobre lleno de polvo, lo abro y hay estaba el hermoso callar, vuelvo al espejo y me miro en el para mucho colocarme el collar en mi cuello sin abrochar, verdaderamente si era hermoso, No sabía el por que es muy perseguido pero si la mamá de Benjamín se lo puso, fue una mujer digna de merecer.
Me sobresalto al escuchar la puerta haci que corro a guardar el collar en su lugar de prisa poniendo todo como estaba, ese cuadro me hizo recordar a mis pesadillas, cuando soñé un cuerpo desnudo de un hombre y en sus manos ese cuatro, espera recuerdo muy bien ese cuerpo era el cuerpo de Benjamín, ¿que tiene que ver esto con mis pesadillas?.
-¿puedo pasar?- escuchó la voz de una mujer que no identifique bien.
- si adelante- respondí cuando reconocí la voz de Deseret.
- zoe disculpa la molestia pero quiero hablar contigo de algo- me dice la chica entrando y acomodadose en la cama.

-¿dime que pasa?- le dije sentándome a su lado.

- quiero que Erik se entere de que me gusta_ dice ella un tanto apenada no sabia a que quería llegar con todo esto, pero no podía entrometerme en eso si falta solo un día para marcharme.

- solo dile lo que sientes y si te rechaza hay miles de hombres que se morirían por ti y no te das cuenta y si    no lo hace ya tendrás novio - dije sonriente pero la chica no le pareció buena idea ya que hizo una mueca rara en su rostro, tomo un gran suspiro para poder seguir hablando.- mira Deseret yo en este momento no soy la mas digna en hablar de amor, tengo mi corazón y mi mejilla vuelta nada y si te atreves lo mas grabe que puede pasar es un "no" por respuesta pero lo importantes es que te arriesges.

esas palabras resonaban en mi interior  dolían siendo sincera y supe que me entendió ya que se carcajeo por mi comentario de la mejilla, ella se merecía estar con Erik es la única que de verdad lo quiere.

- gracias no te quito mas tiempo, gracias por ser una gran persona - me dice dándome un agrazo y marchándose, yo solo me quedo sentada mirando lejos en la cama, pensado en lo sola que había quedado apesar de estar acompañada de las que son mis amigas.

me dirige a desayunar sin mucho animo ya que sabia que me encontraría con la mirada de todos y la mirada que mas odiaba en ese instante, todos me observaban pero en realidad no era a mi, miraban mi mejilla la cual estaba hinchada del golpe, no pude seguir siento el centro de sus mirada y di un giro y me devolví a mi habitación.

ya en mi habitación me recuesto en la cama y no pude evitar dejar caer un par de lagrimas de mi ojos, no me sentía gustosa en este lugar, mis pensamientos son interrumpidos por la voz de Roser la cual se escuchaba un poco apurada.

- zoe abre la puerta que no puedo con todo esto- sin pensarlo me levante de la cama para abrirle pensando que le sucedía algo a ella o a los bebes, pero me encuentro que ella esta cargando una bandeja llena de frutas y cosas para comer, no pude evitar reírme, al saber que los bebes estaban bien.

-ven déjame ayudarte - le dije tomando la bandeja y acomodando en la cama.

-pensé que querías desayunar acompañado de nosotros ya que no quisiste estar con los demás- dice Roser tocando su barriga bastante notoria.

sonreí agradablemente, era la única compañía que necesitaba por ahora, la de esas dos hermosas criaturas que sin haber nacido  llenan mi vida en segundos, con tan solo moverse en el vientre de mi amiga. Nos sentamos las dos en la cama y comenzamos a comer de todo lo que estaba en la bandeja, me sentía feliz y triste por que sabia que si la misión se alargaba no podía ver nacer a estos dos chicuelos, luego de que Roser se acabase todo lo de la bandeja y digo solamente ella por que ella fue la que comió la mayoría de la comida pero la entendía alimentarse tres personas por una sola boca no era fácil, no recostamos en la cama yo coloco la cabeza en sus piernas cerca de su vientre para escuchar a los bebes y ellos también querían que yo los escuchara ya que se movían mucho.

ENTRE MONJAS +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora