MIO

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Benjamin..

Esta nervioso, no sabía que hacer, me parece que no fue buen idea decirlo ahora, ella debe se estar pensando en miles de cosas sólo por mi estupidez, no se como salir de esta situación.

- si quiero.
- mira no es para que te sientas presionada a responder eso sí no quieres es.- frene lo que  dije ya que no había escuchado sus respuesta con claridad- ¿Como dijiste?.
- que si quiero ser tu novia- mi corazón da un salto de  alegría y yo quería saltar de la emoción también pero no eso se vería muy ridículo, haci que me quedé quieto por algunos minutos, luego la  tomo por la cintura y la arraigo hacia mí para abrazarla, ella me respondió de inmediato el abrazo y luego se alejó un poco y sus labios se encontraron con los mio haciendo que nuestras respiraciones choquen bruscamente, pero eso fue tan todo por unos instante ya  que yo corté la distancia entre los dos y nuestros labios me los agradecieron, ya que al sentir sus subes y mágicos labios junto los míos, mi piel se puso de gallina, en mi estómago no dejaban de trotar rinocerontes queriendo formar una estampida y no puede faltar mi corazón, el no dejaba de latir a  toda  marcha, el beso fue aumentando, se tornaba un poco salvaje pero los dos seguíamos muy bien el ritmo.
Ella se separa para respirar ya que nos habíamos quedado sin aire, me mira con esos dos hermosos ojos que me enloquecen de una manera descomunal, y en sus labios se  dibuja una sonrisa de felicidad, al igual que a mi.

Zoe...

Esta noche la anotare en mi memoria es la mejor de todas, Benjamin era un buen hombre me lo había demostrado y eso me encantaba, ahora que sólo novios  puedo decir que es  todo 《Mío》.
El me toma de la mano y me lleva a  la cabaña que estaba a unos pasos de el jardín donde estábamos y entramos, era una casita acogedora, tenía una pequeña sala de estar, la cocina y dos habitaciones, era  perfecta, en la sala principal había un mesa bien decorada (Y por decorada quiero decir, llena de comida) mis ojos brillaron al ver tanta comida, samanta sólo quería comer y comer.
Benjamin se carcajeo al ver mi cara, eso quería decir que si se me notaba el hambre que me daba cuando veía comida.

Que vergüenza

Él rueda un poco la silla para que yo me siente en la mesa  y luego él se sienta en frente mio, yo no paraba de ver todos los platillos que estaban servidos hay, esto se había convertido en un paraíso para la gente golosa.
- ¿que esperas?, como lo que te apetezca- dice él mirándome fijamente, el problema era que yo lo quería todo, pero me controle los tome un poco de cóctel de camarón, ensalada  de frutas, unos sándwiches, jugó de naranja, una especie de arroz chino y una pechuga en salsa agridulce a claro y no podía faltar el postre.
Alzó la mirada y Benjamin me mira sorprendido por todo lo que tome, pero luego suelta una carcajada y yo igual.
- ¿Te comerás todos eso?- pregunta él con inquietud.
- si.
- que tendrás una niña un moustro que come demasiado- los dos reímos ante su comentario. - mentiras come lo que quieras, se que ella te lo exige.
¡ayy! Que tipos tan comprensible es, sin más palabras comienza a comer de cada cosa.
- Zoe no has vuelto a pensar en quedarte con  tu hija no ir a afrontar a tus padres- aquellos hace que detenga la cuchara y lo miro fijamente.
- Benjamin no cambiaré de opinión y lo sabes, sólo será por un tiempo.
- el tiempo que más te va necesitar tu hija  por Dios Zoe recapacita, no le puede hacer esto a ella.
-¡Benjamin no cambiaré  se opinión!- alzó el tono de voz por mi disgusto, No me gustaba que me anden  contradiciendo en una decisión ya tomada, haci que mi sangre comenzará a hervir haciendo que mis órganos se cocinaran igual.
- Zoe no te lo digo para que te enojes te lo digo por que no le hará bien a la niña- su voz es tranquila nisiquiera  sé le siente un ni un poco de molestia.
- mira amor, ya tome la decisión, tu te quedas cuidando de ella, prometo volver pronto de eso- diJe más calmada.
Benjamin no dijo más espero por su expresión pude notar que  no le agradaba nada de lo que había dicho, él decidió callarse y no opinar más nada.
Luego de la comida nos fuimos a la habitación, la cual tenía una hermosa  cama, lo suficientemente grande para caber los 3, me recoste en una de las almohadas con una llenura terrible mi barriga no aguantaba tanto, se quería explotar, Benjamin se acuesta a mi lado y me da un abrazo, me gustaba que hiciera  eso, luego me da un beso en el cuello haciendo que mi piel se coloque  de punta y mis  ojos se cierren entregandome sólo al placer.

