ENTRE MONJAS +18

DESAPARECER.

Zoe...

Saúl se marcha de mi habitación yo me quedo en la cama, quería dormir y imaginarme que todos eso que estaba pasando era un sueño del cual despertare pronto.

A la mañana siguiente me levanté muy temprano, tenía que alimentarme bien e ir a la enfermería a buscar alguna vitaminas para mi embarazo, Que según la doctora me ayudarán a que el bebé crezca saludable.
Me levanté y me fui a la ducha de inmediato, me coloqué un vestido blanco con un sexi escote en V que dejaba el descubierto mis pechos los cuales se habían inchado por el embarazo, el vestido me llegaba hasta los talones y use una sandalias básicas, me solté el cabello y coloque una cinta color amarilla en mi cabeza haciendo un moño como una especie de corona.
Salí muy contenta, en realidad no entendía por que de mi buen humor, sólo sabía que estaba muy de buenas, pase por los pasillos tarareando una canción que acababa de inventar y justo en la puerta de la habitación de Fadil la puerta se abre, no me fijo de quien se trata y solo decidí decirle buenos días y seguí mi camino.
- buenos días Zoe como amaneciste hoy, te vez radiante- me dice Saila la enfermera de la mansión de Fadil, la cual era una señora ya bastante mayor y muy amable.
- gracias say- le decía say por que ella me lo permitía y me gustaba como sonaba- amanecí bien.
Ella me sonrió amablemente y comenzó a abrir la sala de enfermería.
- say ya pensaste lo que te pedí- le dije, les comento brevemente, le pedí a Saila que me practicará un aborto, sin que nadie se enterase, era muy sierto que no quería traer a un bebé que sufriría mucho o que tal que le suceda como al anterior, mi miedo aún estaba presente.
- Zoe lo lamento mucho, pero en esta casa no permiten el aborto y tu más que nadie lo sabe.
- lo se, pero entiendeme.
- dime ¿quien es el padre de la criatura?- Saila ya comenzó a preguntar cosas que no quería responder, por ahora nadie podrida saber quien era el padre y ni de mi embarazo, haci que le había prohibido a say que comentará algo sin mi permiso.
- say hablamos luego tengo que desayunar me dio mucha hambre- en realidad quería evitar la pregunta, say me tendría en mal concepto si supiera quien es el padre de mi bebé.
Salí disparada de la enfermería y llegue a la Cocina, comenze a sacar cosas para comer del refrigerador, en especial el sumo de fresa que me provocaba, se que iba a ver problemas por que ese sumo era de Ghaada pero me valía un pito si se enojaba yo estaba antojada.

Comenze a preparar unos sándwiches de jamón y queso que era lo que más anhelaba en ese instante, mi apetito se había vuelto insaciable de la noche a la mañana, en mi mente no dejaba de culpar al bebé de tener tanta hambre, me había estado matando sin comer durante casi dos semanas.

En ese instante apareció Saúl por la puerta principal de la casa, con su cabello rubio desordenado y una grandes ojeras que se podía deducir que no había dormido nada.
- buenos días- me dice tomando uno de los sándwiches, me molestó demasiado, el no era que me cayera bien por que me esté ayudando, nadie le dio el derecho de confianza a meterme la mano en mi plato.
Sentía ese egoísmo de embarazadas que no les gusta compartir con nadie sus antojos y mucho menos con un idiota como lo era Saúl.
- buenos días- dije sin ganas y aún enfadada por intervenir en mi comida.
Escuchamos risas acercándose y algunos grititos de diversión que reconocí a leguas, era Ghaada y Fadil que veían jugeteando como la feliz pareja que eran, aquello me causó náuseas incontrolables que se desbordó cuando vi que Fadil planta un beso en los labios de su amada esposa, salí disparada como bala al jardín para no vomitar dentro, al estar afuera comenze a sacar todo lo poco que había ingerido dejándome de nuevo con el estómago más basio.
- Zoe ¿estas bien?- Saúl me había seguido afuera luego de que vomitara todo, el me sacaricia la espalda tratando de reconfortarme y lo logró un poco ya que pare el vómito y sin decirle nada entre de nuevo a la casa y está vez Fadil y Ghaada me miraban con intriga por saber que me pasaba, pero los ignore y comienze a atragantarme con la comida, embutiendome todo los sándwiches y tomándome el vaso de jugo.
Al terminar salgo de la casa para tomar aire y cambiar para despejar mi mente un poco, mientras caminaba por la orilla del río pensaban en como sería tener a este bebé, no les voy a negar que tenía mucha ilusión de ser mamá, pero no se que hacer.
Sentía el agua en mis pies y se sentía de maravillas haci que fui adentrándome cada más a las profundidades del río, a medida que el agua iba subiendo mi cuerpo se iba relajado.
Extendi mis brazos y mis piernas dejando que el agua me sostuviera mientras yo flotaba, me comenze a relajar demasiado y comienze a cerrar mis ojos.
Por mi mente pasaba la imagen tenebrosa de Benjamin transformado en aquella cosa horrorosa, en ese instante mi piel se puso de punta y sentí un temor horroroso y ganas de salir del agua urgente, pero al abrir mis ojos vi como muchas manos llenas de sangre y otra cosa rara salían de abajo del agua y me jalaban sin habiso hacia las profundidades.
No pude emitir ningún ruido todo fue tan rápido, comenze a desesperarme y a tratar de soltarme, aquellas manos estaban tratando de ahogarme, mis pulmones estaban quedandose sin oxígeno y mi corazón no dejaba de correr a toda marcha.

Benjamín....

Estaba en mi despacho y en ese instante sentí aquella sensación que me hacía querer infringir dolor, hace tiempo desde la el último incidente que abbadon le iba a hacer daño a Zoe, sentía miedo ya que abbadon no lo había sentido cerca desde que Zoe se marchó.
pero no me preocupé que Zoe está muy bien cuidada por Fadil.
La puerta de mi despacho se abre sin antes tocar para abrir, me molestó pero al girarme me doy cuenta que Isam está parado en la puerta sin ninguna detonación de color en su rostro, estaba totalmente pálido, me preocupe demasiado que abra pasado.
- ¿te sucede algo?- le pregunté levantándome de el sillon para acercarme a el.
- Zoe no aparece ya buscaron por todas partes y no la encuentran- aquello me deja totalmente helado ya que aquella se sanción de hacer daño se había marchado de mi cuerpo, como si ya toda la tortura ubiese terminado.
Tomo mi teléfono y le ordenó que preparen una avioneta para ir a la búsqueda de Zoe, No me quedaré de brazos cruzados.
¿Donde estarás mi porcelana?, ruego que no le haya pasado nada, sabía que no debía dejarla marcharse.
Comienzo a marcar al teléfono de Fadil y este contesta a el 2 timbre.

- Benjamin veo que ya te contaron- dice el al teléfono, sentía una gran rabia, más conmigo mismo que con el.
-¡¿como permitiste que pasara eso ?!.
- lo lamento, es que ella se sentía mal y salió a dar una vuelta y confíe que mis guardaespaldas la vigilaban, pero ya a pasado más de 4 horas y nadie me da razón de Zoe.
-¡ eres un maldito idiota!- tenía una gran oprecion en mi pecho no me calmara hasta encontrarla, tengo el presentimiento de que algo le a pasado, cuelgo el teléfono y lo meto en el bolsillo de mi pantalón y comienzo a caminar muy aprisa a la salida.

- dime que Zoe está bien- dice Amelia caminando a mi lado muy preocupada, eso le hacía mal tanto a su bebé como a ella, pero ella era muy terca.
- estará bien sólo tranquilizate y ve a descansar- le pedí eso ya que Amelia estaba pasando por un embarazo de alto riesgo y tenia que estar la mayor parte en reposo.
-¿ irás a buscarla?- pregunta ella obviamente ignorando lo que le ordene.
- si ahora ve y descansa- la chica se detiene al lado de Alex el cual me mira muy confundido y con ganas de preguntarme a donde iré tan deprisa.

- señor, ¿Que sucede?.
Su curiosidad pudo más.
- es Zoe, a desaparecido y ninguno de los guardeas la a visto y no está en su habitación ya que todos revisaron la casa y no está- diJe esto muy alterado y pagandome las manos por la cabeza en signo de frustración.
- señor calmese un poco, haci no podrá solucionar nada.
- la avioneta está lista- dice Isam apareciendo de la nada.- yo iré con usted.
Yo sólo asienti con la cabeza y camine a su lado, en ese instante mi teléfono suena y de inmediato lo sacó para contestar.
- ¿hola?- diJe aún caminando.
- a aparecido- escuche a Fadil con una voz de tristeza.
- ¿como esta?¿le sucedió algo?.
- Zoe está inconciente, la encontramos al otro lado de la isla inconciente por tratar de ahogarse- aquello me dejó en shock no podía creer que Zoe quisiera quitarse la vida.
- iremos para aya- fueron las únicas palabras que pude soltar de aquel nudo en mi garganta y corte la llamada.

Xxx....todo se complica y mucho más ahora con el hecho de que abbadon persiga a zoe... haci que estén atentos 😍.