En los ojos de la bestia ® [01]

Capítulo 13.

YULIMA TYLER.

Automáticamente mis piernas flaquean, tengo un temblor en todo el cuerpo que soy incapaz de controlar. Su mirada oscura fijada en mi, con esos ojos verdes brillantes y una media sonrisa apareciendo a cámara lenta en su boca.. Joder, no puedo resistirme.

— ¿Qué? —Pregunto en voz baja para no despertar a mis padres.

— No soy de llevar el desayuno a la cama pero si de invitarte a algo mañana. —Responde ronco.

— ¿Por qué debería aceptar?

— Si no quieres no voy a rogarte. —Dice él.

— Pues no, no quiero.

Encoge los hombros, saca un cigarro y lo coloca entre sus dientes.

— Janet, vamos o te dejo aquí. —Amenazo seria.

— Estabas deseando que me pusiera a rogarte ¿No? -Ríe apoyado en la pared.

— Me da exactamente igual, te habría respondido lo mismo. —Lo miro desafiante.

Le da una calada al cigarro y me echa el humo en la cara ¿Cómo puede gustarme este bestia? No logro comprenderlo.

— Janet.

La agarro del brazo y estiro de ella.

— Joder tía, me estaba despidiendo ¿Tú no? —Pregunta haciéndole gestos a Kendo con los dedos.

— Yo no tengo nada más que hablar con este gilipollas.

— No te enfades chica de ojos canela. —Se acerca y Janet se hace a un lado— No soy de los que ruegan pero tampoco de los que se rinden.

Trago saliva. Nuestras miradas parecen hablarse y aunque me siento algo incomoda.. soy incapaz de dejar de mirarle.

— Pues ríndete. —Le doy con el dedo en el hombro.

Él me agarra la muñeca y acerca mi cuerpo al suyo. Todo mi cuerpo se rinde, es increíble, es solo un gilipollas, un macarra chulo pero no logro controlarme cuando lo tengo cerca.

— Podría escupirte en la cara.

— Rétame. —Se acerca aún más.

Janet y Kendo nos miran como si estuvieran viendo una película, no sé muy bien de qué, terror, amor o comedia.

— Mejor me voy, no quiero que tus papis te encuentren con un tío como yo. —Pasa el dedo por mi barbilla a la vez que susurra.

— Yo tampoco quiero. —Le aparto el dedo.

Él deja caer el cigarro al suelo y se aleja con las manos metidas en su bolsillo tras meterse un chicle en la boca.

Mi mente tiene tantas preguntas sin respuesta: ¿Quién eres? ¿Por qué soy incapaz de dominar mi cuerpo cuándo te tengo cerca? ¿Y por qué siento qué puedes ser quien me lleve al límite, me consuma pero me haga feliz e infeliz al mismo tiempo?

Consigo meter a Janet dentro de casa y entrar en mi habitación sin que mis padres noten ni escuchen nada.

— Pensaba que te comía la boca ahí mismo. —Cometa ella.

— Que ordinaria eres. —Le lanzo un cojín.

Soltamos los zapatos en el suelo y nos ponemos el pijama después de desmaquillarnos.

— Kendo es un buen tío.

— ¿Tú no estas colada por Ángel? —Le pregunto.

— Estaba, Ángel es idiota, es un títere de Jack además de inmaduro y niñato. —Responde echándose en la cama.