- Benjamin, hagamos el amor - se escapa de mis  labios sin permiso y de inmediato abro lo ojos para mirarlo, sorprendido y con sus ojos bien abiertos mirándome por lo que le había pedido.
- me da  miedo lastimar a la bebé- hay por Dios que cosas dice este inepto.
- claro que no Benjamin, es muy recomendable tener relaciones sexuales durante el embarazo ayuda en el parto- expliqué  sentándome en la  cama.
- Entonces- dice él  atacando mi cuello como si fuese un vampiro chupa sangre, sus manos acariciaban mi cintura todo  era el chip completo para volverme loca; pero como la vida es injusta el celular de Benjamin y el mío suenan destruyendo aquel perfecto momento.
- ¿aquien se le ocurre interrumpir?- dice él mirando la pantalla de su teléfono y yo la del mio, a mi me estaba llamando Isam.- Asrael me está llamando ¿abra pasado algo ?.
- debe de ser algo grave, ya que Isam me está llamado a mi también - dije y los dos nos levantamos de un salto de la cama y contestamos, Benjamin salió de la habitación para que no se interferieran las conversaciones.

- hola Isam, ¿sucede algo?-  diJe al instante que recibí la llamada.
- Zoe estamos en problemas- aquello me dejó fría, no quería saber de que se trataba ese problema- Ghaada a a tener a su bebé.
- eso no es un problema que me importe a mi ¿o si?, Isam por Dios Llámame para decir otra cosa.
- No Zoe déjame explicarte; Ghaada va a tenera su bebé y la enfermería de la casa no tiene los utensilios para recibirlo, nos mandaron a mi, a Alex , Fadil y a Asrael a buscarlos a la antigua casa, pero nos encontramos con secuaces de el cristiano y nos están jalando a tiros- termina de decir él y yo quedó totalmente helada, Benjamin abre la puerta de la habitación rápidamente y me mira fijamente.
- ¿Isam en que parte estas escondido Tu?.
-en él cuarto de Benjamin, fue el único que encontré sin pasados, los demás chicos no se donde se ubican, estamos rodeados.
- ¿y los guardeas de el anillos de seguridad donde están?.
- algunos muerto y otros amordazados- se escuchaba temeroso, No podíamos dejarlos solos.
Cuelgo la llamada y Benjamin se está colocando los zapatos que se había quitado para ir a la cama.
- Zoe te llevaré a la casa y te quedarás a haya mientra yo busco gente para respaldar a los demás.
- Benjamin no puedo dejar te vayas haci como haci y si les pasa algo.
- Zoe no irás y punto, te quedarás ayudando a Ghaada en el parto  mientras podemos volver- la voz era de dar orden, era gruesa y de total seriedad.
No quise contradecirlo más- esta bien, dije y camine junto a él haci afuera, nos subimos al yate y nuestra noche romántica se fue a la fregada por Ghaada.

Luego de unos minutos llegamos y los dos nos separamos, pero veía a mucho de los guardeas subiendo toda clase de armas al yate y cargas de balas, me daba miedo que esto no acabará muy bien, voy a la enfermería  y Ghaada se encuentra sola en la camilla dando gritos desgarradores de dolor ya que Fadil decidió ir a ayudar para que su bebé naciera sano y totalmente rápido, Amelia, Mildre y milagros, se quedaron cuidando de los bebés y los demás se fueron en los yates, haci que a mi no le quedo de otra que ver como sufría Ghaada de dolor, pensar que a mi me pasará igual, sentiré ese mismo dolor que te desgarra tus entrañas.

¡Que miedo!.

Ghaada al verme trato de sentarse en la camilla pero una de sus múltiples contracciones no la dejo.
- ¿que haces tu aqui?¿donde está mi marido?- pregunta ella con el poco aire que le quedaba.
- se fue a traer todo para la llegada de tu bebé.
- él tiene que estar conmigo en estos momentos- la veo retorserce de dolor, hay que mal por ella  pero en cierta parte se lo merece.
- surgió un inconveniente en aquella casa por eso casi nadie está aquí.
- ¡ayyyy!- Ghaada chilla de dolor y toma aire por la nariz y lo bota por la boca como si ese lo calmarse- ¡ay me estoy muriendo!.
- en realidad no te estás muriendo sólo estas dando a luz aún un bebé, Si te estuvieras muriendo yo estaría celebrando ya.
- ja, ja que gran chiste... no te cansas de hacerme la vida imposible- dice ella sentándose de mi mano para soportar el dolor.
- no, Ghaada más despacio que me romperas la mano su la aprietas haci de fuerte.
La doctora entra a la sala y las dos la miramos esperando alguna solución reparte de ella, pero no al parecer  vino a dar más problemas.
La doctora se coloca el guante para hacerle el tacto de rutina a Ghaada pero en su rostro no hubo felicidad ni ganas de decir que todo estaba bien.
- ¿sucede algo doctora ?- pregunté inquieta al ver su rostro.
- Si algo muy malo, la señora ¿cada cuanto está teniendo contracciones?- pregunta la doctora a Ghaada.
-¡ ay! No lo sé cada 2 minutos- responde ella aguantando el dolor.
- hay dos grandes problemas- eso no nos gustó a ninguna de las dos.

●esto se colocará mejor, Ghaada tendrá que pagar el gran precio de el carma, esto se colocará mejor, haci que no dejes de leer.
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ENTRE MONJAS +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora