En los ojos de la bestia ® [01]

Capítulo 81.

YULIMA TYLER.

No es fácil para mi tener delante a las personas que le hicieron tanto daño a Myke y mucho menos intentar tener una conversación con ellos, pero lo haré por él, porque necesito ayudarlo.

— Solamente quiero hablar con Belinda, no hace falta ningún comité de bienvenida. —Digo en un tono cortante para que Connor y Jack noten que me molesta la presencia de los dos.

— Podemos sentarnos en la mesa del jardín. —Dice Belinda.

— Da igual donde nos sentemos.

Me invita a pasar. Siento la mirada de Connor en mi, como si estuviera pensando en algo relacionado conmigo. Él se va junto a Jack dejándome a solas con Belinda.

— ¿Qué quieres hablar conmigo?

— No pongas ese tono de inocencia —Janet tose— no, no voy a andarme con ningún rodeo Janet.

— Sé que no lo harás pero la asustarás como sigas con ese tono. —Susurra.

— No asustaré a nadie y mucho menos a una mujer como Belinda. —Cruzo los brazos y me inclino hacía delante apoyada en la mesa— Quiero saberlo todo, absolutamente todo.

— No entiendo.

— Por dios Belinda, me conoces desde que era pequeña y sabes perfectamente que no me trago esa cara de inocencia. —Desvía la mirada— Llevaste durante nueve meses a mi novio en tu vientre. Si, la bestia con la que os llenáis la boca hablando mal de él.

— Si has venido para hablar de ese monstruo te pido que te marches. —Dice descubriendo su verdadera cara.

— Mírame bien a los ojos. —Le digo— Por ningún motivo me iré de aquí sin que me cuentes todo lo que sabes de Myke.

— Yo no sé nada.

— Claro, solo lo abandonaste como si fuera un objeto que con la lluvia de esa noche desparecería.

— No quiero seguir hablando de él ¿No entendéis?

— ¿Y tú no entiendes qué la única persona despreciable aquí eres tú? —Pregunto, golpeo la mesa y Janet me agarra— Lo tuviste durante nueve meses, se que sentiste algo, sé que sabías desde un principio que no sería una persona normal ¡Nadie puede sentirlo mejor qué su propia madre!

— ¡Yo lo tuve en mi vientre! ¡Lo quise! Pero cuando descubrí que era un ser maligno capaz de asesinar a su propio hermano con tan solo seis años, preferí echarlo a la calle antes que tenerlo conmigo un segundo más.

— Era un niño. Lo único que necesitaba era el cariño de su madre, el amor de su padre ¿Crees qué él sí sabía lo qué le estaba ocurriendo? ¡Tenía seis años! —Grito— Y vosotros le rompisteis el corazón dejándole el camino libre a un monstruo del que ahora no puede deshacerse.

— ¿De verdad piensas qué tú vas a cambiarlo? —Pregunta Connor entrometiéndose. Nos ha estado escuchando, ya entiendo la actitud de Belinda— Puede que la persona humana te ame, pero la bestia desea tu muerte.

— Tú no conoces nada de tu hijo —Me acerco a él— tú no puedes decirme nada que yo no sepa de él o que sea verdad, tú no eres capaz de mirarme a los ojos y decirme que ese niño de seis años no os quería.

— Myke es un monstruo y cuánto antes lo aceptes, antes podrás seguir con tu vida.

— Tal vez bestia sea el monstruo del que hablas pero Myke es la persona más buena, noble, dulce, amorosa e increíble que he conocido nunca —Lo empujo con el dedo— y nadie, ni siquiera tú, va a conseguir que piense lo contrario.