YULIMA TYLER.
Levanto la cabeza, él me mira a los ojos mientras que con los dedos me aparta el pelo de la cara.
— ¿Me dejas recogerte el pelo? —Pregunta y yo acepto sin preguntarle porqué.
Me siento de rodillas, pongo las manos encima de mis piernas y dejo que él cepille mi pelo para recogérmelo.
— No quiero preguntarte más porqué sé que te duele contarme. —Susurro, deja un beso en mi hombro y toda mi piel se eriza.
— Contigo no me duele nada. Me da miedo que cuando te cuente todo lo malo que he hecho dejes de quererme. —Giro un poco la cabeza para contemplarlo de reojo, él sin embargo se ve tan hermoso concentrado en mi pelo.
— Has conseguido calar en lo más hondo de mi alma, siento que por mucho que quiera no voy a dejar de quererte. —Le digo con la intención de tranquilizar sus miedos y conseguir que se sincere conmigo.
— Fui recogido por las monjas que nos cruzamos el otro día.
— ¿Las qué te llamaron hijo del diablo? —Pregunto un tanto sorprendida.
— Si. —Responde en un tono serio— Ninguna me quiso cuando bestia se dejó ver a través de mis ojos, ya sabes, cuando los ojos me cambian de color. Al instante ellas gritaron que yo era el demonio, que era Lucifer disfrazado de niño, quisieron echarme pero apareció Luz, ella lo evitó, consiguió tenerme en el convento con la excusa de que era muy pequeño y que ella sería capaz de hacerme caminar por el camino del bien —Noto cierta tristeza en su voz, bestia le ha hecho tanto daño.
— ¿Luz es la mujer qué te sacó de comisaría el día de las carreras? —Pregunto curiosa y él asiente haciendo un ruido con la boca.
— ¿Sabes? Nunca la he querido. —Responde, giro mi cuerpo cuando él termina de hacerme una trenza y le pongo los brazos en los hombros.
— Pero ella te crió, ella evitó que te echarán a la calle por segunda vez.
— Pero permitió que las monjas destrozaran mi infancia encerrándome en una habitación con velas, delante de un altar con una cruz y totalmente a oscuras, solo alumbrado por las velas de color naranja. —Su voz es solo un susurro entrecortado, lleno de dolor y tristeza.
— Oh Dios mío —Mi voz se rompe al pronunciar la primera palabra— ¿Por qué te hicieron tanto daño siendo solo un niño? Ellas deberían haberte cuidado, deberían haberte dado el hogar que necesitabas, los abrazos que anhelabas, deberían haberte acurrucado en su pecho cuando sentías miedo, deberían —Me besa dulce.
— Yo debería haberte encontrado antes Yulima Tyler —Susurra— eres perfecta.
— Tú eras solo un niño que necesitaba amor —Digo rompiéndome al instante, acaricio su rostro deslizando el dedo pulgar por un pequeño lunar en la mejilla derecha y pongo la nariz encima de la suya.
— Yo era un monstruo.
Niego con la cabeza. Le doy muchos besos y hundo los dedos en su pelo.
— Solo tenían que cuidarte. Consiguieron con sus maltratos psicológicos que la bestia de tu interior cobrase más vida y se hiciera mucho más fuerte. Pensaron que sentándote delante de una cruz conseguirían hacer algo pero solo empeoró, te dañaron.
Consigo que se le salten las lágrimas. Me mira con los ojos cristalinos, húmedos, apunto de llorar y me agarra por la cintura.
— Me entiendes sin ni siquiera saberlo todo.
— Te entiendo porque empatizo contigo, porque yo si quiero cuidarte, yo sí que quiero deshacerme de eso que te está haciendo daño. -Susurro dulce con la voz entrecortada.

ESTÁS LEYENDO
En los ojos de la bestia ® [01]
RomanceTrilogía Bestia. {01} Fantasía y Romance. El amor lo ayudará a descubrir quién es en realidad y su pasado hará reales sus peores miedos. ¿Podrá ella amar su infierno? *** Su descontrol provoca dudas, miedos y desconfianza. ¿Cómo sabes a qué te enf...