Capítulo 24.

206K 15.2K 3.7K
                                    

MYKE WALKER.

Ni siquiera se presenta, agarra el brazo de Yulima y la aparta de mi de mala manera.

— No debería tratar así a su hija. —Le digo.

— Tú no te metas en esto escoria. —Me dice lleno de rabia.

Yulima consigue zafarse.

— ¡No lo llames así! —Alza la voz.

— ¿Vas a defenderlo? ¡Vuelve a casa inmediatamente! —Le grita y vuelve a agarrarla.

Frunzo el ceño realmente furioso, no soporto que la trate como si fuera de su propiedad, como si él decidiera sobre su hija.

— Suéltala. —Advierto.

— Es mi hija, tú no tienes derecho a nada, ni siquiera le llegas a la suela del zapato. —Me dice depreciándome solamente por no ser rico como ellos.

— Su hija no es un derecho, es una persona que tiene la capacidad para decidir por si misma.

— Prefiero enviarla lejos antes de permitir que se mezcle con un chico como tú. —Cierro el puño, algo que Yulima nota al instante.

Pasa de mano en mano, su madre trata de sujetarla pero ella no se lo permite. Consigue llegar hasta mi, pone las manos en mi pecho y yo la miro tratando de contenerme.

— Vete. —Suplica.

— ¿Quieres quedarte con unas personas qué te están impidiendo vivir? —Pregunto serio pero a la vez sorprendido por su decisión.

— Si. —Responde apartándose.

Asiento con la cabeza, la miro por unos segundos y entro en el coche sin más. Ha decidido y yo no soy de los que dan segundas oportunidades.

YULIMA TYLER.

Le veo irse.

Mi padre vuelve a sujetar mi muñeca y estira de mi furioso conmigo porque claro, según él este es el peor de mis comportamientos rebeldes.

— Gracias por darle cobijo Janet, pero no la busques en un par de días. —Le explica mi madre.

— No tenéis derecho. —Digo resistiéndome.

— Tía, te llamo ¿Vale? —Añade Janet.

— Tampoco tendrá móvil. —Anuncia mi padre.

Prácticamente obligada saco la maleta y vuelvo a casa con ellos.

Siempre han sido así conmigo, estrictos, serios y con aires de superioridad, al contrario que con mi hermano.

— Esto se acabó. —Dice él.

— ¿Qué se acabó? Lo único que he hecho ha sido intentar complaceros, comportarme como una chica perfecta ¡Pero no soy perfecta! No quiero ponerme vestidos, no quiero ser moldeada como mi hermano a vuestro gusto ¡Yo no soy él y nunca lo seré!

— ¿Y qué serás? ¿La novia de un macarra? —Pregunta mi padre lanzándome totalmente un puñal a la yugular.

— No le conocéis.

— Ya claro, ese apodo suyo no dice nada. —Ataca mi madre.

— Juzgáis a la gente por su portada.

— No es chico para ti.

— Lógicamente. —Apoya ella.

— ¡Dejadme en paz de una puta vez! —Grito con desesperación— ¡No vais a decidir sobre mi vida!

Subo las escaleras que llevan hasta mi habitación pateando todo lo que hay en mi camino. Me encierro, lanzo todo por los aires, grito furiosa y me siento sobre la cama

En los ojos de la bestia ® [01]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora